Los oficiales militares chinos están siendo investigados por corrupción como parte de una mayor purga política.
El Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia, un grupo de derechos humanos con sede en Hong Kong, fue el primero en publicar un artículo en Internet en el que se señalaba que 120 altos cargos del ejército chino están siendo investigados.
El 1 de agosto, elegido por Beijing como el día de la fundación del Ejército Popular de Liberación y habitualmente celebrado con un desfile militar, cuatro oficiales iban a ser promovidos a generales. Pero debido a las investigaciones anticorrupción en curso, sus promociones fueron canceladas, según el centro de información.
Más tarde, el 20 de octubre, el centro publicó una actualización señalando que las investigaciones causaron furor dentro del ejército y que en las clases de “estudio político” los nuevos reclutas del ejército estaban constantemente haciendo preguntas sobre la situación actual.
Había indicios previos de que tal purga estaba en proceso. En agosto, después de concluir la secreta reunión de Beidaihe entre altos dirigentes del Partido Comunista, la cadena estatal de televisión CCTV transmitió un programa sobre la participación del mandatario chino Xi Jinping en una reunión del Partido para la Comisión Militar Central (CMC), un poderoso órgano en la cúspide del Partido que controla al Ejército. Como jefe del Partido Comunista Chino, Xi también se desempeña como presidente de la CMC.
En la reunión, Xi puso énfasis en consolidar el control de las autoridades centrales sobre los militares, remarcando la “lealtad absoluta” a la CMC y en eliminar la corrupción, según el informe de la CCTV que salió al aire el 19 de agosto.
Durante el mes de agosto, los medios de comunicación de Hong Kong, mencionando fuentes internas, nombraron a varios oficiales militares de alto rango que habían sido purgados o detenidos. Muchos de ellos tenían conexiones con Zhang Yang y Fang Fenghui. Zhang era un exgeneral de alto rango y miembro de la CMC que se suicidó en noviembre pasado mientras estaba bajo investigación por delitos de soborno. Fang también era miembro de la CMC, a cargo de la organización de los desfiles militares de China. En enero, el régimen chino anunció que Fang sería procesado por soborno.
Aparte de la corrupción, el principal delito que cometieron fue el de ser socios cercanos de Guo Boxiong, un poderoso oficial militar y figura clave en la facción del Partido que se opone a la dirección de Xi Jinping. Este grupo es conocido como la facción de Jiang, por apoyar al excabecilla del Partido Jiang Zemin.
Después de llegar al poder en 2012, Xi inició una amplia campaña anticorrupción para eliminar del Partido a los funcionarios con mal comportamiento, en su mayoría miembros de la facción de Jiang.
Jiang había desarrollado un poderoso control sobre el Ejército durante su tiempo al poder, de 1989 a 2002. Guo permitió que Jiang siguiera al frente de la CMC hasta 2004, aunque Jiang ya había renunciado al papel de líder del partido y Hu Jintao se convirtió en el siguiente líder. Guo fue purgado y condenado a cadena perpetua en 2016.
Fang fue el subordinado de Guo a finales de la década de 1990 y se convirtió en uno de sus principales aliados.
Para liberar a los militares de la influencia de Jiang, Xi también inició reformas dentro de sus rangos, reorganizando su estructura y reduciendo el tamaño de la CMC de nueve a siete miembros, a fin de concentrar mejor el poder.
La purga actual podría ser vista como un esfuerzo renovado para liberar al Ejército de la influencia de Fang, Zhang y Guo.
De hecho, más recientemente, el 16 de octubre, el régimen chino anunció que Zhang –a título póstumo– y Fang serían expulsados del Partido Comunista y despojados de sus rangos.
El comunicado había llegado con una dura reprimenda hacia los dos exgenerales, llamándolos “desleales y deshonestos, con dos caras y de doble juego, políticamente degenerados”. Esos son eufemismos típicos por involucrarse en la política de las facciones.
Después del comunicado, muchas localidades y órganos del Partido emitieron sus propias declaraciones, expresando su apoyo a que las autoridades centrales manejaran el caso de Fang y “Xi como el núcleo del Partido”. Las fervientes expresiones vocales de lealtad a Xi indicaban que el Partido se sentía ansioso en caso de aparentar ser desleal.
Un artículo del 22 de octubre del periódico de Hong Kong Ming Pao señaló a Tang Guoqing, comisario político adjunto de la Fuerza de Cohetes del Ejército, como el último general de alto rango en ser purgado.
El artículo señala que en junio, el Ejército organizó clases de entrenamiento en la Universidad de Defensa Nacional de Beijing para los oficiales a cargo de la “inspección disciplinaria”, el nombre del organismo interno de control anticorrupción del Partido. Las clases reportaron un aumento significativo en el número de asistentes con respecto a los años anteriores, según el artículo de Ming Pao.
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