El fiscal general de Georgia, Chris Carr, negó el miércoles una investigación que la exsenadora republicana Kelly Loeffler (R-G.A.) había solicitado sobre la conducta del secretario de Estado Brad Raffensperger durante las elecciones presidenciales de 2020.
Horas antes, Loeffler había enviado una carta a Carr pidiéndole que investigara si Raffensperger utilizó su posición para impulsar sus intereses políticos personales durante el ciclo electoral del año pasado.
Quería que la investigación descubriera si Raffensperger «antepuso sus intereses políticos a los del pueblo de Georgia a la hora de celebrar las elecciones» al no solucionar nunca los problemas de las primarias del 6 de junio y no resolver los problemas de doble voto. Estos problemas, dijo, redujeron la confianza y la transparencia.
Loeffler alegó que el secretario de Estado «politizó y minimizó las legítimas preocupaciones de los votantes sobre los cambios en las elecciones de Georgia que estaban relacionados con la pandemia y los acuerdos legales, no completó las investigaciones ni proporcionó información oportuna, y se dedicó a asuntos políticos durante las elecciones».
«Esta petición no tiene que ver con el resultado de unas elecciones, sino con la pérdida de confianza en nuestras elecciones y con la importancia de hacer que los funcionarios elegidos rindan cuentas de la defensa de la ley y del cumplimiento de sus obligaciones constitucionales», escribió Loeffler.
Pidió a Carr que investigara si estas acciones constituían un conflicto de intereses que violaba la Constitución y/o los estatutos del estado.
«Si los votantes no confían en el proceso electoral y en sus funcionarios elegidos, corremos el riesgo de que la participación de los votantes en nuestro estado se vea perjudicada», escribió. «El derecho al voto no es una cuestión partidista, y la pérdida de confianza electoral priva de derechos a los votantes de cualquier afiliación política».
Loeffler dijo que el secretario Raffensperger hizo «cambios sin precedentes» en las elecciones del estado el año pasado en medio de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus.
Estos cambios incluyeron el envío masivo de solicitudes de voto en ausencia no solicitadas, la firma de un decreto de consentimiento sin el conocimiento de la legislatura, la aceptación de millones en dinero externo de una organización vinculada al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, y la no resolución de cientos de investigaciones abiertas de las elecciones primarias y generales.
Sin embargo, Carr rechazó la solicitud de investigación, diciendo que representa a Raffensperger.
«Según la Constitución de Georgia, el Departamento de Derecho es el abogado de la rama ejecutiva del gobierno -que incluye la Oficina del Secretario de Estado. Como tal, no podemos investigar a nuestro propio cliente en estos asuntos particulares», dijo la oficina de Carr en un comunicado.
En un fuerte reproche, el secretario de Estado calificó las acusaciones de «risibles».
«El fracaso de Kelly Loeffler para convencer a nadie de que realmente era partidaria de Trump es la razón por la que Georgia no tiene un senador republicano ni Estados Unidos un Senado republicano», dijo Raffensperger en un comunicado.
Loeffler perdió su escaño en una segunda vuelta electoral en enero contra el senador Raphael Warnock (demócrata de Georgia).
Ahora está intensificando la retórica en torno al papel clave de su nueva campaña de captación de votos -llamada Greater Georgia- para contrarrestar Fair Fight, la iniciativa de participación electoral fundada por la exrepresentante demócrata Stacey Abrams.
Raffensperger y el fiscal general Carr no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Tom Ozimek contribuyó a este informe.
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