El Partido Comunista Chino (PCCh) busca utilizar las fuerzas de seguridad nacional para intervenir en el sector financiero, alegando combatir las ventas en corto y otros comportamientos de retiro de fondos que resultan de la deprimida economía del país.
La actual desaceleración de la economía china ha desencadenado un frenesí de ventas de acciones que refleja la reacción de los operadores ante los riesgos a la baja mientras especulan con una caída de los mercados financieros.
El Ministerio de Seguridad Nacional subrayó el 2 de noviembre que “la seguridad financiera es un componente fundamental de la seguridad nacional” y los órganos de seguridad nacional deben “participar activamente” en el campo económico y financiero para “monitorear, obstaculizar y combatir” los delitos financieros.
Esos delitos financieros se definen como “ventas en corto” y otros comportamientos de especulación en corto realizados por algunos comerciantes “mal intencionados” con el propósito de “hacer tambalear la confianza de la comunidad internacional en las inversiones de China e incitar a la agitación financiera”, según el artículo.
El máximo organismo de seguridad también culpó a los países occidentales liderados por Estados Unidos, sin nombrarlos, por el débil poder económico del régimen, diciendo que «países individuales» utilizan las finanzas como una herramienta de juego geopolítico e imponen «sanciones financieras».
La intervención de seguridad del Estado en la esfera financiera se produjo después de la primera Conferencia Central de Trabajo Financiero del PCCh, celebrada en Beijing del 30 al 31 de octubre, en la que se enfatizó la necesidad de una “supervisión, interceptación y resolución integral de los riesgos financieros”.
El líder del PCCh, Xi Jinping, pronunció el discurso de la reunión, y sus seis miembros del Comité Permanente del Politburó estuvieron presentes, evidenciando la participación del máximo órgano decisorio del partido en la esfera financiera del Estado, a diferencia de las anteriores reuniones periódicas de finanzas y economía presididas por el Consejo de Estado.
«Ellos [el PCCh] pueden utilizar medios violentos para ‘mantener por la fuerza la estabilidad [en el mercado financiero]’. Si vendes acciones, puedes estar ‘amenazando la seguridad nacional’ o ‘incitando a la subversión del poder estatal», dijo Dakang, un periodista de actualidad, el 5 de noviembre.
Retiro de Capitales
Un mercado de negociación regular permite que las posiciones largas y las cortas compren y vendan acciones de forma correspondiente, lo que supone expectativas de inversión alcistas y bajistas, según el Sr. Dakang. Por el contrario, las autoridades del PCCh tienden a reprimir el dumping de acciones, lo que provocará que el mercado no funcione. «Si no hay nadie que venda, no hay nadie que compre», afirma.
Dakang cree que el mercado de valores chino se contraerá drásticamente en breve a medida que la economía se deteriore.
El capital extranjero ha estado saliendo del mercado de valores de China en los últimos años: Fondos extranjeros vendieron acciones chinas por valor de 44.800 millones de yuanes (USD 6100 millones) en octubre y una liquidación en tres meses alcanzó un máximo de 172,000 millones de yuanes (USD 23,600 millones), según Bloomberg.
La inversión extranjera también se está debilitando. Los datos de la Administración Estatal de Divisas mostraron que los pasivos de inversión directa registraron un déficit de USD 11,800 millones en el tercer trimestre de este año, la primera vez que se registra este nivel de pasivos desde 1998.
Algunos inversores extranjeros se están alejando de China. El gigante estadounidense de gestión de activos Vanguard Group está dando el paso final en su salida de China al cerrar sus oficinas en el país las cuales gestionan un mercado de fondos mutuos de 29 billones de yuanes (USD 4 billones).
Gallup, una consultora líder internacional que opera en China desde hace 30 años, también cerrará todas sus oficinas allí.
La crisis financiera es inminente
El economista Gao Feng dijo en un artículo del pasado mes de julio, publicado en ipkmedia.com, que China está al borde del estallido de una crisis financiera, citando que casi los diez signos de la crisis han aparecido en China, como una caída del mercado de valores, una fuga de capitales a gran escala, una crisis de crédito bancario, impagos de deuda empresarial, graves burbujas de precios de activos, una reducción significativa de las reservas oficiales de divisas, una grave caída de la economía en su conjunto, elevados ratios de balance corporativos o residenciales, una caída brusca de los beneficios corporativos o de la tasa de crecimiento de los ingresos de los residentes, y un gran desastre en el país.
La razón por la que no hubo un colapso total se puede atribuir a la intervención administrativa de las autoridades del PCCh para reprimirlo, según el Sr. Gao; sin embargo, esta supresión sólo puede ser temporal ya que eventualmente aumentará el alcance de la crisis financiera y la fuerza de la reacción, dijo.
La economía de China ha atravesado tiempos difíciles; además de la crisis de deuda de los gobiernos locales, los gigantes inmobiliarios también están muy endeudados y, según se informa, decenas de empresas inmobiliarias han roto sus cadenas de capital.
Los datos oficiales mostraron que el índice de la Bolsa de Valores de Shanghai cayó por debajo de la marca de los 3000 puntos a finales de octubre, y el tipo de cambio entre el USD y el RMB ha estado “por debajo de 7” durante cinco meses.
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