El Departamento de Energía está siendo criticado por presuntamente socavar la seguridad nacional de Estados Unidos al conceder cientos de millones de dólares a una empresa vinculada al Partido Comunista Chino.
En el centro de la controversia está la decisión del DOE de conceder 200 millones de dólares a Microvast Holdings, una empresa estadounidense de baterías de litio que realiza la mayor parte de sus negocios en China.
Microvast está vinculada al Partido Comunista Chino (PCCh), que rige China como un Estado de partido único, según una carta del 7 de diciembre dirigida por el senador John Barrasso (R-Wyo.) a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm.
«Le escribo con gran preocupación, ya que el Departamento de Energía (DOE) sigue operando de una manera que socava y pone en peligro nuestra seguridad nacional», dijo Barrasso.
«Además del uso indebido de la Reserva Estratégica de Petróleo y de los problemas de seguridad que han provocado la condena generalizada del Departamento, el DOE ha concedido 200 millones de dólares a Microvast, una empresa de baterías de litio que opera principalmente fuera de la República Popular China (RPC)», añadió Barrasso, utilizando el nombre oficial de la China comunista.
El DOE financia al PCCh
Barrasso, que forma parte de la Comisión de Energía y Recursos Naturales del Senado, dijo que los vínculos de Microvast con el PCCh «no eran ningún secreto».
Destacó un prospecto de la empresa (pdf) que decía que Microvast estaba «sujeta a una amplia regulación gubernamental de la RPC», incluidas las leyes de Seguridad de Datos y Ciberseguridad del PCCh, que obligan a cualquier empresa que opere en China a permitir al régimen el acceso a sus datos de propiedad.
Barrasso también señaló que Microvast figuraba este año en la lista de empresas que incumplen la Ley de Responsabilidad de las Empresas Extranjeras, una ley destinada a impedir que las empresas que emplean auditores con sede en China oculten sus registros financieros a los reguladores estadounidenses.
Microvast fue una de las 20 empresas que se repartieron 2800 millones de dólares en subvenciones del DOE destinadas a promover la expansión de las instalaciones de fabricación y reciclaje de baterías en Estados Unidos. Los fondos, la primera tanda de 7000 millones de dólares en subvenciones, se establecieron a través de la Ley Bipartidista de Infraestructuras.
Los 200 millones de dólares concedidos a Microvast se suman a otra subvención de 20 millones de dólares que recibió del departamento en octubre y que permitirá a la empresa construir una nueva planta de baterías para vehículos eléctricos en Tennessee.
Sin embargo, la Ley Bipartidista de Infraestructuras exige que el DOE dé prioridad a las empresas que no exporten materiales críticos a entidades extranjeras de interés, entre las que se incluye la China comunista, ni utilicen materiales de baterías suministrados u originarios de dichas entidades.
Según el representante Frank Lucas (R-Okla.), esto significaría que Microvast no recibió una consideración prioritaria entre los más de 200 solicitantes de la subvención, dado que la empresa realiza más del 80% de sus negocios en China.
«Casi el 80 por ciento de los activos de Microvast se encuentran en China y el 61 por ciento de sus ingresos del año pasado se originaron en China», dijo Lucas en una carta separada (pdf) dirigida a Granholm.
«Los registros públicos muestran que Microvast ha recibido subvenciones del gobierno chino y la mayoría de sus clientes están asociados con ‘empresas estatales de la RPC'».
No está claro si Microvast recibió prioridad en el proceso de solicitud porque consideración no significa necesariamente aprobación.
La Administración de Biden, «muy negligente» en la investigación de empresas vinculadas a China
Lucas, que forma parte de la Comisión de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes, declaró que la comisión solicitaba una pausa en la distribución por parte del DOE de 7000 millones de dólares en subvenciones destinadas a promover la fabricación nacional de baterías para vehículos eléctricos.
Era necesario, dijo, dado que el DOE aparentemente no había documentado los vínculos de Microvast con el PCCh, o había ignorado la información.
Conceder «financiación a una empresa con vínculos conocidos con el Partido Comunista Chino plantea serias dudas sobre la capacidad del Departamento para proteger el dinero de los contribuyentes estadounidenses de la explotación del PCCh», dijo Lucas.
«Toda esta información está a disposición del público y se puede acceder fácilmente a ella. Parece que el Departamento decidió ignorar la información o fue gravemente negligente en el proceso de investigación».
Asimismo, Barrasso dijo que la decisión del DOE de otorgar el dinero a una empresa que invirtió en un competidor y adversario potencial de los Estados Unidos demostró un desprecio por la seguridad nacional.
«El DOE distribuyendo 200 millones de dólares en fondos de los contribuyentes a una empresa unida por la cadera con China es demostrablemente antitético a la intención de la Ley Bipartidista de Infraestructura», dijo Barrasso.
«Está claro que las acciones del DOE socavan directamente la posición de Estados Unidos en su carrera contra China por la supremacía tecnológica».
Por su parte, el DOE defendió la adjudicación como prueba de que la agenda económica de la Administración Biden devolvería la fabricación a Estados Unidos.
«Microvast es una empresa estadounidense de baterías», dijo un portavoz del DOE en un correo electrónico. «Y gracias a la Ley Bipartidista de Infraestructuras, ya no necesita mirar a China para establecer sus instalaciones de fabricación».
“La agenda histórica del presidente está ayudando a traer de vuelta la fabricación a EE. UU. La adjudicación del DOE a Mircavast, junto con los importantes fondos de contrapartida de la empresa, permitirá a Microvast construir una planta de producción de separadores aquí en casa”.
The Epoch Times ha solicitado comentarios a Microvast.
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