Las exportaciones de China crecieron a principios de 2022 impulsadas por un récord en el volumen comercial con Rusia en medio de la crisis de Ucrania, revelan los datos oficiales el 7 de marzo.
La producción aumentó un 16.3 por ciento en enero y febrero con respecto al año anterior, superando las expectativas de los analistas de un aumento del 15.0 por ciento, dijo el lunes el Servicio de Aduanas de China. Su comercio bilateral con Rusia se disparó un 38.5 por ciento interanual —la tasa más alta para los dos primeros meses del año desde 2010— superando los 26,000 millones de dólares, según el South China Morning Post.
Sus exportaciones a Rusia aumentaron un 41.5 por ciento en los dos primeros meses en comparación con el año anterior hasta alcanzar los USD 12,600 millones, superando el crecimiento con otros países, mientras que las importaciones desde Rusia aumentaron un 35.8 por ciento, según los datos de aduanas.
China sigue siendo el principal socio comercial de Rusia de la última década, pero la última publicación se produce en un momento en el que la economía rusa se ve afectada por las sanciones internacionales por el ataque a Ucrania a fines del mes pasado.
Tras estrechar lazos en los últimos años para alinearse contra Estados Unidos y sus aliados, Beijing y Moscú anunciaron a principios del mes pasado una asociación «sin límites» y sin áreas «prohibidas» de cooperación.
El primer día de la invasión rusa, China levantó todas las restricciones a la importación de su trigo, lo que podría socavar las sanciones occidentales contra el mayor productor mundial de trigo.
La invasión de Ucrania también aumentó los riesgos para el panorama económico mundial, incluyendo China.
Un día antes, el país fijó un objetivo de crecimiento del PIB del 5.5 por ciento para este año, el más bajo en décadas. Este año también es políticamente delicado, ya que el líder chino, Xi Jinping, quiere asegurarse en otoño un tercer mandato, algo sin precedentes.
«Debemos hacer de la estabilidad económica nuestra la máxima prioridad», dijo el primer ministro Li Keqiang en Beijing durante un informe anual de trabajo el 5 de marzo. Keqiang afirmó que mantener un crecimiento constante de las exportaciones es cada vez más difícil, y lo achacó a un entorno exterior «volátil, grave e incierto», pero eludió la crisis del este de Europa.
El Servicio de Aduanas de China también informó el lunes de que las importaciones aumentaron un 15.5 por ciento en los dos últimos meses, lo que supone una cifra menor respecto al aumento del 19.5 por ciento registrado en diciembre y por debajo del 16.5 por ciento previsto.
La agencia del régimen publica datos comerciales combinados de dos meses para suavizar las distorsiones causadas por el Año Nuevo Lunar, que pueden caer en cualquiera de los dos meses.
La actividad de las fábricas suele ralentizarse considerablemente durante las largas vacaciones ya que los trabajadores regresan a sus ciudades de origen. Pero, por tercer año consecutivo, muchos trabajadores de las fábricas no regresaron por la preocupación de COVID-19, lo que significa que algunas fábricas podrían seguir funcionando.
Con información de Reuters
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