Los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) esperan que la tasa de crecimiento mundial se recupere este año y aumente en 2021, tras un deslucido 2019 en el que la economía mundial se expandió a su ritmo más lento desde la crisis financiera de 2008.
El FMI prevé que el producto interno bruto (PIB) mundial se expanda en un 3.3 por ciento en 2020, frente al 2.9 por ciento en 2019, dijo la institución con sede en Washington en la actualización del lunes de sus Perspectivas Económicas Mundiales. Se espera que el crecimiento mundial en 2021 alcance el 3.4 por ciento, lo que situará la tasa de expansión económica en una trayectoria ascendente, aunque moderada.
Gita Gopinath, jefa de investigación del FMI, dijo en un comunicado que algunos de los riesgos a la baja que se vislumbraban en las perspectivas de octubre del FMI se redujeron.
«Desde entonces, algunos riesgos han retrocedido parcialmente con el anuncio de un acuerdo comercial de Fase I entre EE.UU. y China, y menor probabilidad de un Brexit sin acuerdo», señaló. «La política monetaria ha seguido apoyando el crecimiento y las boyantes condiciones financieras. Con estos acontecimientos, ahora hay señales provisionales de que el crecimiento mundial puede estar estabilizándose, aunque a niveles moderados».
El FMI espera que el crecimiento de Estados Unidos en 2020 sea del 2.0 por ciento y que en 2021 se reduzca al 1.7 por ciento, y que la disminución de la tasa de crecimiento se deba en gran medida a la desaparición de los impactos del estímulo.
«La moderación refleja el regreso a una postura fiscal neutral y la disminución prevista del apoyo debido a una mayor relajación de las condiciones financieras», dijo el FMI en el informe.
La Reserva Federal, que utiliza herramientas de política monetaria para influir en la tasa de interés de referencia, recortó las tasas tres veces en 2019. En diciembre, la Reserva Federal señaló una suspensión de nuevos recortes, citando condiciones económicas favorables.
Se espera que el crecimiento de la Eurozona sea del 1.3 por ciento para 2020 y del 1.4 por ciento en 2021, dijo el FMI, señalando que esto se debe en gran medida a la contracción de la industria manufacturera en Alemania y a la desaceleración de la demanda interna en España.
El FMI predice que el crecimiento de China será de un 6 por ciento en 2020 y que caerá hasta un 5.8 por ciento en 2021. La ralentización del crecimiento se debe en parte al envejecimiento de la población y a las limitaciones en la construcción de infraestructuras debido a la deuda, según el informe.
«Estabilización a un ritmo lento»
El FMI caracterizó sus perspectivas económicas globales como «señales tentativas de estabilización a un ritmo lento».
En octubre, el FMI predijo que la economía mundial crecería un 3 por ciento para 2019 y un 3.4 por ciento para 2020. La actualización del lunes representa una revisión a la baja de esas cifras, a la que Gopinath culpó de un crecimiento inferior al esperado en los mercados emergentes.
«La ligera revisión a la baja del 0.1 por ciento para 2019 y 2020, y del 0.2 por ciento para 2021, se debe en gran parte a las revisiones a la baja para India», explicó, culpando de la rémora del crecimiento en ese país a la tensión en el sector bancario paralelo y al débil crecimiento de los ingresos en las zonas rurales.
Otro factor que frenó el crecimiento mundial en 2019 fue la reducción del volumen del comercio de bienes y servicios, con un crecimiento del comercio que se expandió a una tasa de apenas 1 por ciento, en comparación con el 3.7 por ciento de 2018.
El FMI estima que la tasa de expansión del comercio tocó fondo y se recuperará en el próximo año, con los volúmenes de comercio aumentando un 2.9 por ciento en 2020 y subiendo al 3.7 por ciento un año después.
«Por el lado positivo, el sentimiento del mercado se ha visto impulsado por señales provisionales de que la actividad manufacturera y el comercio mundial están tocando fondo», dijo el FMI en el informe.
Tanto la actividad del sector manufacturero como la del sector de servicios se vieron impulsadas por el sólido gasto de los consumidores, lo que contribuyó a la rigidez de los mercados laborales, el bajo desempleo y el modesto crecimiento de los salarios, dijo el FMI.
Para apoyar el crecimiento, el FMI recomendó políticas para estimular directamente la demanda de los consumidores, ya que el margen de acción de los bancos centrales es limitado en un entorno de tipos de interés casi nulos.
«Las políticas nacionales deben proporcionar un apoyo oportuno a la demanda según sea necesario, utilizando palancas tanto fiscales como monetarias dependiendo del margen de maniobra disponible», recomienda el informe.
El FMI también pidió a los responsables de las políticas que tomen medidas que aumenten las tasas de participación de la fuerza laboral para contrarrestar el envejecimiento de la población.
Otras recomendaciones incluyen políticas macroprudenciales más fuertes y la supervisión de las instituciones financieras.
«En algunos casos, es fundamental una mayor limpieza de los balances bancarios, especialmente cuando las vulnerabilidades se siguen acumulando en un período prolongado de bajas tasas de interés», dijo el FMI.
Gopinath concluyó su nota diciendo que si bien hay señales de estabilización, «el panorama mundial sigue siendo lento y no hay señales claras de un punto de inflexión».
Las perspectivas del FMI revelan que, a pesar de las modestas revisiones a la baja de las cifras de crecimiento mundial, la tendencia sigue siendo expansionista, aunque frágil.
«La recuperación prevista del crecimiento mundial sigue siendo incierta», señaló Gopinath. «Sigue dependiendo de las recuperaciones en las economías de mercado emergentes estresadas y de bajo rendimiento, ya que el crecimiento en las economías avanzadas se estabiliza cerca de los niveles actuales».
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