Advertencia: Este artículo contiene imágenes que algunos espectadores pueden considerar perturbadoras.
Una fotógrafa de partos brasileña vivió un momento único en su vida cuando asistió al parto por cesárea de un bebé que nació dentro del saco amniótico. En los breves instantes que precedieron a la extracción de la bolsa, la fotógrafa tomó una serie de fotos increíbles que la familia podrá conservar en los años venideros.
La experiodista Ludmila Braga Gusman Carvalho, de 44 años, es fotógrafa de nacimientos desde que fue madre hace nueve años. Actualmente vive con su marido y sus dos hijas en la ciudad de Muriaé, en el estado brasileño de Minas Gerais.
El nacimiento del bebé Nicolas en el Hospital São Paulo de Muriaé a las 17:55 horas del 2 de enero fue el segundo registro de nacimiento de Ludmila en 2023. Cuando la pediatra Dra. Larissa Felizardo indicó que Nicolas estaba saliendo en su saco amniótico, lo que se conoce como parto en caul o «velado», Ludmila se apresuró a ponerse al lado de la mesa de operaciones.
Dijo a The Epoch Times: «Fue una sensación indescriptible y maravillosa. Desde que empecé a fotografiar nacimientos, soñaba con estar presente en un parto así. Ya había visto videos y fotos de bebés con velo, ya había aprendido mucho sobre ello, pero no esperaba que fuera en este parto porque el bebé era grande».
«El momento en que hice la foto fue tan rápido y automático que recuerdo que solo tuve que colocarme y hacer clic varias veces», añadió Ludmila.
Poco después, el obstetra Dr. Luiz Cláudio Lacerda rompió y extrajo el saco con seguridad. Según Ludmila, todo requirió mucha atención y tuvo que hacerse rápidamente. A pesar de todo, describió el momento como «fantástico».
Con un peso aproximado de 7.45 libras (3.38 kg) y una longitud aproximada de 20 pulgadas (51 cm), el bebé Nicholas llegó al mundo para conocer a sus padres, mamá Reniara y papá Ellom.
«Cuando vimos la cara del bebé, fue muy eufórico», dijo Ludmila. «Todos estábamos encantados con la escena. Fue estremecedor».
Aunque Ludmila y los médicos habían presenciado el parto en caul, ninguno de los padres vio por sí mismo a Nicolas en su saco. Reniara estaba tumbada en la mesa de operaciones con una sábana que le impedía ver el procedimiento, y el padre permaneció cerca de su mujer, ya que se trataba de un parto por cesárea.
«Cuando nació el bebé estábamos tan sorprendidos que no llamamos al padre», cuenta Ludmila. «Aunque nos oyó hablar y vio nuestra emoción, no se levantó».
Sin embargo, ambos padres vieron las imágenes en la cámara de Ludmila cuando aún estaban en la sala de partos.
El parto en caul es poco frecuente, se produce menos de una vez por cada 80,000 nacimientos. Es más frecuente en las cesáreas que en los partos normales, pero no supone ningún riesgo ni para el bebé ni para la madre, según Healthline. De hecho, en algunas culturas se considera que un bebé nacido por cesárea es muy afortunado.
Ludmila cree que ella también tuvo suerte, ya que tuvo la oportunidad de empezar el año con unas imágenes tan especiales.
«Fue un momento único y muy emotivo para mí», declaró Ludmila según Gazeta de Muriaé.
Ludmila compartió más tarde sus fotos del nacimiento en caul de Nicolas en Instagram, donde se hicieron virales.
La madre de dos niños dice que ser madre le dio el valor necesario para acercarse a los hospitales, ganarse la confianza de los médicos y afianzar su papel como fotógrafa de partos. Nunca esperó que sus fotos de Nicolas fueran a tener tanta repercusión más allá de la prensa local. Piensa presentar sus increíbles instantáneas a concursos de fotografía.
«Sin duda, me sentí protegida y bendecida por Dios. Tengo mucha fe», declaró a The Epoch Times. «Vivimos en un periodo de tantas noticias tristes que recibir esta imagen a principios de año nos llena el corazón de esperanza. Me sentí elegida, bendecida, como si Dios me confirmara: ‘¡Sigue adelante! No te rindas… ¡ésta es tu misión!»».
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