El 21 de mayo se aprobó en la Cámara de Representantes de Luisiana, a pesar de las objeciones de los demócratas, un proyecto de ley para reclasificar dos fármacos abortivos como «sustancias peligrosas controladas».
El proyecto de ley pretende penalizar la posesión de los fármacos mifepristona y misoprostol sin una receta válida. Aunque ambos se utilizan habitualmente para inducir el aborto —que está casi totalmente prohibido en Luisiana—, el misoprostol también se emplea para otros fines, como la atención de abortos espontáneos y para prevenir úlceras de estómago en ciertos pacientes.
Las personas que dispongan de receta médica podrán obtener y poseer legalmente el medicamento. Pero los demócratas expresaron su preocupación por que la nueva ley pudiera provocar retrasos en el tratamiento de las mujeres que sufren complicaciones derivadas de abortos espontáneos en un estado con una de las tasas de mortalidad materna más elevadas.
«Estos medicamentos afectan a la salud materna, que, como todos hemos discutido desde hace varios años, es realmente mala en Luisiana», dijo la representante estatal demócrata Mandie Landry antes de la votación.
La representante dijo que había sido inundada por llamadas y correos electrónicos de médicos que temían resultados negativos para sus pacientes.
Pero la representante estatal republicana Julie Emerson dijo que el proyecto de ley solo impediría obtener el fármaco a quienes tuvieran la intención de coaccionar a las mujeres para que aborten.
«Lo que este proyecto de ley va a hacer es asegurarse de que nuestras leyes puedan responsabilizar a aquellos individuos que están usando el engaño para dañar a las mujeres y a los niños no nacidos», dijo la Sra. Emerson, señalando que el asunto era personal para el patrocinador del proyecto de ley, el senador estatal Thomas Pressly.
La hermana del Sr. Pressly, Catherine Herring, ha compartido abiertamente su historia de cómo su entonces marido le suministró sin saberlo una píldora abortiva en un intento de matar a su hijo nonato.
«Intentó envenenar su bebida siete veces», dijo la Sra. Emerson. «Afortunadamente, con la ayuda de los regímenes de reversión de las píldoras abortivas, la sobrina del senador Pressly está viva hoy. Pero nació 10 semanas antes de tiempo y asiste a terapia varias veces a la semana».
El marido de la Sra. Herring fue condenado a 180 días en la cárcel del condado por sus delitos.
El proyecto de ley inicial que se originó en el Senado no incluía la enmienda para reclasificar la mifepristona y el misoprostol, pero creó el delito de «aborto criminal coaccionado mediante fraude».
El aborto ya está casi totalmente prohibido en el estado, salvo en casos que supongan una amenaza para la vida de la madre o impliquen una anomalía fetal mortal.
El proyecto de ley enmendado fue aprobado en la Cámara de Representantes por 66 votos a favor y 30 en contra, y ahora pasará al Senado para su aprobación.
Reacciones
Antes de la aprobación del proyecto de ley, el Comité Demócrata de Campañas Legislativas (DLCC) tachó la medida de «extrema» y «peligrosa».
«Es indignante que los republicanos del estado estén considerando imponer penas de cárcel por la posesión de medicamentos abortivos seguros y aprobados por la FDA», dijo en un comunicado el director de comunicaciones del DLCC, Abhi Rahman.
Pero Caitlin Connors, directora regional del sur de Susan B. Anthony Pro-Life America, dijo que clasificar los medicamentos abortivos como sustancias controladas «no debería ser controvertido».
«Al igual que la morfina y el Valium, los medicamentos en cuestión seguirán estando disponibles para su prescripción por razones médicas legítimas —como la atención de abortos espontáneos—, pero serán más difíciles de obtener para los abusadores», dijo la Sra. Connors en un comunicado de prensa.
«Esta medida es necesaria en un mundo en el que los demócratas proabortistas han permitido a los maltratadores coaccionar y envenenar a las madres con peligrosos medicamentos abortivos eliminando las visitas médicas en persona y dando inmunidad a los abortistas mediante leyes escudo. Las mujeres merecen algo mejor».
La reclasificación de los fármacos se produce en un momento en que la Corte Suprema de EE.UU. se dispone a pronunciarse sobre un recurso contra la relajación de las restricciones impuestas a la mifepristona por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., que incluye la posibilidad de prescribir el fármaco a través de consultas de telesalud y por correo.
Durante los argumentos orales en marzo, el tribunal no parecía dispuesto a limitar el acceso al medicamento por las objeciones de conciencia de un grupo de médicos. Hacerlo, dijo el juez Neil Gorsuch, sería «un curso correctivo relativamente nuevo que esta Corte nunca ha adoptado por sí mismo».
La Corte aún no ha emitido un fallo sobre el asunto, pero se espera que lo haga a finales de junio.
Catherine Yang contribuyó a este reportaje. Con información de The Associated Press.
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