Un alborotador arrojó un artefacto explosivo en un tribunal federal de Portland la madrugada del 28 de julio, causando una detonación que se pudo sentir a más de una cuadra de distancia.
Los disturbios en Portland han proseguido todas las noches desde fines de mayo, con el apoyo de funcionarios de la ciudad y del estado.
La explosión —que dejó atónitos a los espectadores— tuvo lugar alrededor de las 12:12 a.m. La multitud estaba tratando de derribar la valla erigida la semana pasada para proteger el Juzgado de Mark O. Hatfield. De improviso el dispositivo explotó causando un fuerte estruendo.
«¿Qué [expletivo] fue eso?», dijo un espectador.
El Departamento de Policía de Portland en su resumen de los eventos de la noche dijo que el dispositivo era un cóctel molotov, o algo similar.
«Una persona lanzó un cóctel molotov o un dispositivo destructivo similar contra la puerta principal del juzgado, el que estalló en una bola de fuego cuando golpeó el edificio originando reportes de que se escuchó y sintió a más de una manzana de distancia», dijo la oficina.
«La actividad de la multitud continuó como antes», añadió.
En las horas previas a la explosión, cientos de personas con mascarillas y cascos antigás se reunieron fuera del juzgado y reanudaron su intento de derribar la valla. Ellos trajeron carteles, palos de hockey, palos de golf, paraguas, sopladores de hojas y fuegos artificiales. Lanzaron contra el edificio piedras, botellas y otros objetos, como el artefacto explosivo e iniciaron un incendio dentro de la valla, añadiendo madera, basura y otros escombros para avivar las llamas.
Antes de que las autoridades levantaran la barrera, los alborotadores prendieron fuego al juzgado, arrancaron madera contrachapada y rompieron sus ventanas.
«La valla se puso solo para crear algo de espacio. La valla se puso para que los manifestantes pacíficos pudieran centrarse en Black Lives Matters y la justicia racial», dijo a los periodistas el fiscal adjunto, Craig Gabriel, en una llamada del sábado.
Si el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos ven que los manifestantes dejan de intentar dañar el palacio de justicia, «entonces los oficiales se irán a casa», dijo Gabriel. «Yo creo que no es por ser poco serio, pero creo que es así de simple».
Hasta ahora, los alborotadores no se han detenido.
Después que se ignoraran las múltiples advertencias de dispersión, los agentes federales utilizaron gas lacrimógeno y otras municiones de control de multitudes para alejar del juzgado a los manifestantes. Los oficiales de policía de Portland no participaron.
La multitud se dispersó alrededor de la 1 a.m.
Horas antes de que comenzaran los últimos disturbios, dos comisionados de Portland dijeron que querían reunirse con el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, para hablar sobre un «alto el fuego» y la retirada de las fuerzas federales de la ciudad.
El DHS no respondió a las peticiones de comentarios.
El Departamento de Justicia, mientras tanto, anunció que 22 personas más están enfrentando cargos federales por participar en los disturbios del fin de semana.
Los acusados se enfrentan a cargos como asalto a los agentes, no obedecer órdenes legales y operar un dron en espacio aéreo restringido.
Desde principios de julio, 74 personas han sido detenidas por agentes federales y 60 han sido acusadas.
Isabel Van Brugen e Ivan Pentchoukov contribuyeron a este informe.
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