El fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, dijo el jueves que la vicepresidenta Kamala Harris no ha respondido a su invitación para visitar la frontera sur, criticando la falta de respuesta e insistiendo en que la situación en la frontera es una «crisis humanitaria en muchos niveles».
«Supongo que si fuera un filósofo diría que la falta de respuesta es una respuesta muy ruidosa porque no hemos recibido ninguna respuesta», dijo Brnovich a Fox Business en una entrevista.
Brnovich dijo que Harris tiene que «mirar a los ojos de la gente que pasa de contrabando por la frontera, que es explotada por los cárteles y darse cuenta de que esto es una crisis humanitaria en muchos niveles».
«No es justo para los migrantes que creen que se les están prometiendo cosas, no es justo para la gente —los contribuyentes trabajadores de este país— que van a tener que subvencionar y pagar la atención sanitaria y el cuidado de los niños y otros servicios sociales para estos migrantes», añadió.
Epoch Times se puso en contacto con el portavoz de Harris y con la Casa Blanca para una solicitud de comentarios, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Las autoridades estadounidenses capturaron a más de 171,000 inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en marzo, el mayor total mensual en dos décadas. La oleada de personas que emigran desde países centroamericanos se ha convertido en uno de los mayores desafíos políticos para la Administración Biden, ya que algunos republicanos culpan de la oleada de cruces ilegales de la frontera al retroceso de las políticas de inmigración de la era Trump y a los mensajes que muchos posibles migrantes y traficantes de personas están interpretando como una invitación a venir a Estados Unidos.
El presidente Joe Biden puso a Harris a cargo de la crisis en la frontera el mes pasado. La portavoz de Harris, Symone Sanders, dijo el 26 de marzo que la vicepresidenta no tenía planes de visitar «en un futuro próximo» la región fronteriza entre Estados Unidos y México.
Aunque Harris no ha visitado la zona fronteriza, ella y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hablaron por teléfono el miércoles para discutir cómo abordar el aumento de la migración hacia Estados Unidos desde Centroamérica.
López Obrador ha desplegado al ejército y a la policía para frenar el flujo de personas desde Centroamérica hacia Estados Unidos, y durante la llamada, Harris le agradeció su cooperación en materia de inmigración, según un comunicado de Estados Unidos.
«Acordaron seguir trabajando juntos para abordar las causas fundamentales de la migración desde los países del Triángulo Norte de El Salvador, Guatemala y Honduras, incluyendo la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades económicas», dijo el comunicado.
La presidencia mexicana dijo en un comunicado que la llamada incluyó discusiones para «promover una migración ordenada, segura y regular», así como la protección de los menores.
«Existe disposición de nuestra parte para sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los derechos humanos, sobre todo de niñas y niños», dijo López Obrador en Twitter tras su conversación con Harris.
Las dos partes también acordaron impulsar la cooperación para combatir el tráfico y la trata de personas.
Como parte de sus planes para remodelar las políticas fronterizas de Estados Unidos, la Administración Biden ha tratado de abordar las «causas fundamentales» de la migración desde los países del Triángulo del Norte (Guatelamala, Honduras y El Salvador), que son el origen de la mayoría de los flujos de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos. La administración pretende proporcionar ayuda a dichos países en un intento de abordar las condiciones de vida allí que motivan a la gente a abandonar sus hogares.
Harris, en su llamada con López Obrador, le puso al corriente de los «planes estadounidenses para aumentar la asistencia humanitaria a la región del Triángulo Norte».
Como parte de este plan, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) anunció el 6 de abril que va a desplegar un equipo de respuesta a desastres para responder a lo que dijo que eran necesidades humanitarias urgentes en Guatemala, Honduras y El Salvador.
«Estados Unidos, a través de USAID, ha proporcionado aproximadamente 112 millones de dólares en ayuda humanitaria para salvar vidas, incluyendo asistencia alimentaria de emergencia, servicios de nutrición, agua potable, refugio, programas para ayudar a la gente a obtener ingresos y programas de reducción del riesgo de desastres. De éstos, 57 millones de dólares son para la gente de Guatemala, 47 millones de dólares para Honduras y 8 millones de dólares para El Salvador», dijo la agencia.
Con información de Reuters.
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