Según un nuevo estudio de Oxford, el fenofibrato, un fármaco para el colesterol de uso común, podría ayudar a prevenir las enfermedades oculares en los pacientes diabéticos.
Los investigadores descubrieron que los pacientes diabéticos con retinopatía o maculopatía vieron una reducción progresiva de su enfermedad en un 27 por ciento mientras tomaron fenofibrato durante cuatro años.
En comparación con los que tomaron un placebo, las personas que utilizaron el fármaco vieron reducido en 6.5 puntos porcentuales el riesgo absoluto de necesitar nuevas derivaciones clínicas.
Aunque el fenofibrato se utiliza habitualmente para reducir el colesterol, también puede reducir la inflamación y tener efectos protectores vasculares. Ambas características podrían mejorar la enfermedad ocular en pacientes diabéticos.
Los resultados proceden del ensayo LENS (Reducción de eventos en retinopatía no proliferativa en Escocia). Fueron presentados en las 84 Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en Orlando, Florida, y publicados simultáneamente en el New England Journal of Medicine Evidence el 21 de junio.
«La retinopatía diabética sigue siendo una de las principales causas de pérdida de visión y necesitamos estrategias sencillas que puedan utilizarse ampliamente para reducir la progresión de la enfermedad ocular diabética», afirmó en un comunicado de prensa David Preiss, profesor asociado de Oxford Population Health. «Los resultados del ensayo LENS sugieren que el fenofibrato puede ser un complemento valioso para tratar a las personas con retinopatía diabética».
La retinopatía diabética se produce cuando los altos niveles de azúcar en sangre dañan los pequeños vasos sanguíneos de la retina, una capa de tejido sensible a la luz situada en la parte posterior del globo ocular. La retina convierte la luz en señales eléctricas que el cerebro interpreta como imágenes.
Si no se trata durante años, la enfermedad puede causar reducción de la agudeza visual y ceguera. Otros síntomas son hemorragias, desprendimiento de retina y nuevos cánceres oculares.
Además de reducir la progresión de la enfermedad ocular, los autores descubrieron que el fenofibrato reducía la probabilidad de que los pacientes necesitaran tratamiento para la retinopatía y su riesgo de desarrollar edema macular. Esta afección se produce cuando se acumula líquido en la parte central de la retina, causando visión borrosa.
«El tratamiento con fenofibrato pareció tener una eficacia similar en participantes con diabetes de tipo 1 y de tipo 2», escribieron.
Reducción del 27 por ciento en la progresión de la enfermedad
El ensayo se realizó en el marco del programa escocés de cribado ocular diabético e incluyó a 1151 adultos con retinopatía diabética precoz o maculopatía, enfermedad que afecta a la mácula del ojo. Podía participar cualquier paciente con diabetes, pero los pacientes con diabetes de tipo 1 constituían el 26 por ciento de los inscritos. La edad media de los participantes era de 61 años y el 73 por ciento eran hombres.
Los participantes en el estudio tomaron 145 miligramos de comprimidos de fenofibrato o un placebo durante cuatro años.
El equipo de investigación descubrió que el fenofibrato reducía la progresión de la enfermedad en un 27 por ciento.
Los autores dieron varias razones de por qué el fenofibrato puede beneficiar a los ojos.
El fenofibrato estimula el metabolismo y la descomposición de los lípidos en el organismo. Esta actividad se relacionó con efectos antiinflamatorios y protectores de los vasos sanguíneos, lo que puede beneficiar a la vasculatura retiniana.
Los estudios en animales demostraron que el fenofibrato reduce las fugas y la inflamación de la retina. Su forma activa también puede proteger la barrera hemato-retiniana. Sin embargo, los estudios en humanos no logran aún establecer sólidamente los efectos del fenofibrato en la reducción de los niveles de azúcar en sangre y los riesgos cardiovasculares.
Los autores recomiendan que los profesionales sanitarios colaboren con sus pacientes diabéticos y con oftalmólogos para crear un equipo de atención integral que evite las enfermedades oculares progresivas asociadas a la diabetes. El equipo señaló que «se recomienda el cribado de la retina diabética basado en la población para identificar a las personas con riesgo de padecer una enfermedad que ponga en peligro la visión y también puede facilitar una intervención más precoz en las personas con una enfermedad que no ponga en peligro la visión».
Seguridad del fármaco
El fenofibrato conlleva efectos secundarios, aunque las tasas de acontecimientos adversos graves fueron similares entre los grupos de fenofibrato y placebo. Entre las personas que tomaron el fármaco, el 36.1 por ciento experimentó acontecimientos adversos, mientras que el 35.5 por ciento del grupo placebo sí los experimentó.
Se sabe que el fenofibrato aumenta de forma reversible los niveles de creatinina en sangre, un tipo de proteína. La creatinina puede causar retención de líquidos, fatiga, náuseas, calambres musculares, dolor torácico y picor, y unos niveles elevados de creatinina pueden ser signo de problemas renales o hepáticos.
Treinta y cinco pacientes que tomaron fenofibrato murieron, frente a 38 participantes que tomaron el placebo. Los pacientes que tomaron fenofibrato también presentaron niveles más bajos de triglicéridos que los que tomaron el placebo, debido a los efectos reductores del colesterol del fármaco.
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