Los creadores de empleos de los Estados Unidos mantuvieron un fuerte ritmo de contratación en febrero, dando a la economía un importante impulso mientras enfrenta los vientos en contra del brote de coronavirus.
El informe mensual de empleo del Departamento de Trabajo, publicado el viernes, mostró que el mes pasado la economía añadió 273,000 empleos, formalmente conocidos como «nóminas no agrícolas».
«Este informe de empleos fue un grand slam jonrón», dijo Robert Johnson, profesor de finanzas en el Heider College of Business de la Universidad de Creighton, señalando que las cifras superaron las expectativas.
«El informe de empleos de febrero rompió las expectativas con la friolera de 98,000 empleos», dijo Johnson a The Epoch Times en una declaración por correo electrónico. «Además, las cifras de los meses anteriores fueron revisadas significativamente al alza. Las nóminas de enero fueron revisadas al alza por 48,000 empleos, y las de diciembre fueron revisadas al alza por 37,000 empleos».
El informe también indicó que la tasa de desempleo se redujo en un 0.1 por ciento respecto al número del mes anterior, cayendo a un mínimo en 50 años del 3.5 por ciento.
Si bien el optimista informe probablemente no capta completamente el impacto del coronavirus, que comenzó a propagarse en los Estados Unidos a finales de febrero, hasta ahora no hay señales de que la epidemia haya perjudicado al mercado laboral.
«Lo que este informe sobre el empleo muestra es que antes del coronavirus la economía de los EE.UU. estaba en una base muy sólida», dijo Johnson. «Esto debería dar a los inversores algún consuelo de que la economía de EE.UU. está en una posición fuerte para soportar este evento del cisne negro».
«Si bien puede ser cierto que el informe de empleos no está deteniendo la actual caída del mercado de valores, si el informe de empleos fuera negativo el mercado seguramente estaría cayendo más precipitadamente», agregó.
Las acciones se desploman, los bonos se recuperan
Las acciones de EE.UU. abrieron bruscamente a la baja el viernes, ya que el recuento mundial de infecciones por coronavirus superó las 100,000 y los nerviosos inversores se refugiaron en supuestos refugios seguros como los bonos y el oro.
A las 10:13 am EST del 6 de marzo, el S&P 500 (SPX) había caído 87.9 puntos, un 2.91 por ciento; el Dow Jones (DJI) había caído 710 puntos, un 2.72 por ciento; y el Nasdaq Composite (IXIC) había bajado 237.4 puntos, un 2.72 por ciento.
El Tesoro de los Estados Unidos, considerado como un activo de bajo riesgo, fue el beneficiario de este movimiento hacia la seguridad. El billete de referencia a 10 años alcanzó un nuevo récord el viernes.
El llamado «medidor de miedo de Wall Street», o el índice de volatilidad VIX, se disparó más de 10 puntos, de un 25.29 por ciento a un 49.64.
Una lectura por encima de 31 en el VIX se considera un signo de gran incertidumbre y miedo de los inversores.
Aún así, la historia sugiere que un gran pico en la volatilidad del mercado de valores puede ir seguido por un importante repunte de las acciones.
«Cuando se trata del VIX, la historia no es muy amable con los osos [inversores pesimistas]. Si observamos las acciones después de que el VIX haya subido más de 40, encontramos un retorno promedio en 12 meses de casi el 30 por ciento», dijo Allen Sukholitsky, jefe de macroestrategia de Xallarap Advisory.
«Además, el peor retorno ni siquiera ha calificado como territorio de mercado bajista, y el mejor retorno ha sido de casi el 70 por ciento», dijo Sukholitsky a The Epoch Times en una declaración por correo electrónico.
«La advertencia aquí es que este desempeño tuvo lugar ya sea mucho antes de una recesión, cerca del final de una recesión, o después de una recesión», agregó. «Ya sea que la historia se repita o no, seguimos aconsejando a los inversores que se manejen por el riesgo, no por el retorno. Mejor temprano que tarde».
Trump aprueba gasto de 8300 millones de dólares para el coronavirus
El presidente Donald Trump promulgó el viernes una ley de gasto de más de 8000 millones de dólares para contrarrestar las consecuencias de la propagación del coronavirus, inyectando fondos para el desarrollo de una vacuna y otras medidas de prevención.
El paquete de ayuda de 8300 millones de dólares fue acordado a principios de esta semana por los administradores de créditos del Senado y la Cámara de Representantes antes de que fuera aprobado en las dos cámaras del Congreso.
«En situaciones como ésta, creo que no se debe escatimar ningún gasto para proteger al pueblo americano, y en la elaboración de este paquete no se escatimó ninguno», dijo el presidente del Comité de Apropiaciones Richard Shelby (R-Ala.) en una declaración a los medios de comunicación. «Es un plan agresivo, un plan vigoroso que ha recibido una reacción positiva abrumadora».
Los mercados esperan más recortes en las tasas
El martes, la Reserva Federal redujo su tasa de referencia de fondos federales en medio punto porcentual en una medida de emergencia para reforzar la confianza en la economía.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo en una conferencia de prensa que el banco central actuó en base a la información de un «cambio material» en las perspectivas económicas, la condición a menudo citada por la Reserva Federal para reducir las tasas.
«La propagación del coronavirus ha traído nuevos desafíos y riesgos», dijo Powell, y agregó que «el brote también ha interrumpido la actividad económica en muchos países y ha provocado movimientos significativos en los mercados financieros».
Los bancos centrales de todo el mundo, incluidos el Banco de Canadá, el Banco de la Reserva de Australia y el banco central de Malasia, han disminuido su actividad esta semana, y se espera que otros los sigan pronto, incluido el Banco del Japón.
El mercado de futuros de la tasa de interés está ahora fijando el precio en un 100 por ciento de posibilidades de otro recorte de la tasa de la Reserva Federal en marzo.
Reuters contribuyó a la elaboración de este artículo.
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