Formas de recuperar el olfato después de COVID

Por George Citroner
05 de enero de 2023 4:39 PM Actualizado: 05 de enero de 2023 4:39 PM

Entre las muchas secuelas de la infección por COVID-19, una que ha acaparado mucha atención es la pérdida del olfato o el gusto. Para muchas personas, la afección es de larga duración y el tratamiento sigue siendo difícil de encontrar.

¿Por qué les ocurre esto a algunas personas y existen tratamientos eficaces para recuperar el sentido del olfato después de COVID?

La pérdida de olfato es común en muchas infecciones víricas

Nuestros sentidos del gusto y del olfato trabajan juntos para ayudarnos a disfrutar de la comida y la bebida. La pérdida de estos sentidos puede hacer que las comidas parezcan insípidas o sosas. Y lo que es más importante, es posible que no reconozcamos situaciones potencialmente peligrosas, como una fuga de gas o alimentos en mal estado.

La pérdida del gusto (ageusia) y del olfato (anosmia) no solo es un síntoma precoz de la infección por COVID-19, sino también un síntoma bien conocido de COVID prolongado.

Sin embargo, esta afección no es exclusiva de COVID.

«La pérdida de olfato es frecuente en numerosas infecciones víricas, y especialmente en COVID. En aproximadamente el 95 por ciento de los casos, el olfato ha regresado a los 6 meses», declaró a The Epoch Times el doctor Jacob Teitelbaum, internista certificado y experto nacionalmente conocido en los campos del síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, el sueño y el dolor.

En un estudio de la Universidad de Nueva York, los investigadores descubrieron que la presencia del virus COVID cerca de las células nerviosas del tejido olfativo estimulaba la irrupción de células inmunitarias, como la microglía y las células T, para contrarrestar la infección.

Estas células liberan unas proteínas llamadas citoquinas que modifican la actividad genética de las células olfativas, aunque el virus no pueda infectarlas. En otros escenarios, la actividad de las células inmunitarias se disipa rápidamente; pero los investigadores teorizan que la señalización inmunitaria relacionada con COVID persiste de un modo que perjudica la actividad de los genes necesarios para construir receptores olfativos.

Otra investigación descubrió por qué, para algunas personas, la pérdida es potencialmente permanente.

Científicos de la Universidad de Duke, con expertos de la Universidad de Harvard y de la Universidad de California en San Diego, utilizaron una biopsia de tejido (muestra extraída) para analizar las células epiteliales olfativas, en particular las de pacientes con COVID con anosmia de larga duración.

Los resultados indican que nuestras células inmunitarias pueden seguir reaccionando, incluso cuando la amenaza ha desaparecido.

Los análisis revelaron una infiltración generalizada de células T (células inmunitarias) que provocó una respuesta inflamatoria en la nariz, donde se encuentran las células nerviosas del olfato.

«Los resultados son sorprendentes», afirma en un comunicado el Dr. Bradley Goldstein, autor principal y profesor asociado del Departamento de Neurobiología de Duke.

«Casi se parece a una especie de proceso autoinmune en la nariz», señaló.

Aerosol nasal con esteroides es prometedor para recuperar el sentido del olfato

Un estudio publicado en la revista American Journal of Otolaryngology descubrió que el aerosol nasal de fluticasona (Flonase) ayudaba a los participantes a recuperar el sentido del olfato.

Los investigadores analizaron a 120 personas con anosmia debida a COVID-19 y las dividieron en dos grupos: uno que recibió tratamiento y otro que no.

Comprobaron que la función olfativa y gustativa mejoró significativamente en el plazo de una semana en todos los pacientes con COVID-19 que recibieron aerosol nasal de fluticasona.

Según Teitelbaum, el aerosol nasal puede funcionar porque las infecciones víricas pueden causar inflamación e hinchazón alrededor de los nervios olfativos. La fluticasona es un aerosol nasal esteroide de venta libre que reduce la inflamación.

«Una vez que la infección haya desaparecido durante un mes», aconsejó Teitelbaum. «El aerosol nasal esteroide de venta libre Flonase [utilizado] durante 6 a 8 semanas puede disminuir la inflamación nasal y nerviosa».

Pero advirtió que este aerosol nasal no debe usarse mientras haya síntomas de infección activa, como goteo nasal.

Reentrenamiento olfativo

La anosmia se ha estudiado mucho antes de la pandemia actual. Un estudio de 2009 descubrió que el sentido del olfato podía resensibilizarse en personas que habían perdido la capacidad de detectar olores.

Los investigadores expusieron a los participantes a uno de cuatro olores: clavo, limón, eucalipto y rosa.

Los pacientes aspiraron los cuatro olores intensos dos veces al día durante 12 semanas. Se comprobó su sensibilidad antes y después del entrenamiento utilizando «Sniffin’ Sticks» (bastones para olfatear) de distintas intensidades olfativas.

En comparación con la línea de base, los pacientes que entrenaron sus olfatos experimentaron un aumento de su sensibilidad a los olores, según la puntuación obtenida en la prueba Sniffin’ Sticks. La sensibilidad olfativa no varió en los pacientes que no recibieron el entrenamiento sensorial.

Las investigaciones realizadas específicamente en personas con pérdida de olfato relacionada con COVID descubrieron que el entrenamiento olfativo mejoraba eficazmente su capacidad para detectar olores.

Según Teitelbaum, «el entrenamiento olfativo resulta muy beneficioso para mejorar la función olfativa cuando se inicia pronto y se cumple correctamente».

Vitaminas que pueden ayudar

Existen muchas teorías sobre las causas de la pérdida de olfato en COVID, pero aún no sabemos exactamente por qué.

Teitelbaum cree que es probable que se deba a una mezcla de varias causas, entre ellas los bajos niveles de ciertos nutrientes, como el zinc.

«Administro de 25 a 50 mg [de zinc] al día durante 6 meses [a los pacientes]», explica.

El zinc es fundamental para la función inmunitaria, ya que la timulina, una hormona reguladora del sistema inmunitario, depende del zinc. Muchas infecciones, incluido el sida, agotan el zinc y empeoran la inmunidad. El olfato también depende del zinc.

Otro nutriente clave para el olfato es la vitamina A.

«La forma retinol de la vitamina A en dosis de 2500 a 5000 unidades al día puede, junto con el zinc [en] 25 a 50 mg al día, ayudar al olfato con el tiempo», recomendó Teitelbaum.

Sin embargo, las mujeres embarazadas deben tener cuidado al tomar esta vitamina. «La vitamina A causará defectos de nacimiento en mujeres embarazadas en dosis superiores a 8000 unidades», advirtió Teitelbaum.

Un estudio de caso de 2021 describe cómo se recuperó la capacidad olfativa de un paciente con COVID-19 mediante entrenamiento olfativo combinado con dosis diarias de estas vitaminas del complejo B:

– 5000 UI de vitamina B1
– 100 mg de vitamina B6
– 5000 mg de vitamina B12

La anosmia del paciente mejoró significativamente a los 12 días y su sentido del olfato se recuperó al día 40.


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