El proyecto de ley sobre el cultivo de marihuana en las casas de Pensilvania es la «pieza legislativa más no científica e irresponsable que jamás hayamos visto», según los expertos médicos.
El proyecto de ley permite a cualquier paciente médico que tenga 30 días como residente de Pensilvania cultivar hasta seis plantas de cannabis para uso personal.
Esta norma creará una nueva serie de peligros para los ciudadanos de Pensilvania, según el doctor Tony Ruffa, el farmacéutico Louis Aliota y la farmacéutica Gina Ruffa.
Tony Ruffa dijo que está a favor de la despenalización de la marihuana y del uso de la marihuana medicinal. Pero el cultivo de la marihuana en las casas y el aumento de la disponibilidad de la misma traerá problemas que el gobierno no puede controlar.
Dijo que espera que la cadena de estados que legalizan la marihuana termine con Pensilvania.
«Cada vez es peor», dijo Ruffa. «La gente se está dando cuenta de que la marihuana de hoy es realmente mala. Así que esperemos que sea en Pensilvania donde podamos levantarnos y decir ‘no'».
El cultivo casero de marihuana pone en peligro a los ocupantes de la casa y es extremadamente difícil de regular, dijo Ruffa.
El proyecto de ley 1024 del Senado de Pensilvania, presentado por el senador estatal Sharif Street (D-3º distrito), apenas tiene tres páginas.
Sembrando semillas
Permite a los pacientes de Pensilvania comprar semillas de cannabis en un dispensario y cultivar seis plantas en sus casas solo para uso personal.
Solo el paciente, su cuidador o un agente autorizado que cuide de la propiedad durante un breve periodo de tiempo pueden cuidar las plantas.
Las plantas deben estar fuera de la vista del público y en un espacio cerrado.
Los cultivadores también deben obtener el permiso del propietario de la vivienda si no son dueños de la misma. Cualquiera que infrinja la ley se enfrentará a sanciones, así como a la retirada de sus privilegios de cultivo de marihuana.
El senador estatal Dan Laughlin (R-49º distrito), uno de los patrocinadores del proyecto de ley, argumentó que es difícil para los enfermos de las zonas rurales de Pensilvania conducir hasta el dispensario de marihuana más cercano.
«Si eres un paciente con cáncer y no te sientes bien, el cannabis te ayuda con las náuseas y cosas así», dijo Laughlin al Erie Times-News.
«Para la gente que tiene que subirse a un auto y conducir una hora o más para conseguir lo que necesita para sentirse mejor cuando podría tener un par de plantas justo en su casa, parece un poco cruel no permitirles hacer eso».
Este simple proyecto de ley no cubre las complejidades y los peligros del cultivo de marihuana, dijo Tony Ruffa.
«Con el cannabis ubicado en la casa, puede causar un ambiente insalubre para algunos de los que están en la casa», dijo.
En cuanto a las plantas, la marihuana es impresionantemente compleja, dijo Tony Ruffa. Para obtener un producto utilizable, los cultivadores necesitan plantas masculinas y femeninas.
Las plantas de marihuana de interior suelen tener entre 7 y 15 pulgadas de altura.
Las plantas deben crecer en un entorno de alta humedad. Este efecto puede provocar moho que puede causar problemas pulmonares como la bronquitis, dijo.
Las plantas de interior también requieren suficiente electricidad como para provocar riesgos de incendio, añadió.
Por último, las propias plantas de marihuana pueden ser un peligro. Las plantas son venenosas para los gatos y los perros. Los niños también pueden tomar fácilmente una dosis peligrosa de marihuana que puede ralentizar su respiración y posiblemente matarlos, según el National Capital Poison Center.
Es más probable que los accidentes con la marihuana ocurran en casa que en un dispensario altamente regulado, dijo Ruffa.
«Hay más niños que visitan la sala de emergencias en los estados que tienen marihuana, y están visitando las salas de emergencia debido a la intoxicación por marihuana», dijo.
Peligroso para el uso previsto
Más allá de todos estos riesgos potenciales, la marihuana en sí misma puede tener a menudo efectos negativos en los consumidores.
