Dos indocumentados de nacionalidad mexicana, presuntamente vinculados a la mortal operación de contrabando que dejó 51 hombres y mujeres muertos en la parte trasera de un sofocante semirremolque en Texas, recibieron acusaciones este martes de parte de los fiscales federales de Estados Unidos por delitos relacionados con armas de fuego.
Juan Francisco D’Luna-Bilbao y Juan Claudio D’Luna-Méndez fueron acusados de poseer armas de fuego mientras residían ilegalmente en Estados Unidos, según documentos judiciales presentados ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. en el Distrito Oeste de Texas, informó The Hill.
Las autoridades descubrieron a los hombres después de que rastrearan la matrícula del camión hasta una residencia de San Antonio que había quedado bajo vigilancia, informó Reuters.
Al parecer, los hombres fueron vistos saliendo de la residencia en vehículos distintos, tras lo cual la policía los detuvo y descubrió las armas.
Un tercer sospechoso, descrito como ciudadano estadounidense, que al parecer conducía el camión, no ha sido acusado todavía, pero fue puesto bajo custodia mientras permanece en el hospital.
Los fiscales solicitaron que los dos sospechosos mexicanos sean detenidos sin fianza, informó The Hill. Cada uno de ellos se enfrenta a fuertes penas de prisión y a cuantiosas multas de hasta 250,000 dólares.
En la parte trasera de un semirremolque en las afueras de San Antonio, el lunes fueron descubiertos los cuerpos sin vida de 39 hombres y 12 mujeres, en un hecho que las autoridades estadounidenses y mexicanas describieron como el incidente de tráfico de personas más mortífero de los últimos tiempos.
Las temperaturas en el lugar en el que se encontró el camión, cerca de unas vías de tren, ascendían hasta 103 Fahrenheit (unos 39 Celsius).
Dieciséis personas, una mezcla de adultos y menores, que fueron encontradas vivas en el camión fueron trasladadas al hospital, según las autoridades.
Respuestas oficiales
Entre los 51 muertos hay al menos 27 mexicanos, tres guatemaltecos y cuatro hondureños, de acuerdo a las autoridades, informó Reuters. No se tiene información sobre la nacionalidad de las demás víctimas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el martes que la pobreza en los países de origen de las víctimas y los problemas de control fronterizo de Estados Unidos fueron los responsables del incidente.
«Estos lamentables hechos que por supuesto tienen que ver con la situación de pobreza desesperada de nuestros hermanos centroamericanos, y de los mexicanos», dijo López Obrador durante su informe diario. «[Sucede] porque también hay tráfico de personas y falta de control en este caso, en la frontera con Estados Unidos y dentro de Estados Unidos».
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, culpó más directamente de la tragedia a las políticas de «frontera abierta» del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
«Estas muertes son culpa de Biden. Son el resultado de sus mortíferas políticas de fronteras abiertas. Muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley», escribió Abbott en Twitter.
La Casa Blanca no estuvo de acuerdo con que la frontera sur esté abierta. «El hecho es que la frontera está cerrada», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a los periodistas.
Biden describió el martes el incidente como » horroroso y desgarrador » a través de una declaración en la que prometió tomar medidas contra las empresas de contrabando criminal multimillonarias que han ayudado a alimentar un número récord de cruces de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México desde que asumió el cargo en enero de 2021.
«Explotar a individuos vulnerables para obtener beneficios es vergonzoso», dijo Biden.
Con la contribución de Allen Zhong
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