Felices para siempre: Creando un amor que perdure

Queridos matrimonios:

¿Todavía sienten amor por la persona con la que se casaron? En realidad espero que sí. Pero en muchos matrimonios, los sentimientos de afecto son sustituidos por emociones negativas. Por eso, ya que se acerca el día de San Valentín, me gustaría compartir algunas ideas para crear un amor que pueda soportar los altibajos de la vida.

Cuando digo amor, no me refiero, por supuesto, a la sensación de mariposas en el estómago, de emoción y de amor. Este tipo de amor tan romántico y dichoso, el que celebramos en San Valentín, suele durar solo un par de años. Pero más allá de esta fase de la luna de miel, es posible —mediante el esfuerzo, el sacrificio y, a veces un reajuste de prioridades— mantener la calidez, la conexión y el profundo aprecio por su pareja.

Lenguajes del amor

El concepto de «lenguajes del amor» se cristalizó a partir del trabajo del consejero y autor Gary Chapman, quien pasó años tratando de entender por qué las parejas que acudían a él decían que expresaban amor a su pareja, mientras que las parejas decían que no lo recibían.

Chapman descubrió que en todas las culturas hay cinco formas de dar y recibir amor: el contacto físico, los elogios, los actos de servicio, los regalos y el tiempo de calidad que pasan juntos. Lo que descubrió es que cada uno de nosotros tiene un lenguaje primario que nos hace sentir amados. Sin embargo, a menudo el lenguaje primario de nuestra pareja es diferente del que nosotros pensamos que es, así que, por ejemplo, un esposo puede colmar a su esposa de regalos, mientras que lo que ella realmente quiere es afecto físico o que valoren su papel.

Por eso, aprender cuál es el lenguaje del amor de su pareja y utilizarlo para comunicarse a menudo con él o ella es una buena manera de empezar a construir su vínculo.

Hábitos de amor

Además de los lenguajes del amor, Chapman también estudió los atributos de las personas que tienen éxito en el amor, y destiló siete características clave: amabilidad, paciencia, perdón, cortesía, humildad, generosidad y honestidad. Estas virtudes se aplican a cualquier relación, pero sin duda constituyen una base sólida para el matrimonio.

En su libro «El amor como forma de vida», Chapman da un ejemplo de cómo la amabilidad puede transformar un matrimonio:

«Un esposo compartió su experiencia: ‘Yo había sido duro con mi esposa cortando sus ideas y diciéndole que lo que decía no era lógico. Le levanté la voz y le dije exactamente lo que pensaba. Ella salió de la habitación y yo volví a ver el partido de béisbol en la televisión. Treinta minutos después, entró con un sándwich, patatas fritas y una Coca-Cola, todo bien dispuesto en una bandeja. Colocó el plato en mi regazo y dijo: ‘Te quiero’. Luego me dio un beso en la mejilla y se fue. Me quedé sentado pensando. Esto no está bien. Esto no debería ocurrir. (…) Su amabilidad me abrumó. Dejé la bandeja, fui a la cocina y me disculpé».

El libro contiene muchas anécdotas esclarecedoras y apoyo práctico para ayudarle a desarrollar una relación más amorosa.

Naturalezas masculina y femenina

La falta de comprensión de las naturalezas diferentes y complementarias de hombres y mujeres es un gran obstáculo en muchos matrimonios modernos. Aunque tanto los hombres como las mujeres son capaces de hacer el trabajo que tradicionalmente se asigna al otro género, por ejemplo, los hombres pueden hacer un buen trabajo cuidando a los niños y las mujeres pueden ser exitosas proveedoras de alimentos, la realidad es que cuando se les da a elegir, la mayoría de la gente hace elecciones de estilo de vida que siguen los roles tradicionales de género porque es lo que les resulta más satisfactorio.

Por ejemplo, los hombres tienen un deseo natural de proteger y proveer, y las mujeres quieren una pareja fuerte y protectora. Las mujeres también tienen un deseo natural de criar hijos. A menudo, cuando una mujer llega a los 30 años, sus prioridades cambian drásticamente, pasando de centrarse en la carrera a hacerlo en la familia, y muchas mujeres prefieren trabajar a tiempo parcial o no hacerlo para poder quedarse en casa con sus hijos pequeños.

En diversas conferencias y entrevistas, el psicólogo canadiense Jordan Peterson señala que ha visto a muchas mujeres que, tras llegar a lo más alto de sus campos, deciden dejarlo a los 30 años porque, sencillamente, les resulta más significativo pasar tiempo con sus familias.

Cuando las parejas toman decisiones ajenas a los roles tradicionales, su relación podría verse alterada; por ejemplo, las mujeres pueden estar menos satisfechas como principales generadoras de ingresos después de la llegada de los hijos, y el estrés y los resentimientos derivados pueden afectar seriamente al matrimonio.

Las mujeres lideran las relaciones

Otra faceta de las naturalezas masculina y femenina es que, cuando se trata del tenor de una relación, las mujeres son las que marcan el tono. Esto significa que muchos problemas surgen del lado de la mujer (aunque parezca que provienen del hombre) y que ella puede contribuir mucho para propiciar la armonía.

En general, los hombres son menos emocionales y más sencillos en sus deseos, en comparación con las mujeres, que suelen ser más inteligentes emocionalmente, pero también más críticas y fácilmente insatisfechas.

El chiste de la tienda de maridos ilustra esta diferencia:

Se inaugura en la ciudad una tienda que vende maridos. Un cartel en la entrada explica que hay seis plantas y que el valor del marido aumenta en cada planta. Sin embargo, una mujer solo puede entrar en la tienda una vez y solo puede subir los pisos o salir del edificio.

En el primer piso de la Tienda del Marido hay hombres que tienen trabajo. En el segundo tienen trabajo y son buenos con los niños. En la tercera, además de tener trabajo y ser buenos con los niños, también son atractivos. En la cuarta planta, los hombres también ayudan con las tareas domésticas, y en la quinta, además de todos los demás atributos, los potenciales maridos tienen una fuerte vena romántica.

La mayoría de las mujeres que acuden a la tienda piensan: «Vaya, me pregunto cómo serán los hombres de la planta superior». En la sexta planta, encuentran un cartel que dice:

«Usted es la visitante 31,456,012 de esta planta. En esta planta no hay hombres. Esta planta existe únicamente como prueba de que es imposible complacer a las mujeres. Gracias por comprar en la Tienda del Marido».

Al otro lado de la calle está la Tienda de la Esposa, solo se visitan los dos primeros pisos.

Tener un alto nivel de exigencia y estar en sintonía con las propias emociones es bueno hasta cierto punto, pero el yin necesita del yang para equilibrarse, y también las mujeres se benefician si los hombres son estoicos. Si ella sustituye las críticas por el deseo de satisfacer los deseos relativamente sencillos de él, se verá recompensada con afecto.

Para obtener más información sobre esto y consejos útiles para asumir lo mejor de la feminidad tradicional, recomiendo el libro «La mujer fascinante» de Helen Andelin.

En conclusión, el mensaje que espero que saque de todo esto es que, a pesar de lo que pueda haber escuchado, puede construir un vínculo fuerte y duradero con su pareja y vivir juntos su propio «felices para siempre». La advertencia es que tendrá que sacrificar, pero por supuesto esto ocurre para lograr cualquier cosa que valga la pena.

Sinceramente,

June

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