La marihuana actual es entre 20 y 50 veces más fuerte que la de las generaciones anteriores, afirma Louis Aliota. Aliota es un farmacéutico con 40 años de experiencia.
Esta mayor potencia puede afectar al cerebro de forma sorprendente, dijo Tony Ruffa.
Los estudios han relacionado la marihuana con la esquizofrenia, la ansiedad, la depresión y los trastornos por abuso de sustancias. Los estudios médicos no son concluyentes sobre si la marihuana medicinal es realmente útil.
Estos problemas tienen un impacto especialmente destructivo en los jóvenes, dijo Tony Ruffa. Las drogas afectan con más fuerza los cerebros en desarrollo, con efectos más a largo plazo.
«La marihuana hoy en día está haciendo que los niños se vuelvan psicóticos y esquizofrénicos. Los está volviendo adictos para pasar a otras drogas», dijo.
«Los niños se suicidan porque se vuelven más paranoicos. Y hay más accidentes de tránsito».
Por último, es muy poco habitual que los pacientes consigan analgésicos sin receta, dijo Aliota. Cualquier medicamento lo suficientemente fuerte como para curar el dolor suele ser lo suficientemente fuerte como para causar daño. Poner a un paciente a cargo de la fabricación de su propio suministro de medicamentos crea la posibilidad de problemas, dijo.
«Si tomas un fármaco, tienes que estar vigilado», dijo. «Si no lo haces, al envejecer, va a tener un efecto adverso».
No hay manera de que el gobierno controle a los pacientes con seis plantas en sus casas, dijo Aliota.
Además, la marihuana puede tender a funcionar como una «droga de entrada». Según los estudios, el consumo de una droga más ligera suele conducir al consumo de drogas más duras.
Las personas que consumen marihuana, beben alcohol o toman mucha cafeína tienden a ser más susceptibles de consumir drogas más duras.
Oportunidades de abuso
Aunque no se produzcan accidentes, el proyecto de ley 1024 también abre muchas vías para el uso indebido de las drogas, dijo Tony Ruffa.
Para empezar, la marihuana cultivada en casa es vulnerable al robo y al consumo por parte de las personas equivocadas, dijo.
La presencia de suministros de marihuana en los hogares facilitará que los jóvenes consuman la droga sin el conocimiento de sus padres, dijo Ruffa.
«¿Quién no ha robado los cigarrillos de su padre, o la botella de vino o cerveza que había en el armario?», preguntó. «¿Cómo vas a evitar que estos niños se lleven la hierba que se cultiva en la casa?».
La infracción o el abuso de la ley añaden otra capa de complejidad al problema, añadió.
Pensilvania tiene actualmente unos 367,000 pacientes registrados para el uso de la marihuana medicinal. Para registrarse, un paciente debe obtener un certificado médico de que padece una afección que le permite consumir marihuana medicinal, y luego pagar por una tarjeta de identificación.
Algunas de las afecciones, como una enfermedad terminal o un diagnóstico de cáncer, son difíciles de fingir. Pero otras, como los trastornos de ansiedad, pueden ser fáciles de mentir.
Las mentiras también pueden resultar rentables, afirma Tony Ruffa. Una casa con cinco ocupantes que son «pacientes» podría cultivar hipotéticamente 60 plantas de marihuana, dijo. Una planta madura puede valer entre 1500 y 2000 dólares.
«Como médico de cabecera, mucha gente me ha dicho: ‘Escucha, no voy al dispensario a por marihuana medicinal porque no lo puedo pagar. Así que voy a la calle, y es mucho más barato'», dijo Ruffa.
«Así que ahora, aquí hay un conducto para que la gente pueda cultivar marihuana y venderla en la calle y ganar dinero».
Por último, cualquier norma sobre el cultivo casero de marihuana será probablemente muy difícil de aplicar, dijo Ruffa. Sería fácil para un usuario de marihuana medicinal cultivar plantas adicionales y vender el resto.
Las autoridades tendrían que registrar los hogares para hacer cumplir la ley, dijo Ruffa. Pero duda que sea posible hacerlo.
«¿Van a hacer inspecciones domiciliarias en las que la gente de la DEA de la marihuana venga a ver si guardas tu hierba bajo llave? No», dijo.
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