Filtración de datos: fichan a 5000 extranjeros en una base de datos de vigilancia avanzada de China

Por Daniel Y. Teng
01 de abril de 2021 8:19 AM Actualizado: 01 de abril de 2021 8:19 AM

Más de 5000 extranjeros fueron rastreados durante sus visitas a China continental entre 2017 y 2018, según la última filtración de datos de una institución china. Algunos individuos de la lista dicen haber estado solo un día en China o haber estado de paso por Shanghai.

Un experto en ciberseguridad afirma que la última filtración de datos es única por su mayor sofisticación, que incluye el uso del reconocimiento facial y la recopilación de identificaciones de pasaportes.

La información fue recopilada por la Oficina de Seguridad Pública de Shanghai, una rama a nivel local del principal organismo de vigilancia de Beijing, el Ministerio de Seguridad Pública.

La filtración de datos contiene más de 1.1 millones de registros de vigilancia e incluye información sobre 25,000 «personas de interés» en China, así como 5000 extranjeros, entre los que se encuentran funcionarios de gobierno, empleados de Mitsubishi y trabajadores del gigante manufacturero estadounidense 3M.

Los piratas informáticos encontraron la base de datos desprotegida, denominada «Terrorista uigur», en una plataforma de código abierto, y la facilitaron a funcionarios de seguridad australianos, a organizaciones de medios de comunicación y a la empresa de ciberseguridad Internet 2.0, con sede en Canberra, según la Australian Broadcasting Corporation.

La información recopilada por la Oficina de Seguridad Pública de China (PSB, por sus siglas en inglés) incluía fotos de reconocimiento facial y de vehículos, datos de inmigración, informes de delatores, los datos del pasaporte y las fotos de los extranjeros, que se recabaron cuando viajaron a Shanghai en 2017.

Más de 161 ciudadanos australianos fueron fichados por la PSB cuando pasaron el control de inmigración en el aeropuerto internacional de Pudong de Shanghai en 2018.

Varios pasajeros son revisados por el personal de seguridad del aeropuerto a su llegada al Aeropuerto Internacional de Shanghai Pudong en Shanghai, China, el 18 de marzo de 2020. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

También se descubrió una lista de vigilancia que contenía información sobre los empleados de 976 empresas (de propiedad china y extranjera).

Las personas incluidas en esta lista fueron señaladas por tener acceso a productos químicos peligrosos, medicamentos y material apto para la fabricación de explosivos. Hasta una cuarta parte de estas empresas eran de propiedad extranjera, entre ellas 3M, Mitsubishi y el titán farmacéutico alemán Bayer.

Hasta 48 empleados fueron rastreados con cámaras de reconocimiento facial mientras se desplazaban por el puerto Jinshan de Shanghai.

Los vehículos también fueron rastreados con un sistema de «vigilancia inteligente de vehículos», que obligaba a los propietarios a instalar un sistema de seguimiento por GPS en sus vehículos si trabajaban con materiales peligrosos.

Un policía paramilitar chino hace guardia frente a varias cámaras de seguridad en la Plaza de Tiananmen en Beijing el 8 de abril de 2019. (STR/AFP vía Getty Images)

Varios australianos de Ernst and Young, el National Australia Bank, Telstra, la Compañía Agrícola Australiana, el Departamento de Asuntos Exteriores y un grupo de medios de comunicación también figuraban en el registro de datos.

Janis Manning, copropietaria de la publicación Mediaweek, dijo a la ABC que solo estuvo en Shanghai para una escala de un día.

«Estoy más intrigada y desconcertada que otra cosa», dijo Manning.

«Solo creo que he aparecido en alguna base de datos, posiblemente porque a lo largo de mi carrera he estado relacionada con los medios de comunicación en algunos puestos de responsabilidad», añadió.

Matthew Warren, profesor de ciberseguridad del Royal Melbourne Institute of Technology, que ha visto de primera mano cómo funciona la red de vigilancia de Beijing, señaló que los organismos de ámbito local también participaron en el avance de la vigilancia del régimen chino.

«Lo que la base de datos también muestra es lo estrechamente que operan la Red de Televisión de Circuito Cerrado (CCTV) y los sistemas biométricos para aunar todos los aspectos de la vigilancia», dijo a The Epoch Times en un correo electrónico.

«Demuestra que el gobierno chino tiene un sistema totalmente integrado que podría extenderse también a los drones», añadió, señalando que le mostraron drones de vigilancia 5G durante una visita anterior a China.

En esta foto, tomada el 22 de mayo de 2012, se muestra un dron de vigilancia en Beijing. Los drones que China planea desplegar son pequeños aviones de hélice que pueden despegar desde barcos. (STR/AFP/Getty Images)

El proyecto Skynet del PCCh es un proyecto de vigilancia masiva centralizada en curso, vinculado a más de 200 millones de cámaras de videovigilancia en todo el país y que incluye tecnologías de recogida de datos biométricos como el reconocimiento facial.

La última filtración de la PBS también contenía las identidades de 25,000 personas de interés, entre ellas uigures, disidentes políticos, niños, presuntos delincuentes y personas con enfermedades mentales.

Un subconjunto de esa lista contenía los datos de 10,000 personas que encajan en una de las siete categorías enumeradas por el Ministerio de Seguridad Pública, entre ellas las que «perturban el orden social» o los «peticionarios», personas que presentan quejas oficiales contra funcionarios corruptos del gobierno.

Los detalles de miles de informantes de la policía también figuraban en los registros telefónicos del conjunto de datos, incluidos los nombres, las direcciones de los domicilios y los números de teléfono.

Un uigur, marcado como «presunto terrorista», y que ahora vive en Turquía, cree que fue fichado en la base de datos cuando hizo una visita de un día a Shanghai Disneyland en 2017. En ese momento se encontraba en Hangzhou.

Alrededor de 8000 uigures fueron señalados por «sospecha de terrorismo» y otros supuestos delitos.

El año pasado, la empresa de ciberseguridad Internet 2.0 también participó en el desciframiento y el análisis de otras dos importantes filtraciones de datos de China, la de Zhenhua Data y la de la lista de miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) de Shanghai.

Una pantalla muestra la interfaz de un sistema de reconocimiento facial e inteligencia artificial en el campus Bantian de Huawei en Shenzhen, China, el 26 de abril de 2019. (Kevin Frayer/Getty Images).

Michael Shoebridge, director de defensa del Australian Strategic Policy Institute, dijo que esta última filtración era de amplio alcance y no apuntaba a los habituales individuos de alto perfil que contenían los conjuntos de datos anteriores.

«Un enorme número de sus propios ciudadanos, incluidos niños de 4 años y familias que visitan Shanghai Disneyland, son etiquetados alegremente como terroristas por las agencias del PCCh», dijo a The Epoch Times.

«Uno puede quedar perplejo y desconcertado por el tipo de personas y la información sobre ellas que recogen las agencias de seguridad chinas», añadió, diciendo que la masa de información significa que el PCCh tiene influencia para señalar a los individuos para que defiendan a Beijing o sean desacreditados.

Sin embargo, Shoebridge señaló que las grandes filtraciones de datos chinos se producen con regularidad.

«A pesar de las enormes inversiones en ciberseguridad, control de internet, vigilancia y una autoridad central profundamente controladora», dijo. «Se trata de una gran vulnerabilidad en el modelo de funcionamiento del Partido que parece estar creciendo, no contrayéndose».


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