Familiarícese con su Qi

Qi, pronunciado «chi», es un nombre chino que describe todos los tipos de energías vitales humanas. La parte superior del carácter chino de Qi, 氣, representa energías como el aire, y la parte inferior representa alimentos como el arroz.

En la antigua medicina china, este carácter indica dos fuentes de Qi que el cuerpo humano necesita para sobrevivir y prosperar: el aire y la comida.

Podemos dar por sentado que nuestra vida comienza con nuestra primera bocanada de aire y termina con la última, pero el aire es vital. Tenemos que seguir comiendo y respirando para mantenernos vivos, desarrollarnos, reproducirnos y vivir. Por lo tanto, la traducción apropiada del Qi podría ser energías vitales en paralelo con los químicos vitales que el cuerpo necesita, tales como las vitaminas.

Proteja la fuente de su Qi

Nuestro sistema respiratorio lleva aire dentro y fuera de nuestro cuerpo. Nuestro sistema cardiovascular hace circular el oxígeno que respiramos, por lo que es utilizado por nuestros órganos y tejidos, y lleva dióxido de carbono a nuestros pulmones para ser exhalado.

Nuestro sistema digestivo digiere y absorbe los alimentos. Metaboliza los alimentos absorbidos en una forma de energía en un proceso conocido en la bioquímica moderna como el Ciclo de Krebs.

El Qi se obtiene del aire y la comida se llama Qi postnatal.

Sin embargo, nuestras vidas comienzan cuando somos concebidos. La energía vital que inicia la concepción y el crecimiento de un feto proviene del óvulo de la madre fertilizado por el padre, y más tarde por el Qi de la madre durante el embarazo. Esto se llama Qi prenatal, el cual es crítico para apoyar el desarrollo inicial de un niño. Por lo tanto, la salud de los padres es muy importante para la salud de sus hijos.

Los estudios han demostrado que la edad paterna avanzada podría estar asociada con un riesgo ligeramente mayor de aborto espontáneo o nacimiento de mortinatos, ciertos defectos congénitos poco frecuentes (incluyendo defectos en el desarrollo del cráneo, las extremidades y el corazón), trastorno del espectro autista, esquizofrenia y leucemia linfoblástica aguda infantil. Y por supuesto, si los padres fuman o beben, puede afectar seriamente la salud del feto.

Esté al tanto del estado de su Qi

El Qi, como el aire o la electricidad, es invisible al ojo humano. Sin embargo, uno experimenta las funciones de su Qi mientras vive. La temperatura del cuerpo es una de ellas. Cuando el Qi es equilibrado y suficiente, la temperatura del cuerpo está en el rango normal y puede autorregularse contra el cambio de clima. Cuando la temperatura del cuerpo es un grado más alta o más baja de lo normal, uno se siente muy incómodo. Una temperatura corporal más alta puede indicar infección; una temperatura corporal más baja puede ser el resultado de funciones tiroideas y suprarrenales insuficientes.

El latido del corazón es otra función crítica del Qi. El latido de nuestro corazón mueve la sangre a cada parte del cuerpo, incluyendo la piel, los músculos, los órganos internos, las extremidades y el cerebro. Lo llamamos Qi del corazón. Cuando medimos la actividad electrónica del corazón usando electrocardiogramas, en realidad estamos midiendo el Qi del corazón. Cuando el Qi del corazón es deficiente, uno puede experimentar mala circulación sanguínea, falta de aliento y, en casos más graves, insuficiencia cardíaca. Cuando el Qi del corazón está estancado o bloqueado, uno puede experimentar dolor o angina en el pecho. Esto puede ser un precursor de un ataque cardíaco en toda regla.

Una buena digestión implica la movilidad de los sistemas digestivos, el esófago, los intestinos y la vesícula biliar. Esta es otra función del Qi. Estos órganos pueden quedar paralizados cuando el Qi es deficiente.

Las neuronas se comunican a través de transmisiones electrónicas en el cerebro y el sistema nervioso. Este proceso depende del Qi de cada órgano interno para que funcione con normalidad. Cada sistema de órganos internos contribuye específicamente a la función única del cerebro.

Por ejemplo, el riñón y la vejiga ayudan con la coordinación y las funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la motivación; estos órganos ayudan a oír y a experimentar el miedo en situaciones peligrosas. El hígado y la vesícula biliar ayudan con funciones ejecutivas como la planificación, la elaboración de estrategias, el establecimiento de prioridades, la organización y la toma de decisiones. Esta combinación ayuda a regular el sueño, la visión y las experiencias de ira en situaciones injustas.

El Qi suministrado al cerebro por todos los órganos internos puede medirse a través de un electroencefalograma cuantitativo (qEEG) y una deficiencia de esta energía puede contribuir a varias disfunciones cerebrales y mentales, como la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la demencia, los déficit de atención (ADHA) y los trastornos del sueño.

El Qi de los órganos internos también proporciona nutrición y función inmunológica a todo el cuerpo. Cuando usted contrae una infección o se siente mal, necesita investigar qué es lo que ha comprometido el Qi de sus órganos internos, especialmente en el área de la angustia emocional y los déficits del estilo de vida.

Cuando tienes una imagen clara de tu Qi, puedes ocuparte mucho mejor de él. La razón por la que la gente dice que eres lo que comes y piensas es porque ellos contribuyen a tu Qi. Aquí añadiremos: tú también eres lo que respiras. En una palabra, ¡tú eres tu Qi!

El Dr. Jingduan Yang es neurólogo, psiquiatra y experto en acupuntura, medicina china y medicina integral. Fundó Yang Institute of Integrative Medicine, la Clínica Tao de Acupuntura y el Instituto Americano de Acupuntura Clínica. El Dr. Yang es coautor de dos libros: «De cara al Este: Secretos antiguos de salud y belleza para la edad moderna» y «Acupuntura clínica y medicina china antigua».

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