Poco después de que el tribunal superior de Arizona dictaminara el martes que se podía restablecer una ley de la época de la Guerra Civil que penalizaba el aborto, la fiscal general del estado dijo que no la haría cumplir.
La ley en cuestión se introdujo en 1864, décadas antes de que Arizona se uniera oficialmente a la Unión. Establece entre dos y cinco años de prisión para cualquiera que ayude a realizar un aborto, excepto si el procedimiento es necesario para evitar la muerte de la madre.
Esta ley previa a la estadidad ahora reemplaza una ley de 2022 firmada por el entonces gobernador republicano Doug Ducey, unos meses antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos declarara que el aborto no es un derecho constitucional y devolviera el tema a los estados individuales. La ley moderna de Arizona limita el aborto dentro de las primeras 15 semanas de embarazo, con excepciones en caso de emergencias médicas que pongan en peligro la vida, pero no en casos de violación o incesto.
«Al anular efectivamente una ley aprobada este siglo y reemplazarla por una de hace 160 años, la Corte ha puesto en riesgo la salud y las vidas de los habitantes de Arizona», dijo la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, en un comunicado, denunciando el fallo como «una afrenta a libertad».
“La decisión actual de reimponer una ley de una época en la que Arizona no era un estado, la Guerra Civil estaba en pleno apogeo y las mujeres ni siquiera podían votar pasará a la historia como una mancha en nuestro estado”, dijo.
En el fallo del martes, la Corte Suprema de Arizona indicó que la prohibición de 1864 solo puede «aplicarse de manera prospectiva». Los magistrados también precisaron que este dictamen no sería ejecutable hasta dentro de 14 días.
Sin embargo, si la ley se promulga después de su actual suspensión de 14 días, el poder para hacerla cumplir recaería en Mayes, quien fue facultada el año pasado para asumir todas las funciones sobre los procesos relacionados con el aborto.
En un esfuerzo por “centralizar” la autoridad sobre los procesamientos de abortos previstos en Arizona, la gobernadora Katie Hobbs firmó en junio pasado una orden ejecutiva que, entre otras cosas, desvía efectivamente la autoridad para procesar casos de aborto de los 15 fiscales del condado de Arizona a la fiscal general. La gobernadora demócrata dijo que esto tenía como objetivo garantizar que “las diferencias en la interpretación o aplicación de la ley por parte de los diferentes fiscales del condado no enfríen, disuadan o restrinjan el acceso a la atención legal del aborto”.
La Sra. Mayes, quien declaró antes de su elección en noviembre de 2023 que no procesaría a nadie por realizar o ayudar a un aborto, ahora afirma su compromiso de no hacer cumplir la reactivada prohibición al aborto.
“Esto está lejos del final del debate sobre la libertad reproductiva, y espero que el pueblo de Arizona exprese su opinión al respecto”, concluyó la Sra. Mayes. «Y permítanme ser completamente clara: mientras sea fiscal general, ninguna mujer o médico será procesado bajo esta ley draconiana en este estado».
El fallo
En el fallo del martes por 4 a 2, el tribunal más alto de Arizona anuló la opinión de un tribunal inferior que decía que las dos leyes sobre el aborto podrían “armonizarse” de manera que los médicos pudieran realizar abortos hasta las 15 semanas, mientras que los no médicos que practican abortos podrían enfrentar cargos por delitos graves.
“Concluimos que [la ley de 2022] no crea un derecho ni proporciona autoridad legal independiente para un aborto que derogue o restrinja [la prohibición de 1864], sino que se basa enteramente en la existencia de un derecho constitucional federal a un aborto”, escribió la Corte Suprema de Arizona en su opinión mayoritaria.
«En ausencia del derecho constitucional federal al aborto, y dado que [la ley de 2022] no autoriza el aborto de forma independiente, no existe ninguna disposición en la legislación federal o estatal que prohíba el funcionamiento [de la prohibición de 1864]», añadió el tribunal, sosteniendo que la prohibición es ahora aplicable.
La Sra. Hobbs respondió al último fallo con desdén, diciendo que era “un día oscuro en Arizona”.
“Estamos a solo catorce días de una de las prohibiciones de aborto más extremas del país”, escribió en X. “Pero mi mensaje a las mujeres de Arizona es este: no descansaré y no dejaré de luchar hasta que hayamos garantizado el derecho al aborto. Ésa es mi promesa para ti”.
Los activistas provida celebraron el fallo del tribunal como una victoria para su causa.
“La vida es un derecho humano, y la decisión de hoy le permite al estado respetar ese derecho y proteger completamente la vida nuevamente, tal como lo pretendía la legislatura”, dijo el abogado principal de Alliance Defending Freedom, Jake Warner, quien defendió el caso ante el tribunal.
“La vida comienza en la concepción. A las seis semanas, el corazón del feto comienza a latir. A las ocho semanas, tienen dedos de manos y pies. Y a las 10 semanas, comienzan a formarse sus huellas dactilares únicas”, señaló Warner.
“La ley provida de Arizona ha protegido a los niños no nacidos durante más de 100 años, y el pueblo de Arizona, a través de sus representantes electos, ha afirmado repetidamente esa ley, incluso en una fecha tan reciente como 2022. Celebramos la decisión de la Corte Suprema de Arizona que permite que la ley provida del estado proteja nuevamente las vidas de innumerables niños inocentes no nacidos”.
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