Comentario
Algunos huéspedes no se van por su propia cuenta. Como en la película titulada «Fin de semana con el muerto», California estuvo arrastrando el cadáver del socialismo durante las últimas dos décadas y, no hace falta decir, que el lugar está empezando a apestar.
Deshacerse de él es la tarea que tiene por delante California, lo que sin duda no hará. Pero si el socialista impenitente Bernie Sanders se convierte en el candidato presidencial demócrata, entonces si él es elegido, California es un anticipo de lo que vendrá en todo el país.
Bernie cayó por sorpresa…
Hace unos 20 años, el socialismo al estilo de Bernie Sanders pasó por California para hacer una visita y nunca más se fue. Se podría decir que ha «transformado fundamentalmente» el estado en algo casi irreconocible. También se podría decir que el socialismo ha tratado al estado de la misma manera en que una fiesta universitaria trata una casa alquilada en la playa.
De hecho, las consecuencias de las políticas socialistas al estilo de Bernie en Sacramento son tan trágicas como innecesarias. Con su economía de alta tecnología en Silicon Valley y en todo el estado, así como la industria del entretenimiento, bodegas de clase mundial, corporaciones de defensa, y más, California es el estado más rico de la nación.
Y también tiene la tasa de impuesto más alta sobre la renta del país y tristemente, además la tasa de pobreza más alta. Ni Alabama, ni Mississippi, ni Arkansas, es el líder nacional de la pobreza ni ningún otro estado de peso elevado que a la izquierda tanto le encanta regañar (ver Don Lemon), sino es California.
¿Cómo puede ser eso?
Salir del Estado Dorado
La respuesta es predecible y frustrante. Al proporcionar los beneficios sociales más generosos para todos y cada una de las personas, California atrae a los pobres y a los drogadictos desde todos los puntos del país y desde ambos lados de la frontera. Además, las ciudades santuario protegen, ayudan y apoyan financieramente a los inmigrantes ilegales mientras se aprovechan del mayor estado de bienestar de Estados Unidos. No es sorprendente que alrededor de un tercio de los estadounidenses que reciben asistencia social vivan en California.
Por supuesto, eso no es todo de lo que la California socialista puede presumir. El estado más rico del país también tiene gente que lo abandona en números récord.
Sin embargo, a diferencia de la Gran Depresión, cuando los pobres Dustbowl Okies (Cuencos de polvo de Oklahoma) y los tejanos fueron a California para encontrar una vida mejor, no es un aluvión de pobres sin trabajo los que se van de California. No, la gente que se va hoy en día tiene trabajos y negocios propios en la mayor economía en auge de los últimos 50 años.
La ironía es tan rica como patética: La gente se va de California para tener una vida mejor en otro lugar, y se lleva sus negocios, sus habilidades y su dinero con ellos. Para pagar por todos esos beneficios, el Estado de California cobra impuestos y tasas a los productores, a la gente que trabaja más duro para ganarse la vida, que abren y administran sus propios negocios, hasta el punto de llegar a su extinción.
No es un secreto que las políticas socialistas de Sacramento están literalmente haciendo el estado inhabitable para la clase media. Como el representante de California, el republicano Doug LaMalfa señaló recientemente, los californianos de clase media no sienten los beneficios de la creciente economía del estado. «En realidad son dos mundos diferentes. Es por eso que tantos que tienen la capacidad de salir están saliendo», dijo, según Fox 5 San Diego.
Excalifornianos acuñados recientemente están apareciendo en Arizona, Nevada, Idaho, y la opción más popular, Texas. Como resultado, la población de California está disminuyendo, y por lo tanto, afortunadamente, también su representación en el Congreso. Solo en 2019, casi 200.000 personas dejaron el estado.
Los sin techo y las crisis de vivienda
Y sin embargo, incluso con su población en disminución, California tiene el problema más agudo de escasez de viviendas en el país. ¿Podría deberse a los altos costos de obtener las aprobaciones de construcción y el alto clima regulador y antiempresarial? Según el analista de políticas de la Fundación Heritage, Adam Michel, ese es exactamente el caso. Las leyes de California en realidad impiden la construcción de viviendas.
Mientras tanto, la única otra cosa que está en auge en California aparte del empleo, el éxodo y los precios de los bienes raíces, es la falta de vivienda. ¿Por qué en nuestra economía de alto rendimiento en 2020 hay más gente viviendo -y muriendo- en las calles que durante la Gran Recesión de 2008-09? De hecho, más del 25 por ciento de todas las personas sin hogar del país viven en este paraíso socialista de … California.
¿No se supone que el socialismo debe proteger a la clase media, permitir la construcción de viviendas y eliminar la falta de hogar? Según Bernie es: «La clase media y las familias trabajadoras que producen la riqueza de Estados Unidos merecen un trato justo«. ¿Ese «trato justo» incluye gravar a la clase media hasta dejarla sin nada?
Vivir el sueño…
Como la mencionada fiesta universitaria en una casa alquilada en una playa, California está viviendo el sueño del gran socialismo de Bernie, y no es para nada bonito. Como Bernie, Sacramento no tiene respuestas, excepto hacer más de lo mismo: tomar más dinero de los impuestos de menos contribuyentes y aumentar los costos de hacer negocios y agregar más gente a las listas de asistencia social.
Mientras sea el socialismo al estilo de Bernie Sanders – él que dirija el show de California, el show caerá al suelo. A medida que el declive del socialismo en California progresa, no se responsabiliza de sus fracasos, incluso cuando trata de tomar todo lo que la gente con su propio esfuerzo logra alcanzar.
Es una triste realidad, sin embargo, así son las cosas. El socialismo ha llegado a California y ahora gobierna en Sacramento, además duerme en las calles, pasos subterráneos y parques públicos desde San Francisco hasta San Diego.
El crecimiento económico es una decisión
Como la administración Trump continúa demostrando, el crecimiento económico no es un accidente. Es una decisión. Pero también lo es el estancamiento económico y la decadencia social, California se encuentra atada de pies y manos por sus políticas socialistas.
Hay una lección que aprender de esta triste realidad, y tiene todo que ver con la decisión que tomemos en las próximas elecciones. Y realmente no importa si es Bernie Sanders, Joe Biden, o incluso Michael Bloomberg quien obtenga la nominación demócrata – todos ellos tratarán de aplicar las mismas políticas económicas socialistas de California sobre el resto de la nación.
Un fin de semana largo con Bernie es más que suficiente.
James Gorrie es un escritor y conferencista que vive en el sur de California. Es el autor de «La crisis de China».
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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