La Fuerza Aérea de Estados Unidos dejará que algunos miembros militares lleven turbantes, hijabs y barbas, de acuerdo con un código de vestimenta actualizado.
Las nuevas directrices (pdf) esbozan un claro proceso de aprobación para los sijs y los musulmanes que desean aplicar una excepción religiosa al código de vestimenta normal o el personal militar que quiera tener barba o pelo sin cortar. Los integrantes de la Fuerza Aérea de EE. UU. que presenten tal solicitud pueden esperar que sea aprobada siempre que su apariencia sea «pulcra y conservadora».
Las adaptaciones deben revisarse en un plazo de 30 días para los casos nacionales y de 60 días para los demás casos. Hay modelos de solicitudes aprobadas para ayudar a acelerar el proceso. No se requiere la presentación de una nueva solicitud a menos que el personal militar tenga una interrupción en el servicio de más de un año o esté solicitando una modificación.
Se imponen ciertas restricciones a los miembros de la fuerza, como llevar un cubre-cabezas que se asemeje al uniforme asignado. También hay instrucciones específicas para ponérselos.
«El hijab debe ajustarse estrechamente a los contornos de la cabeza y el cuello y no puede cubrir las cejas, los ojos, las mejillas, la nariz, la boca o la barbilla. Los bordes inferiores del hijab serán metidos debajo de la parte superior del uniforme militar y todos los accesorios necesarios para la cabeza seguirán siendo usados. El pelo debajo del hijab debe ser usado en un peinado autorizado para el personal (de la Fuerza Aérea)», dicen las directrices.
«El grueso del cabello del militar y el hijab no puede impedir la capacidad de usar el equipo de protección; impedir la capacidad de operar el arma asignada, equipo militar o maquinaria; o interferir con la capacidad de realizar los deberes militares asignados».
Cuatro fotos acompañan las pautas para el hijab y otras para tener barba o ponerse un turbante.
Un puñado de sijs y musulmanes habían recibido adaptaciones para llevar el hijab o el turbante antes, pero el proceso para recibir una excepción requirió su tiempo.
La Coalición Sikh elogió el cambio de política, diciendo que las directrices actualizadas establecen «normas claras de aseo y uniformidad para el personal militar alistado y oficiales a los que se les concede adaptaciones en base a sus creencias religiosas sinceras».
«Ningún sikh estadounidense debería tener que elegir entre sus creencias religiosas y sus ambiciones profesionales», dijo Giselle Klapper, abogada del personal de la Coalición Sikh, en una declaración. «Los sijs han servido honorablemente y con capacidad en las Fuerzas Armadas de EE.UU. y otros ejércitos de todo el mundo, y aunque estamos ansiosos por una proclamación general de que todos los sijs estadounidenses observantes pueden servir en todas las ramas del ejército sin buscar adaptaciones, esta aclaración política es un gran paso adelante para asegurar la igualdad de oportunidades y la libertad religiosa en la Fuerza Aérea».
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