Un senador del estado de Nueva Jersey ha pedido que la Universidad Rutgers sea despojada de la financiación estatal por su mandato de obligar al personal y al profesorado a vacunarse contra la COVID-19.
Declan O’Scanlon, senador republicano por el distrito 13 de Nueva Jersey, declaró que imponer el mandato a los estudiantes discrimina a los contribuyentes del estado al negar la admisión a quienes deciden no ponerse la controvertida vacuna.
«Es difícil expresar con palabras lo absurda e irracional que es la política de vacunación en la Universidad de Rutgers», dijo O’Scanlon en un comunicado. «El semestre 2024-2025 está a la vuelta de la esquina y los administradores de Rutgers siguen insistiendo en que todos los estudiantes, profesores y personal reciban la vacuna COVID-19, una política que no tiene ninguna base científica. De hecho, toda la política es anticientífica».
«Hasta que Rutgers no levante el mandato, pediré un recorte de la financiación. Además, los estudiantes que están pensando en ir a Rutgers, pero no van debido al mandato de la vacuna, deberían poder solicitar ayuda escolar para utilizarla en la institución que quieran», añadió.
En marzo de 2021, las autoridades de Rutgers se jactaron de ser la primera escuela de Estados Unidos en hacer obligatoria la vacuna COVID-19 cuando la universidad anunció que todos los estudiantes que regresaran al campus en otoño tendrían que demostrar que estaban vacunados contra la COVID-19, o serían dados de baja.
El sitio web de la escuela afirma: «Las vacunas COVID-19 son obligatorias para estudiantes y empleados a menos que la universidad conceda una exención médica o religiosa». Quienes no demuestren que se han vacunado no podrán volver el primer día de clase, el 6 de septiembre.
El sitio añadió que «cubrirse la cara no es obligatorio en la universidad, pero es bienvenido».
Rutgers declaró en su sitio web que la política se ha aplicado «para minimizar los brotes de COVID» y «para prevenir y reducir el riesgo de transmisión de COVID».
Los contribuyentes de Nueva Jersey pagan actualmente casi una quinta parte de los gastos de funcionamiento de Rutgers, que obtiene el 19 por ciento de sus ingresos de asignaciones estatales, según la escuela.
La doctora Mary Talley Bowden, médico de Texas, declaró a The Epoch Times que se está empezando a dejar de lado los mandatos y a apostar por la autonomía sanitaria.
«Pedir la eliminación de los mandatos es seguro y fácil de apoyar», dijo la doctora Bowden, cofundadora de Americans For Health Freedom, un comité de acción política (PAC) «creado para ayudar a apoyar a los candidatos que están tomando la medida políticamente arriesgada de hablar en contra de Big Pharma.»
«Las vacunas deberían haber sido retiradas del mercado hace mucho tiempo», añadió.
Su grupo cuenta con el compromiso de 156 cargos electos, 133 candidatos y un cirujano general, todos los cuales han declarado públicamente que las vacunas COVID-19 deben retirarse del mercado y también se han comprometido a no aceptar donaciones de «Big Pharma», según la Dra. Bowden.
Polémica por la vacuna COVID-19
El número de escuelas que exigen la vacuna ha disminuido en los dos últimos años, en los que se ha visto envuelta en una gran polémica. Las vacunas COVID-19 originales fueron administradas a más del 80 por ciento de los estadounidenses después de que las autoridades prometieran que las vacunas prevendrían eficazmente la infección y detendrían la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, una vez que se reveló que las vacunas no funcionaban como se había prometido, el interés por el refuerzo posterior disminuyó drásticamente.
Las vacunas también podrían atribuirse a los informes generalizados de resultados adversos para la salud que se cree que han sido causados por las terapias. Según la base de datos del Sistema de Notificación de Efectos Adversos de Vacunas (VAERS) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), las vacunas COVID-19 han sido consideradas sospechosas en más de 1.5 millones de informes de efectos adversos. Las cifras podrían ser aún mayores. Un estudio de Harvard financiado por la FDA descubrió que los casos del VAERS representan menos del 1 por ciento de los efectos adversos de las vacunas.
A pesar de la controversia, los mandatos de vacunación contra la COVID-19 siguen vigentes para los estudiantes de 70 (incluida Rutgers) de las 800 principales universidades de Estados Unidos, según datos recientes adquiridos por No College Mandates, que se describe a sí misma como un «grupo de padres preocupados, médicos, enfermeras, profesores, estudiantes y otras partes interesadas de las universidades que trabajan por el objetivo común de poner fin a los mandatos de vacunación contra la COVID-19».
Según Lucia Sinatra, cofundadora de No College Mandates, la promesa de O’Scanlon es un comienzo prometedor, pero necesitará más ayuda antes de poder realizar un cambio real, diciendo a The Epoch Times que si consigue el apoyo necesario, «podría funcionar absolutamente para acabar con los mandatos universitarios».
O’Scanlon afirma que a medida que más escuelas sigan abandonando el mandato a medida que la ciencia detrás del disparo se haga más evidente, Rutgers parecerá cada vez más anticientífica y desfasada con respecto al resto de la nación.
«No solo las escuelas más prominentes del estado han levantado su requisito de vacunación, sino que incluso las principales universidades de Nueva York, incluidas NYU y Columbia, ya no exigen la vacuna COVID-19. Esto demuestra lo alejadas y extremas que son las políticas de Rutgers», afirmó O’Scanlon en un comunicado.
«No estamos hablando de escuelas en Texas o Florida, estamos hablando de escuelas en la ciudad de Nueva York, un lugar dirigido por algunas de las personas más liberales de todo el país, e incluso ellos levantaron el requisito de la vacuna».
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