A primera hora de la mañana del miércoles, ambos lados del Pacífico fueron testigos de un extraordinario espectáculo celeste de notablemente raro, cuando la mayor superluna de 2021 coincidió con un eclipse lunar total.
Al espectáculo estelar se sumó un profundo resplandor rojizo sobre el disco lunar debido a un efecto atmosférico, un fenómeno que da lugar al apelativo: Superluna de sangre.
Desde Australia y el este de Asia, pasando por el Pacífico, hasta partes del oeste de América, los observadores del cielo disfrutaron del espectáculo cósmico y capturaron algunas fotografías extraordinarias.
Los mejores lugares para verlo fueron Australia, Nueva Zelanda, Papa Nueva Guinea y las islas del Pacífico, como Hawai, donde los observadores pudieron contemplar tanto el eclipse total como la luna de sangre.
Un eclipse total se produce cuando la Luna pasa directamente por la sombra de la Tierra (dentro del rango de la «umbra»), cubriéndola por completo. Y cuando esto ocurrió el miércoles, la Luna adquirió un tono rojo óxido cuando la luz del sol, filtrada a través de la atmósfera terrestre, proyectó un cálido resplandor sobre la superficie del satélite —literalmente el resplandor de cada amanecer y atardecer en la Tierra contribuyó al efecto.
En la mitad de la fase de umbra de tres horas, el eclipse total duró unos 16 minutos.
Los bañistas australianos fueron especialmente afortunados al disfrutar de cielos despejados y, gracias a la fotografía, se obtuvieron imágenes impresionantes.
Los observadores de otras partes del mundo solo pudieron ver la fase de eclipse parcial —donde la Luna pasa a través de la sombra parcial de la Tierra (o penumbra)—, que duró unas cinco horas y causó que la Luna perdiera brillo, sin quedar totalmente oculta por la sombra de la Tierra.
Para alimentar el drama, la Luna apareció ligeramente más grande de lo habitual, al estar en su punto más cercano a la Tierra (o pedigrí) a lo largo de su órbita elíptica. Este fenómeno es lo que se denomina una «superluna», que puede parecer un 7 por ciento más grande que una luna llena normal, aunque el observador casual podría no darse cuenta.
Para los habitantes de Estados Unidos, este raro acontecimiento marcó el primer eclipse lunar total en dos años, aunque los cielos estuvieron parcialmente oscurecidos por las nubes en algunas zonas, limitado la visibilidad.
Los observatorios de Estados Unidos y Australia organizaron transmisiones por Internet durante la Superluna de Sangre (también llamada Superluna de Flores, por la época de floración en la que ocurre).
Los observadores de las estrellas podrán ver la próxima superluna (llamada Superluna de fresa) el 24 de junio de 2021; mientras que el próximo eclipse parcial de luna se producirá el 19 de noviembre de 2021. El próximo eclipse total (y la luna de sangre, juntos) no se producirá hasta el 16 de mayo de 2022. Mientras tanto, los observadores de la luna tendrán que esperar 12 años más para que coincidan otra luna de sangre y una superluna.
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