Cinco fiscales de distrito de la ciudad de Nueva York y un fiscal especial de narcóticos han criticado al alcalde Bill de Blasio por su plan para liberar a los reclusos, incluidos aquellos que pueden representar un «alto riesgo para la seguridad pública» a medida que se incrementan los casos del virus del PCCh.
Los principales fiscales del Bronx, Brooklyn, Manhattan, Staten Island, Queens, y la fiscal especial de narcóticos, Bridget Brennan, enviaron una carta a De Blasio y a su comisionada correctora, Cynthia Brann, informándoles que habían revisado la lista de presos propuestos para la liberación. En la carta expresaron su preocupación por el hecho de que algunos de los reclusos incluidos se consideran de «alto riesgo» para la comunidad
«Queremos dejar claro que las categorías de las personas postuladas para ser liberadas han incluido, en algunos casos, individuos que representan un alto riesgo para la seguridad pública», dice la carta. «En tales casos, hemos comunicado nuestras preocupaciones, pero estas preocupaciones no siempre han sido atendidas».
«Como ejemplo, cuando supimos la semana pasada que la comisionada de correcciones estaba a punto de usar su autoridad para ordenar la liberación general de cientos de reclusos, que cumplían condenas municipales, nos aseguraron que la liberación no incluiría a aquellos que cumplían condena por violencia doméstica o delitos sexuales, dados los riesgos para las víctimas. Desafortunadamente, más tarde supimos que tales individuos fueron incluidos en las filas de los que serán liberados”, agregó.
La carta continuó expresando sus temores porque se dio «poca consideración» a «las necesidades de vivienda, supervisión y servicios de apoyo de las personas que están siendo devueltas a las comunidades». Los fiscales dijeron que, si no se aborda está área, «solo agravará los posibles riesgos para la salud y la seguridad, tanto para las comunidades como para las personas en cuestión».
«En este punto el proceso, aparentemente azaroso por el cual se identifican a los reclusos en riesgo, y los informes de que los liberados pueden incluir delincuentes violentos, están creando una percepción pública de que las cárceles de nuestra ciudad pueden ser incapaces de proporcionar atención médica suficiente para la población restante de los reclusos», continúa la carta.
«Creemos que esta percepción es errónea, especialmente dada la reciente reducción de la población carcelaria de la ciudad, y el aumento de las opciones de alojamiento en las instalaciones de la cárcel de la ciudad que deberían estar disponibles como resultado», se añade en la misiva.
Esto ocurre después de que De Blasio dijera el domingo que la ciudad había liberado a más de 650 presos, hasta el 28 de marzo, para reducir la población carcelaria de la ciudad en un intento de mitigar los riesgos de un brote en las cárceles.
«Puedo ponerlos al día y decir que desde que comenzó esta crisis, nuestra población carcelaria se ha reducido en aproximadamente 860 convictos, no solo por las liberaciones, sino porque hemos visto una disminución en los hechos delincuenciales y menores arrestos», dijo de Blasio durante una conferencia de prensa.
En respuesta a la carta, de Blasio le dijo a Inside City Hall que no tenía «evidencia» de que la ciudad hubiera roto su promesa de excluir de la liberación a los reclusos que representan un alto riesgo para la comunidad.
«Creo que la única área donde podría haber algún malentendido o desacuerdo es que hubo algunos casos médicos específicos que fueron realmente aberrantes, si se quiere, dentro de la fórmula», dijo el 30 de marzo. «La fórmula original que propusimos es que, si eres sentenciado por la ciudad, no tienes, por definición, ni siquiera un año de condena, lo máximo que puedes pagar [en esos términos es] un año. Mucha gente solo tenía un mes para cumplir su condena. Queríamos ver a esas personas por fuera para el bien de todos, para proteger, no solo a ellos, sino a todos los que todavía están allí, ampliando el espacio para la población y permitiendo un mayor distanciamiento».
«Y dijimos que excluiríamos a las personas cuyo delito involucre violencia doméstica o delitos sexuales», agregó.
La oficina del alcalde no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
La carta también pedía al alcalde y a Brann que «dieran garantías» de que la ciudad es capaz de crear un modelo seguro de atención para los reclusos, un modelo que otros municipios seguirán, que le ofrezca a los detenidos los recursos necesarios para vivir en condiciones sanitarias y con atención médica, un modelo que le permita a la ciudad tener un plan de tratamiento y supervisión para atender a los reclusos que han contraído el virus, y que, al candidatizar a los presos para la liberación, se incluiría la consideración de la seguridad pública.
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