Algunas investigaciones sugieren que en los meses de invierno pasamos alrededor del 90 por ciento del día en el interior. Cada vez hay más conciencia de que nuestro entorno puede afectar a nuestro bienestar. Ahora más que nunca, es importante que los ambientes interiores se planifiquen para mejorar la salud.
Se ha demostrado que estar en la naturaleza proporciona una sensación de calma, reduce la presión sanguínea y el ritmo cardíaco e inspira una sensación de bienestar. Durante los meses de frío, podemos llevar la naturaleza al interior de nuestro hogar para obtener estos beneficios.
El término «biofilia» o «amor por la naturaleza o la vida» apareció por primera vez en 1984. El «efecto biofilia» describe el impacto positivo que se experimenta al sentir la naturaleza a través de la vista, el sonido, el olor o el tacto. Edward Wilson, biólogo estadounidense, propuso en su libro «Biophilia» que las personas tienen una tendencia innata a buscar y relacionarse con otras formas de vida. Afirmó que cuando las personas están en estrecho contacto con la naturaleza se benefician, y sufren si se les excluye de ella.
En The Lancet, Roger Ulrich, profesor de arquitectura de la Universidad de Texas A&M, menciona un gran número de investigaciones que demuestran que el diseño de los hospitales, desde las vistas de la naturaleza hasta el diseño del suelo, puede afectar a los resultados de los pacientes.
En los espacios compartidos, la biofilia fomenta la conectividad. Las personas se sienten bien recibidas, relajadas y son más propensas a socializar. Estas teorías conducen a cambios positivos en la arquitectura y el diseño de interiores.
Sentirse conectado a la naturaleza puede ayudar al proceso de la curación física. En el estudio comparativo de Ulrich, citado con frecuencia, 23 pacientes que se recuperaban de una intervención quirúrgica con vistas a los árboles fuera de sus ventanas se recuperaron más rápidamente que un conjunto de 23 pacientes cuyas ventanas daban a una pared de ladrillos. Cuando las habitaciones de los pacientes tenían vistas a la naturaleza, el tiempo en el hospital después de una operación generalmente era más corto, se administraba menos medicamentos para el dolor, y el estado general mejoraba. Se ha demostrado que las imágenes representativas de la naturaleza, como paisajes, jardines y paisajes acuáticos, pueden reducir el estrés y acelerar la recuperación.
Un estudio realizado por los investigadores Katcher, Segal y Beck descubrió que los pacientes que esperaban para someterse a una operación dental presentaban menores niveles de ansiedad cuando se colocaba un acuario en la sala de espera. Otro experimento realizado con donantes de sangre descubrió que los que veían un televisor de pared con una cinta de la naturaleza tenían la presión arterial y el pulso más bajos que los donantes que veían una cinta de un entorno urbano o un programa de juegos. Incluso cuando no se dispone de una conexión directa con la naturaleza, las imágenes de la naturaleza tienen beneficios para la salud y el bienestar.
Un efecto estudiado de la biofilia es la reducción del estrés.
«Los estudios han demostrado que las experiencias positivas con la naturaleza pueden reducir la presión arterial, la producción de hormonas del estrés y mejorar el rendimiento cognitivo», afirman el investigador y estratega del diseño ambiental William Browning y su coautora Catherine Ryan en su libro «Dentro de la naturaleza: Una guía de diseño biofílico». Browning y Ryan han creado edificios y proyectos maestros que han sido elogiados por su contribución al mejoramiento de la salud y el bienestar con elementos biofílicos.
Las estrategias básicas de decoración biofílica son fáciles de conseguir colocando flores recién cortadas a la vista o cuidando las plantas de interior. Las plantas de interior proporcionan beneficios para la salud emocional y física. Según un estudio de la NASA sobre las plantas de interior que podrían reducir la contaminación del aire en interiores, se demostró que los pothos dorados, las palmeras de bambú, las plantas araña, las plantas serpiente y las lavandas mejoran la calidad del aire interior y neutralizan ciertas toxinas transmitidas por el aire.
Puede beneficiarse de este efecto de múltiples maneras. Cultive hierbas aromáticas en la cocina para las comidas y podrá disfrutar del verde, y también distribuirlas por toda la casa para aportar un aire de naturaleza. Si los especímenes vivos no son una opción, seleccione cuadros, manteles individuales o tapices de pared que representen sus plantas y flores favoritas.
Los materiales que representan la naturaleza pueden ayudar a crear un ambiente relajante. Seleccione texturas y materiales orgánicos, como cestas tejidas, cojines de cuentas de madera o artículos que simulen la naturaleza, como un plato decorativo con forma de piña o de concha marina. Muchos estudios han llegado a la conclusión de que la exposición a los paneles de madera puede reducir la presión arterial, y se han obtenido resultados similares relacionados con las plantas de interior. Juntos, las plantas y la madera pueden revitalizar cualquier espacio y reconfortar a sus ocupantes.
El Dr. Richard Taylor, del departamento de física de la Universidad de Oregón, señala que los grupos fractales naturales son fáciles de percibir por el ojo y pueden calmar el sistema nervioso humano. Las agrupaciones fractales naturales incluyen patrones recurrentes, como los que se ven en las hojas de una rama, la corteza de un árbol, los copos de nieve o las olas del mar. Seleccione materiales con estos patrones para acentuar almohadas o tapices, o cree una agrupación de elementos naturales como pieza central. Las texturas seleccionadas pueden utilizarse para imitar los fractales naturales, como las series de azulejos en forma de panal, las marcas rayadas de un jarrón o los remolinos repetidos de un edredón o una alfombra de ganchillo. Cree sus propios «fractales», llenando tarros o botellas con una combinación de arena, piedras, guijarros, corteza y hojas secas.
La exposición a la luz natural también puede mejorar su estado de ánimo. Para aprovechar al máximo la luz natural en su casa, ubique espejos estratégicamente para captar la luz del sol en diferentes momentos del día, mantenga las persianas o cortinas levantadas durante el mayor número de horas de luz posible o pruebe utilizar pintura reflectante en una franja de la pared para captar la luz natural.
Si las habitaciones tienen una disponibilidad limitada de luz natural, instale reguladores de intensidad en los interruptores de luz o en las lámparas. La luz difusa imita las fluctuaciones naturales de la luz del día, y este equilibrio entre cantidades altas y bajas de luz azul es esencial para un horario de sueño estable y un estado de ánimo elevado.
Haga una planificación para llevar la naturaleza a los espacios de vida y de trabajo. Crear una conexión interior con la naturaleza puede estimular nuestros sentidos, mejorar nuestro estado de ánimo y proporcionar una sensación de bienestar.
La Dra. Nancy Berkoff es dietista titulada, tecnóloga de alimentos y profesional de la cocina. Divide su tiempo entre la atención médica y la consultoría culinaria, la escritura sobre alimentos y la vida sana.
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