El Grupo AESC, de propiedad china, está aumentando su presencia en el mercado estadounidense mediante la construcción de dos nuevas plantas de baterías para vehículos eléctricos (EV) en Carolina del Sur y Kentucky, dijo su director de tecnología el 15 de octubre.
AESC es un fabricante de baterías para vehículos eléctricos con sede en Japón, anteriormente propiedad del fabricante de automóviles japonés, Nissan. En 2019, Nissan vendió el 80 por ciento de su participación a Envision Group, una empresa china de energía renovable.
En una entrevista reciente con Nikkei Asia, el director de tecnología, Hiroyuki Akashi, dijo que AESC tiene una «clara perspectiva» para expandir sus operaciones en Estados Unidos mientras trabaja para cumplir con los requisitos de crédito fiscal para vehículos eléctricos de ese país.
Akashi dijo que la compañía ya opera una planta de baterías en Estados Unidos que abastece a Nissan Motor, pero que sus esfuerzos de expansión en la economía más grande del mundo no se han detenido allí.
«No hemos presionado el botón de pausa [en la construcción de la planta]», le dijo al medio de comunicación.
The Epoch Times se comunicó con AESC en busca de comentarios.
Las declaraciones se produjeron luego de la ceremonia de inauguración de AESC en junio para su nueva planta de baterías en el condado de Florence, Carolina del Sur. Se espera que la fábrica inicie operaciones comerciales en 2026 y genere 1170 nuevos puestos de trabajo.
La planta de 30 gigavatios-hora (GWh), que cuesta alrededor de USD 810 millones, se basa en la red de fabricación de baterías existente de AESC que incluye una planta operativa en Tennessee y otra planta en Kentucky.
«En conjunto, las plantas de AESC en Estados Unidos, una vez finalizadas, proporcionarán hasta 70 GWh de capacidad al año, impulsando el cambio [de autos a combustión] a vehículos eléctricos con baterías y componentes fabricados en Estados Unidos», afirmó la compañía.
AESC anunció el 14 de septiembre la finalización estructural de su planta de 30 GWh en el Kentucky Transpark, en Bowling Green, condado de Warren. Se espera que la planta empiece a producir baterías para hasta 300,000 vehículos anualmente de aquí a 2027.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dijo durante la ceremonia de inauguración del año pasado que se espera que la gigafábrica de baterías para vehículos eléctricos de última generación, valorada en USD 2000 millones, genere 2000 nuevos puestos de trabajo en la región.
Ley de reducción de la inflación
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) requiere que las baterías de vehículos eléctricos tengan al menos el 40 por ciento de sus minerales principales provenientes de América del Norte o de países con acuerdos de libre comercio con Estados Unidos para calificar para un crédito fiscal.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) pidió anteriormente a la administración Biden que impida que los créditos fiscales para vehículos eléctricos se destinen a empresas chinas a través de sus asociaciones en Corea del Sur.
En los últimos meses, empresas chinas han iniciado proyectos de colaboración con empresas surcoreanas para construir cinco plantas de materiales para baterías valoradas en hasta 5.6 billones de wones (USD 4400 millones). Estos acuerdos se establecieron para aprovechar el acuerdo de libre comercio de Corea del Sur con Estados Unidos para calificar a créditos fiscales destinados a la construcción de vehículos eléctricos en el marco de la IRA.
“Desde la Ley de Reducción de la Inflación demócrata, me ha preocupado profundamente que China se beneficie del dinero de los contribuyentes estadounidenses”, dijo Rubio en una declaración enviada por correo electrónico a The Epoch Times.
“Ahora, los informes de que empresas chinas están estableciendo asociaciones en Corea del Sur para calificar para los créditos fiscales para vehículos eléctricos de Joe Biden y los demócratas demuestran que esas preocupaciones están justificadas”.
«Este es un claro intento del Partido Comunista Chino de eludir la ley estadounidense y utilizar el dinero de los contribuyentes estadounidenses para expandir su influencia en Asia».
Prateek Biswas, analista de investigación de Wood Mackenzie, una empresa de consultoría e investigación energética global con sede en el Reino Unido, dijo que los consumidores estadounidenses podrían utilizar el crédito fiscal para vehículos limpios, de hasta USD 7500 por cada compra de vehículo nuevo calificado, si las asociaciones entre China y Corea del Sur están en empresas conjuntas.
Dijo que esto se debe a que la definición actual de “entidad extranjera de interés” cubre empresas “propiedad del gobierno chino, controladas por él o sujetas a su jurisdicción”.
“Dado que Estados Unidos está intentando de manera proactiva frenar las inversiones chinas en proyectos minerales críticos ubicados en países con los que está aliado, las próximas reglas probablemente incorporarán algún tipo de restricciones a la propiedad parcial de empresas chinas”, le dijo el Sr. Biswas a The Epoch Times.
Terri Wu y Eva Fu contribuyeron a este artículo.
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