Lo más probable es que una recesión esté a la vuelta de la esquina, dijo Larry Summers, exfuncionario de las administraciones de Clinton y Obama en una advertencia el domingo por la mañana.
“La probabilidad de que haya comenzado una recesión este año en EE.UU. es de alrededor del 70 por ciento. Creo que eso me coloca en el extremo pesimista del espectro de opinión”, escribió en Twitter.
Algunos economistas se han vuelto más optimistas recientemente sobre la posibilidad de que Estados Unidos evite una posible recesión después de meses de informes de empleo positivos y otros indicadores económicos relativamente positivos. Sin embargo, la negatividad sobre el estado de la economía volvió a surgir después de una serie de quiebras bancarias junto con las iniciativas de rescate federal el mes pasado.
Summers fue exsecretario del Tesoro bajo el mandato del expresidente Bill Clinton y exjefe del Consejo Económico Nacional bajo el mandato del presidente Barack Obama.
“No es algo de lo que podamos estar seguros, pero si reúno los retrasos asociados con la política monetaria, el riesgo de crisis crediticia, la necesidad de una acción continua en torno a la inflación, el riesgo de shocks geopolíticos o de otro tipo que afecten a las materias primas, el 70 por ciento sería el rango en el que estaría”, le dijo Summers a Foreign Policy el domingo. Agregó que cree que se producirá una recesión en los próximos 12 meses.
La semana pasada, otro exsecretario del Tesoro de EE.UU., Hank Paulson, le dijo al Financial Times que él también cree que vendrá una recesión debido a la crisis bancaria. Hace aproximadamente un mes tanto el Silicon Valley Bank como el Signature Bank colapsaron, lo que obligó una intervención del Tesoro, la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos.
“Algunas cosas las sabemos y otras no», declaró Paulson al periódico. «Lo que sabemos es que si diriges un banco pequeño o regional ahora mismo, no concederás préstamos. Los mercados de capitales se cerraron durante dos o tres semanas. Ahora se están abriendo, pero no en la misma medida. Así que creo que es bastante probable que veamos una recesión si nos fijamos en lo que está ocurriendo con el crédito”.
No predijo cuándo esos factores podrían afectar la economía estadounidense. “Tomará un tiempo manifestarse”, dijo.
Otra cosa que estamos casi seguros de ver es la provisión de crédito moviéndose fuera del sector bancario regulado», dijo Paulson. «Esto es diferente en la medida en que el pánico se mueve más rápido cuando tienes redes sociales, y Twitter, y quién sabe dónde va a surgir de nuevo. Habrá mucha atención en Europa, donde las instituciones financieras no son tan fuertes ni están tan bien capitalizadas como aquí”.
Más datos
Mientras tanto, los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados el mes pasado muestran que la economía estadounidense agregó 236,000 puestos de trabajo en marzo, mientras que la tasa de desempleo se redujo al 3.5 por ciento.
En una encuesta de la Asociación Nacional de Economía Empresarial, realizada hace aproximadamente un mes, el 58 por ciento de los 48 economistas que respondieron prevén una recesión en algún momento de este año, la misma proporción expuesta en la encuesta de NABE de diciembre. Pero solo una cuarta parte piensa que habrá comenzado una recesión a fines de marzo, solo la mitad de la proporción que pensaba así en diciembre.
Los hallazgos, que reflejan una encuesta de economistas de empresas, asociaciones comerciales y académicos, se publicaron el lunes. Un tercio de los economistas que respondieron a la encuesta ahora esperan que comience una recesión en el trimestre de abril a junio. Una quinta parte cree que comenzará en el trimestre julio-septiembre.
La mayoría de los economistas le dijeron a The Associated Press el mes pasado que creen que el crecimiento se está desacelerando bruscamente en el actual trimestre de enero a marzo, en parte porque la Reserva Federal ha aumentado constantemente las tasas de interés en su campaña para frenar la inflación.
El banco central elevó su tasa de interés de referencia nueve veces en el transcurso del año pasado. Los formuladores de políticas de la Fed están apostando a que pueden lograr el llamado aterrizaje suave: Desacelerar el crecimiento lo suficiente como para controlar la inflación sin llevar a la economía más grande del mundo a la recesión.
El aumento resultante en los costos de los préstamos ha golpeado a la industria de la vivienda y ha hecho que sea más costoso para los consumidores y las empresas gastar e invertir en compras importantes.
Sin embargo, a medida que los mayores costos de los préstamos se extienden por la economía, los analistas generalmente se muestran escépticos de que Estados Unidos pueda evitar una recesión. El principal punto de debate es si una recesión será leve, con daños menores a la contratación y el crecimiento, o grave, con oleadas de despidos.
Con información de Associated Press.
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