WASHINGTON— Una agente especial del FBI y fiscales federales negaron las acusaciones de los abogados defensores en el juicio por conspiración sediciosa de los Proud Boys de que una informante pagada espiaba a los acusados y a sus abogados.
La agente especial del FBI, Kristina Spindel, dijo que la oficina nunca pidió a la informante en cuestión que vigilara a los equipos de defensa y que ella no proporcionó información sobre ellos al gobierno, según una declaración presentada el 23 de marzo ante la corte del juez de distrito, Timothy Kelly.
La informante «no tenía la tarea de recopilar información sobre los acusados en el caso», escribió Spindel. «El FBI no preguntó a la CHS-SA [fuente humana confidencial] sobre ningún conocimiento de los acusados, incluido Enrique Tarrio, o de los otros acusados en este asunto».
La informante, que estaba adscrita a la oficina del FBI de San Antonio, proporcionó información a los agentes sobre dos de los acusados de los Proud Boys en 2019, pero la información «no pertenecía a su condición de acusados en este asunto», dijo Spindel.
El FBI puso fin a su relación con la mujer, como informante, en enero, después de enterarse de que ella ya se había sentado para declarar por deposición con los abogados defensores de los Proud Boys, añadió Spindel.
El juez Kelly suspendió el juicio penal de cinco Proud Boys el 22 de marzo, cuando los abogados defensores se enteraron de que uno de sus propios testigos había trabajado como informante del FBI durante al menos 22 meses.
Según el juez, los abogados defensores hasta las 7 a.m. del 24 de marzo, para proporcionar «información fáctica que pueda ayudar a la resolución judicial de la disputa de las partes».
Asistió a reuniones de oración
La informante interactuó con al menos un abogado defensor y tuvo contacto con las familias de los acusados, escribió la abogada Carmen Hernández en una moción, solicitando una audiencia de emergencia sobre el tema.
«Durante este período de tiempo, la CHS había estado en contacto por teléfono, mensajes de texto y otros medios electrónicos con uno o más de los abogados de la defensa y al menos un acusado», escribió Hernández. «Durante este período de tiempo, la CHS también participó en reuniones de oración con miembros de una o más de las familias de los acusados».
Los acusados en el juicio son Zachary Rehl, el expresidente de los Proud Boys Enrique Tarrio, Joseph Biggs, Ethan Nordean y Dominic Pezzola.
Los hombres están acusados de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir procedimientos oficiales, obstrucción de procedimientos oficiales y conspiración para impedir que ciertos funcionarios federales desempeñaran sus funciones en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021. Tarrio, Rehl, Nordean y Biggs se enfrentan a nueve cargos penales relacionados con la violación del Capitolio, y Pezzola se enfrenta a 10 cargos.
La fiscal Denise Cheung calificó de «infundados» los argumentos de los abogados defensores sobre el espionaje.
Ni la fiscalía ni el FBI tienen notas, informes o grabaciones del equipo de la defensa porque nunca las buscaron ni recopilaron, escribió Cheung en una respuesta presentada ante el tribunal el 23 de marzo.
Las acusaciones de espionaje fueron el último capítulo de un dramático juicio en el que la defensa ha acusado a los fiscales federales y al FBI de fabricar, ocultar y destruir pruebas. En febrero, los acusados afirmaron que una evidencia clave del caso le fue plantada a Tarrio.
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