Un político belga ha sido expulsado de su partido tras servir presuntamente durante años como activo de una red de espionaje comunista china.
Frank Creyelman, exsenador y miembro honorario del Parlamento belga, presuntamente trató de influir en la política europea sobre cuestiones relacionadas con China y de empeorar las relaciones entre Estados Unidos y Europa en nombre del Partido Comunista Chino (PCCh), según un conjunto de mensajes de texto filtrados.
Las acusaciones siguen a la publicación de numerosos mensajes de texto entre Creyelman y un espía chino, descubiertos por primera vez en una investigación conjunta de Financial Times, Der Spiegel y Le Monde.
Los textos sugieren que el Sr. Creyelman y el funcionario del Ministerio de Seguridad del Estado del PCCh Daniel Woo trabajaron juntos durante al menos tres años, tiempo durante el cual el Sr. Creyelman parecía aceptar pagos a cambio de promover los puntos de discusión del PCCh y difamar a los críticos del régimen.
Las supuestas conspiraciones de Creyelman y Woo incluían intentos de interrumpir una conferencia relacionada con Taiwán, difamar públicamente a los investigadores que descubrieron pruebas de genocidio en la provincia china de Xinjiang e incluso una propuesta de soborno a un cardenal católico.
En conjunto, la conspiración pone de manifiesto hasta dónde puede estar dispuesto a llegar el régimen del PCCh para desestabilizar el orden internacional en su propio beneficio.
En algunos de los textos, el Sr. Woo dijo al Sr. Creyelman que su organización buscaba crear vergüenza y preocupación para los líderes estadounidenses, y dividir a Estados Unidos y Europa.
«Nuestro propósito es dividir la relación entre Estados Unidos y Europa», escribió Woo en uno de los mensajes.
El PCCh utiliza espías para configurar el panorama informativo
Creyelman ocupó varios cargos en el Parlamento belga entre 1995 y 2014, llegando a ser presidente de la Comisión de Política Exterior, Asuntos Europeos y Cooperación Internacional.
Perteneció al partido de derecha belga Vlaams Belang y anteriormente viajó al extranjero para expresar su apoyo a otros regímenes autoritarios en Rusia y Bielorrusia.
El líder de Vlaams Belang, Tom Van Grieken, anunció poco después de la publicación de los textos que Creyelman había sido expulsado del partido.
«Su comportamiento es totalmente inaceptable y contrario a los objetivos y la razón de ser de nuestro partido», declaró Van Grieken.
«Esto está muy lejos de lo que representa nuestro nacionalismo».
Actualmente no está claro cuándo se conocieron el Sr. Creyelman y el Sr. Woo, o cuándo comenzó precisamente su relación de trabajo, pero los mensajes abarcan desde 2019 hasta 2022.
Durante ese tiempo, el Sr. Creyelman pidió pagos que oscilaban entre 6000 y 10,000 euros por sus encargos.
Más tarde, el Sr. Woo instó al Sr. Creyelman a aceptar pagos en criptomoneda, y lo presentó a la bolsa de criptomonedas Binance, de propiedad china, dicen los reportes.
Varios de los intercambios de texto parecen discutir la configuración del debate internacional sobre el PCCh, y demuestran cómo el régimen manipula el discurso político en todo el mundo.
En 2019, por ejemplo, el Sr. Creyelman trató de organizar la publicación de un artículo condenando las protestas prodemocracia en Hong Kong a petición del Sr. Woo.
Más tarde, el Sr. Woo dijo que se le había encargado «atacar» a un investigador que ayudó a revelar la detención y el genocidio del PCCh del grupo minoritario uigur en China.
Creyelman también intentó supuestamente oponerse a una resolución belga de condena del genocidio chino a petición del régimen, pero no consiguió apoyo en el Parlamento belga.
Del mismo modo, cuando empezaron a surgir pruebas de que el COVID-19 se había filtrado desde un laboratorio de Wuhan, ambos hablaron de utilizar a un intermediario para convencer a un cardenal católico de que denunciara públicamente los esfuerzos por politizar el COVID-19.
Después, antes del viaje del canciller alemán Olaf Scholz a Beijing en 2022, Woo animó a Creyelman a presionar a sus compañeros de partido para que hicieran declaraciones sobre el viaje.
La relación de la pareja se llevó a cabo casi por completo a distancia, con la excepción de una reunión puntual en la provincia china de Hainan en 2019.
El informe decía que el Sr. Woo parecía haber operado desde la provincia china de Zhejiang, Polonia y Rumania, utilizando LinkedIn para tratar de reclutar funcionarios europeos y sus asociados como activos del PCCh.
El PCCh participa en operaciones ilícitas de influencia en todo el mundo
Los textos filtrados ofrecen una pequeña visión de los esfuerzos emprendidos por el PCCh para sembrar la discordia en todo el mundo.
Sin embargo, estos esfuerzos van mucho más allá de la aparente codicia de un político europeo e implican una interferencia más directa en los asuntos internacionales.
Durante las elecciones estadounidenses de 2022, por ejemplo, hackers chinos se hicieron pasar por votantes estadounidenses y utilizaron inteligencia artificial para crear y promover contenidos divisivos en Internet, según un informe de Microsoft.
El esfuerzo formaba parte de una serie de operaciones encubiertas de influencia destinadas a imitar a votantes estadounidenses de todo el espectro político y crear controversia a lo largo de líneas raciales, económicas e ideológicas.
Asimismo, el gigante tecnológico Meta ha informado que ha eliminado de sus plataformas miles de cuentas vinculadas a las fuerzas de seguridad chinas, afirmando que formaban parte de la mayor operación encubierta de influencia conocida en el mundo.
Según un comunicado de Meta, la operación difundía propaganda a favor del PCCh y en contra de Estados Unidos.
Además, los esfuerzos del régimen por influir ilegalmente en los asuntos internacionales muestran signos de aceleración.
Según un reciente informe (pdf) de la empresa de ciberseguridad Recorded Future, el PCCh está adaptando técnicas de mensajería selectiva para influir en audiencias bien definidas y segmentadas en función de datos demográficos granulares.
Estos nuevos esfuerzos, según el informe, probablemente reciben orientación o apoyo material del MSS, así como del Departamento de Trabajo del Frente Unido del régimen, una poderosa agencia encargada de supervisar las operaciones de influencia global.
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