Peter Daszak, director de EcoHealth Alliance, con sede en Nueva York, que ha enviado cientos de miles de dólares en fondos federales a un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, ha sido expulsado de la Comisión COVID-19 de The Lancet.
La noticia de la destitución del científico se anunció discretamente en la página web oficial de la Comisión COVID-19 de The Lancet, que se describe a sí misma como centrada en el «análisis de datos sobre todas las teorías planteadas sobre los orígenes de la COVID».
Daszak, que había sido nombrado presidente del grupo de trabajo, ha sido ahora «apartado del trabajo de la Comisión sobre los orígenes de la pandemia», afirma la página web. La comisión está organizada por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con The Lancet para que aclare las circunstancias de la exclusión de Daszak.
La noticia se produjo cuando la revista médica declaró el lunes que Daszak, uno de los principales virólogos que firmó una carta publicada el año pasado en la que se desacreditaba esencialmente la hipótesis de la «fuga de laboratorio» de la COVID-19, no reveló los «conflictos de intereses», como exige el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas.
Daszak fue uno de los 27 científicos que firmaron la carta titulada «Declaración de apoyo a los científicos, sanitarios y médicos de China que combaten la COVID-19».
Decía: «Nos unimos para condenar enérgicamente las teorías conspirativas que sugieren que la COVID-19 no tiene un origen natural», y se convirtió en uno de los documentos más influyentes al principio del brote del virus que dio forma al debate sobre su origen.
La revista The Lancet dijo el lunes que después de invitar a los 27 científicos a reevaluar sus conflictos de intereses, Daszak presentó una declaración de divulgación actualizada en la que señalaba que recibía únicamente un salario de EcoHealth Alliance, una fundación de investigación sin ánimo de lucro con sede en Nueva York.
El grupo de Daszak, EcoHealth Alliance, ha trabajado directamente con los laboratorios chinos de Wuhan para investigar los coronavirus. El grupo ha enviado fondos federales para apoyar la investigación de ganancia de función en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) de China, un laboratorio de alto nivel donde se detectaron los primeros casos de la COVID-19 a finales de 2019.
En el pasado, EcoHealth Alliance había recibido 3.7 millones de dólares de financiación del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) del Dr. Anthony Fauci. De esta cifra, al menos 600,000 dólares fueron enviados al instituto de Wuhan.
La investigación de la ganancia de función incluye las técnicas utilizadas para alterar el ADN de un virus con el fin de dotarlo de características adicionales, como una mayor resistencia a las vacunas, una propagación más rápida entre las víctimas y síntomas específicos que éstas sufrirían.
En las últimas semanas se han intensificado los llamamientos para que se investigue el origen del virus del PCCh, y la hipótesis de que el virus podría haber sido manipulado en el WIV está ganando adeptos.
El Wall Street Journal informó el 23 de mayo de que tres investigadores del WIV fueron hospitalizados en noviembre de 2019 con síntomas compatibles con la gripe estacional y la COVID-19. El periódico citó fuentes del gobierno estadounidense no identificadas y familiarizadas con un informe de inteligencia estadounidense no divulgado previamente.
El presidente Joe Biden ordenó el 26 de mayo a la comunidad de inteligencia estadounidense que realizara una evaluación en un plazo de 90 días, pidiéndoles que «redoblaran» sus esfuerzos de investigación.
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