Se filtró desde un laboratorio respaldado por EE.UU.

Por Jeffrey A. Tucker
07 de junio de 2024 6:57 PM Actualizado: 07 de junio de 2024 6:57 PM

Opinión

Para The New York Times, que inició todo este fiasco el 27 de febrero de 2020 con un podcast diseñado para generar pánico por las enfermedades, desde entonces todo ha sido ir soltando la verdad poco a poco.

Hace quince días, el periódico finalmente decidió informar sobre los daños causados por las vacunas que la gran mayoría nunca necesitó y que no detiene ni la infección ni la transmisión. Y ahora, a fecha del 3 de junio, tenemos un artículo tan decisivo como se pueda imaginar que demuestra que «un accidente de laboratorio es la explicación más parsimoniosa de cómo empezó la pandemia».

«Tanto si la pandemia empezó en una mesa de laboratorio o en un puesto de mercado, es innegable que la financiación federal estadounidense ayudó a crear una colección sin precedentes de virus similares al SARS en el instituto de Wuhan, además de contribuir a la investigación que los mejoró», dice el artículo. «Los defensores y financiadores de la investigación del instituto, incluido el Dr. Fauci, deben cooperar con la investigación para ayudar a identificar y cerrar las lagunas que permitieron que se llevara a cabo un trabajo tan peligroso. El mundo no debe seguir soportando los riesgos intolerables de una investigación con potencial para provocar pandemias».

La autora es la científica Alina Chan, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. A efectos de documentación, repasemos los puntos que ella plantea.

1. El virus similar al SARS que causó la pandemia surgió en Wuhan, provincia de Hubei, ciudad china donde se encuentra el laboratorio de investigación de virus similares al SARS más importante del mundo.

2. El año anterior al brote, el instituto Wuhan, en colaboración con socios estadounidenses, había propuesto crear un virus con la característica definitoria del SARS‑CoV‑2.

3. El laboratorio de Wuhan llevó a cabo este tipo de trabajo en condiciones de baja bioseguridad que no podrían haber contenido un virus aerotransportado tan infeccioso como el SARS-CoV-2.

4. La hipótesis de que COVID-19 procedía de un animal del mercado de marisco de Huanan, en Wuhan, no está respaldada por pruebas sólidas.

5. Continúan faltando las pruebas clave que cabría esperar si el virus hubiera surgido del comercio de animales silvestre.

Hay que tener en cuenta que las personas que decían exactamente esto desde el principio de la crisis fueron censuradas por las redes sociales a instancias de las agencias gubernamentales. Personalidades de los medios de comunicación ridiculizaron esta opinión. La tildaron de teoría conspirativa descabellada, indigna de cualquier persona respetable y responsable. Esto duró tres años, con resultados brutales. La gente perdió grandes canales y seguidores y cuentas en las redes sociales. Esto arruinó medios de vida enteros.

Ahora, cuatro años después, el periódico oficial está dispuesto a admitir que fue cierto desde un principio.

Sí, es exasperante.

¿Por qué es importante? Porque es el punto de inflexión en la historia de la civilización moderna. Todos los altos funcionarios de salud pública tenían sospechas de esto desde el principio. Lo sabemos por sus propios escritos.

En lugar de abrir una investigación clara y abierta, siguieron un camino diferente: Negar la filtración, implementar el supuesto antídoto (vacuna), utilizar tecnología experimental y encerrar a la población mundial para detener la propagación, de modo que la vacuna se llevara el mérito de haber acabado con la pandemia.

Ese es el resumen de lo que ocurrió, basado en mis cuatro años de investigación sobre esto. En otras palabras, para desviar la culpa, estas personas idearon un plan audaz para acabar con los derechos y libertades en todo el mundo, en un intento inútil de prohibir que la exposición natural pusiera fin con la ola patógena (como siempre había ocurrido antes). En lugar de ello, utilizarían la crisis para impulsar la aprobación de una tecnología que nunca antes había recibido la aprobación de las regulaciones.

Esto explica el menosprecio de la inmunidad natural, la ausencia de pruebas de seroprevalencia, la retirada del mercado de genéricos reutilizados que podrían haber ayudado a las personas, el aumento de la censura de cualquier científico disidente y la ausencia total de cualquier investigación seria sobre la propagación temprana en el último trimestre de 2019. Es sencillamente una trama asombrosa de inmensa importancia para todo el mundo, todo ello derivado de un intento de encubrir una filtración de laboratorio.

Por eso el tema es importante. No se trata solo de una cuestión técnica. Es el primer capítulo de una novela salvaje y aparentemente ficticia de implicaciones apocalípticas. El subcomité de la Cámara de Representantes que investiga ahora la respuesta de la salud pública apenas está tocando la superficie en público, pero detrás de escena, los investigadores saben de sobra que están sucediendo mucho más cosas.

Aquí esta el punto clave. Los medios nacionales no quieren que se hable de esto. Las agencias no quieren que esto se investigue. Las empresas tecnológicas que censuraron a la gente todo el tiempo no quieren que esto se tenga en cuenta. Los demócratas ciertamente no quieren que se siga con este tema. Muchos republicanos no quieren que se examine esto en detalle.

Solo hay una fuerza que está impulsando todo esto, y es la opinión pública, que, a su vez, se alimenta del puñado de escritores, investigadores, científicos, madres y muchas otras personas de base que correctamente se niegan a dejar pasar esto.

Esta es la única razón por la que se están celebrando estas audiencias. Es el único camino para obtener la verdad.

De esto, estoy completamente convencido. Si pensamos que el pueblo estadounidense ya ha perdido la confianza en la salud pública y en el gobierno, es que aún no hemos visto nada. Una vez que toda la historia salga a la luz, y vamos en esta dirección, veremos un colapso sin precedentes.

El cronograma avanza demasiado lento. No hay excusa para que solo cuatro años después tengamos claridad sobre lo básico. Mientras tanto, no hay absolutamente ninguna base para aprobar más financiación para estas agencias o para la investigación en biodefensa y ninguna base para aprobar ningún nuevo tratado o acuerdo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No olvidemos que fue la OMS la que presionó para que el mundo copiara al Partido Comunista Chino en sus locos métodos de control de virus, violando los derechos humanos a una escala que nunca debería haberse tolerado en Occidente. Y sin embargo, basándose en ese consejo, Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y casi todas las naciones del mundo adoptaron estas políticas, en contradicción con todas las leyes y los derechos humanos.

De la nada, nuestra Constitución y nuestra Carta de Derechos fueron anuladas por burocracias de las que la mayoría de los estadounidenses no sabían absolutamente nada.

Es sorprendente que esto haya sucedido, y todavía estamos pagando un precio atroz en términos de inflación, pérdida de aprendizaje, exceso de muertes, colapso de la salud pública, expansión del gobierno, censura generalizada y mucho más.

En aquel momento parecía una ley marcial, y no está claro que esto haya desaparecido. Es absolutamente necesario saber la verdad. Más que eso, tenemos que repudiar cada parte de la respuesta al COVID-19, incluyendo los mandatos para obtener una vacuna que, de hecho, nunca se demostró que fuera segura o eficaz.

Así que sí, importa que este virus probablemente se filtró de un laboratorio financiado por Estados Unidos. Ese fue el principio de la historia. Hay mucho más sobre ello.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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