Un funcionario del FBI pareció reconocer el jueves que el buró clasificó el tiroteo masivo que dejó a un representante de Estados Unidos en estado grave e hirió a varios agentes de la Policía del Capitolio de Estados Unidos como un «suicidio por policía«.
Brad Wiegmann, fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, dijo durante su intervención inicial en una audiencia del Congreso en Washington que James Hodgkinson era un terrorista doméstico.
Hodgkinson, un activista liberal que apoyaba al senador Bernie Sanders (I-Vt.), abrió fuego en un campo de Alexandria, Virginia, mientras el equipo de béisbol del Congreso republicano practicaba en 2017. El representante Steve Scalise (R-La.) se salvó a duras penas, y varios de los presentes, incluidos algunos agentes de seguridad, fueron alcanzados por las balas.
Varios legisladores republicanos revelaron hace unas semanas que unos agentes del FBI les informaron que el buró clasificó el incidente como «suicidio por policía», a pesar de que las pruebas apuntaban a que se trataba de un ataque terrorista doméstico.
El representante Robert Aderholt (R-Ala.), en una audiencia del Subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, se refirió a las declaraciones de Weigmann, diciendo a la funcionaria del FBI Jill Sanborn que el atacante «era un desquiciado partidario de Bernie Sanders que tenía una lista de miembros republicanos del Congreso en su bolsillo cuando emboscó al grupo».
Se preguntó si el FBI había reclasificado el incidente a la luz de las críticas que ha recibido.
«Es justo decir que el atacante estaba motivado por el deseo de cometer un atentado contra miembros del Congreso y sabía que al hacerlo probablemente sería asesinado en el proceso. Casos como éste son un reto porque se dejaron un par de pistas, pero murió en el proceso, lo que no nos permitió examinar a fondo, por ejemplo, a través de una entrevista, sus motivaciones», dijo Sanborn, la subdirectora de la División Antiterrorista del FBI, en la audiencia.
«Este es un buen ejemplo de lo que hablaré a medida que avancemos hoy… una tendencia que empezamos a ver más o menos en 2016, que es que la motivación y lo que llevó a alguien a movilizarse es un agravio muy personalizado que tiene, lo que es algo diferente de la amenaza de terrorismo doméstico en años pasados. También hay indicadores de que el atacante tenía la intención de que el tiroteo fuera su último acto en la Tierra, pero esas cosas no son incompatibles con alguien que está motivado por una variedad de factores para cometer actos violentos basados en una mezcla de motivaciones personales, y esta conducta es algo que hoy caracterizaríamos como un evento de terrorismo doméstico».
Aderholt presionó a Sanborn, preguntándole si el tiroteo de 2017 se considera ahora terrorismo doméstico.
«Si ocurriera hoy, lo abriríamos como un caso de terrorismo doméstico», respondió.
Cuando le preguntaron por el fundamento de la decisión de no clasificarlo como terrorismo doméstico, pareció confirmar que no lo era.
«No estoy al tanto de los fundamentos. No estaba en mi puesto en ese momento, así que tendría que volver a informarle sobre los detalles de cuál fue el razonamiento», dijo.
«Pero al volver a analizarlo y, honestamente, con la tendencia que hemos visto de esa motivación de agravio personalizada, encaja perfectamente en el fenómeno del que el director y yo hemos hablado a menudo, que es esta mezcla muy personalizada de ideologías que motivan a alguien».
El FBI se había negado previamente a hacer declaraciones sobre la clasificación del ataque.
Hodgkinson llegó al campo de béisbol el 14 de junio de 2017 por la mañana. Preguntó a alguien de allí si eran legisladores republicanos o demócratas los que practicaban y le dijeron que eran republicanos. Se quedó y pronto abrió fuego. Las balas alcanzaron a Scalise y a dos agentes de la Policía del Capitolio.
Hodgkinson había hecho una serie de publicaciones en las redes sociales a favor de los legisladores y las políticas demócratas, y contra el expresidente Donald Trump y los republicanos.
El fiscal de Virginia, Bryan Porter, dijo en un informe sobre el tiroteo que se trataba de un acto de terrorismo.
Scalise abordó el asunto en un tuit reciente, escribiendo: «Me disparó un izquierdista desquiciado que llegó al campo de béisbol con una lista de republicanos del Congreso a los que matar. Esto NO fue un ‘suicidio por policía’. Fin de la historia».
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