El sacerdote Gustavo Gutiérrez, conocido por ser el padre de la Teología de la Liberación, falleció el martes en Lima, Perú, a los 96 años de edad.
«La Provincia Dominicana de San Juan Bautista del Perú lamenta informar que el día de hoy, 22 de octubre de 2024, ha partido a la casa del padre nuestro querido hermano P. Gustavo Gutiérrez Merino», informó un comunicado firmado por Rómulo Vásquez, prior de la Provincia de los Dominicos en Perú.
El comunicado dio a conocer la noticia «con profundo pesar» y pidió oraciones para que el sacerdote «goce de la vida eterna».
Gutiérrez nació en 1928 en Lima y se ordenó sacerdote a los 31 años. A lo largo de su vida fue reconocido con más de 30 doctorados honoris causa por universidades e instituciones de todo el mundo.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Peruana expresó sus condolencias a la familia del sacerdote y a la familia Dominicana por su lamentable pérdida. Señaló que Gutiérrez dejó un «valioso legado teológico, humano y pastoral».
El sacerdote escribió numerosas obras en las últimas cuatro décadas siendo Teología de la Liberación, publicada en 1971, la más reconocida. La “teología de la liberación” fue prevalente en Latinoamérica entre las décadas de 1960 y 1980.
Esta escuela de pensamiento introdujo la lucha de clases y el pensamiento marxista directamente en la religión, e interpretó la compasión de Dios hacia la humanidad diciendo que los pobres deberían ser liberados –y que por lo tanto, los creyentes religiosos deberían participar en la lucha de clases para que los pobres obtengan un estatus de igualdad. Se utilizó la instrucción del Señor a Moisés de guiar a los judíos fuera de Egipto, como base teórica de la creencia de que el Cristianismo debería liberar a los pobres.
La teología de la liberación fue muy elogiada por Fidel Castro, líder del Partido Comunista de Cuba.
A pesar de que la Iglesia Católica tradicional se resistió a la proliferación de las llamadas teologías emergentes, el nuevo Papa designado en 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio, invitó a Gutiérrez a asistir a una conferencia de prensa en el Vaticano el 12 de mayo de 2015 como invitado principal, mostrando así el consentimiento y el apoyo tácito de la Iglesia Católica actual a la teología de la liberación.
Ese año, Gutiérrez dijo en una de sus últimas entrevistas en el Vaticano que «nunca hubo una condena» por parte de la Iglesia Católica contra la Teología de la Liberación.
«No ha habido nunca una condena a la teología de la Liberación. Nunca. Si se ha dicho esto, no es verdad. Sí hubo un diálogo con la congregación [de la Doctrina de la Fe]. Un diálogo muy crítico, eso es verdad», explicó.
Durante el papado de Joseph Ratzinger, conocido como Benedicto XVI, se publicaron varios documentos de la Congregación de la Doctrina de la Fe, en la que la teología fue criticada duramente.
Gutiérrez admitió que a partir del papado de Francisco hubo una mejoría en «las relaciones personales y la comprensión de lo que es la teología de la liberación».
Para el filósofo, la teología de la liberación es como «una carta de amor a Dios, a la fe y al pueblo, que se puede escribir durante la vida de diferentes maneras, pero siempre con la misma fidelidad y el mismo amor».
En varias partes del mundo aparecieron muchas teologías emergentes similares a la teología de la liberación, como la “teología de la liberación negra”, la “teología feminista”, la “teología queer”, la “teología liberal”, e incluso la “teología de la Muerte de Dios”. Estas teologías alteraron enormemente las creencias católicas y cristianas, entre otras creencias ortodoxas, en todo el mundo.
Entérese más sobre como el comunismo se ha infiltrado en la religión aquí.
Con información de EFE y The Epoch Times
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