Los fabricantes de vacunas COVID-19 y los funcionarios federales de salud deberían eliminar la protección de responsabilidad de las vacunas si insisten en que los niños se vacunen, dice un exfuncionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
«Dejen a los niños en paz», dijo el Dr. Paul Alexander, un alto funcionario del HHS sobre la política de la pandemia de COVID-19 durante la administración Trump, al programa «American Thought Leaders» de EpochTV en una entrevista reciente.
«Si ustedes no pueden, el Dr. Fauci, el Dr. Walensky, el Dr. Francis Collins, todos los fabricantes de vacunas deben venir a la mesa y poner la protección de la responsabilidad sobre la mesa y eliminarla», agregó.
El doctor Anthony Fauci dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), la doctora Rochelle Walensky dirige los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el doctor Collins dirige los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
La administración Trump invocó una ley llamada Ley de Preparación Pública y de Emergencia, o Ley PREP, en marzo de 2020, después de que se declarara la pandemia de COVID-19.
La ley permite al secretario de salud emitir una declaración que proporciona inmunidad de responsabilidad a ciertas personas y entidades contra cualquier reclamación de pérdida. Esto incluye a los fabricantes de vacunas y a las farmacias.
La declaración de emergencia cambió el lugar al que acuden las personas para pedir una indemnización si creen que ellas o un ser querido han sido perjudicados por una vacuna u otro producto, pasando del Programa Nacional de Indemnización por Lesiones Causadas por Vacunas al Programa de Indemnización por Lesiones Causadas por Contramedidas (CICP).
Desde 2010, los administradores del programa han considerado que solo 40 reclamaciones cumplen los requisitos para recibir una indemnización. Ninguna de las reclamaciones está relacionada con los productos COVID-19. Hasta el 1 de octubre no se ha aprobado ninguna reclamación relacionada con COVID-19; tres han sido denegadas.
El CICP ha informado de 1357 reclamaciones hechas alegando lesiones o muerte por las vacunas COVID-19 y 1801 reclamaciones alegando lesiones o muerte por otras contramedidas COVID-19.
«El CICP está trabajando para procesar las reclamaciones lo más rápidamente posible», dijo un portavoz de la Administración de Recursos y Servicios de Salud, que dirige el programa, en un correo electrónico el miércoles.
«Para la mayoría de las reclamaciones de contramedidas COVID-19, incluidas las reclamaciones de vacunas COVID-19, el CICP todavía está esperando que se presenten los registros y la documentación. Los solicitantes pueden presentar los registros médicos necesarios después de la presentación de la reclamación y este es el factor más significativo en el tiempo de procesamiento de las reclamaciones del CICP. El CICP pone a disposición de los solicitantes formularios que pueden utilizar para pedir los registros necesarios a sus proveedores médicos y se comunica con los solicitantes en relación con la presentación de todos los registros necesarios», añadió.
El programa se creó, según el portavoz, «para que en el caso muy improbable de que una persona sufra una lesión grave o muera a causa de una contramedida cubierta, que incluye las vacunas COVID-19, pueda ser considerada para recibir prestaciones».
La única excepción a la inmunidad de responsabilidad es cuando una persona o entidad se involucra en una «mala conducta intencional«, o un acto u omisión que se toma «intencionalmente para lograr un propósito ilícito; a sabiendas, sin justificación legal o de hecho; y en el desprecio de un riesgo conocido u obvio que es tan grande como para hacer altamente probable que el daño superará el beneficio».
«Esa es una preocupación que tengo por algo que hizo el presidente Trump», dijo Alexander a The Epoch Times. «Estas personas han sido absueltas de responsabilidad».
Los niños tienen un bajo riesgo de contraer casos graves de COVID-19, pero la vacuna de Pfizer fue autorizada para niños de hasta 5 años el mes pasado porque las autoridades expresaron su preocupación por los 94 niños de entre 5 y 11 años cuyas muertes fueron atribuidas a COVID-19 y los 8400 niños de ese grupo de edad que requirieron atención hospitalaria.
Esto supone una tasa de mortalidad del 0.004 por ciento y una tasa de hospitalización del 0.4 por ciento.
En la temporada de gripe 2019-20 se produjeron más muertes por gripe entre los niños de 5 a 17 años que las atribuidas a COVID-19 en el grupo de 5 a 11 años a lo largo de aproximadamente un año que terminó en septiembre.
«Vacunar a sus hijos puede ayudar a protegerlos contra COVID-19, así como reducir las interrupciones en el aprendizaje y las actividades en persona al ayudar a frenar la transmisión en la comunidad», dijeron los CDC en un comunicado después de recomendar que todos los niños en el grupo de edad se vacunen.
La protección de la vacuna contra la infección disminuye significativamente después de alcanzar su punto máximo varios meses después de la administración, según los estudios y los datos del mundo real. La eficacia de las vacunas también disminuye con el tiempo contra las enfermedades graves y la hospitalización, aunque el descenso es mucho menos significativo.
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