Las fuerzas rusas están atacando el centro de Vuhledar, una ciudad minera estratégicamente situada en la región ucraniana de Donetsk, según ha declarado el gobernador de Donetsk nombrado por Kiev.
«El enemigo ya está casi en el centro de la ciudad», declaró el gobernador regional, Vadym Filashkin, en declaraciones televisadas el 1 de octubre.
Sus declaraciones coinciden con imágenes de video compartidas en las redes sociales que parecen mostrar a soldados rusos izando la bandera rusa sobre varios edificios en Vuhledar (Ugledar en ruso).
En declaraciones a Reuters, Andriy Nazarenko, comandante de un batallón ucraniano de drones aún desplegado en Vuhledar, describió la situación del campo de batalla como «muy difícil».
El 2 de octubre, el mando militar del este de Ucrania anunció que había ordenado a sus tropas retirarse de Vuhledar para evitar el cerco de las fuerzas rusas y «preservar el personal y el equipo militar».
Sin embargo, en el momento de la publicación de este artículo, el Ministerio de Defensa ruso aún no había confirmado la toma de la ciudad.
Sin embargo, la agencia de noticias rusa TASS —citando una fuente militar no identificada— informó el 1 de octubre de que las fuerzas ucranianas «se habían visto obligadas a abandonar posiciones en la parte central» de la ciudad.
El 2 de octubre, TASS citó a una fuente militar que decía que las fuerzas ucranianas en Vuhledar habían «sido eliminadas» tras sufrir «grandes pérdidas».
The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones rusas.
Situada a unas 40 millas al suroeste de la ciudad de Donetsk, Vuhledar es una ciudad minera y centro logístico con una población anterior a la guerra de unos 15,000 habitantes.
Se encuentra cerca de una línea de ferrocarril que une Donbás con la península de Crimea, que Moscú se anexionó de hecho en 2014 y que ahora alberga la Flota rusa del Mar Negro.
La ciudad es estratégicamente importante, ya que se encuentra en la confluencia de los frentes oriental y meridional del conflicto en curso.
Si se confirma la caída de Vuhledar, es probable que allane el camino para nuevos avances rusos tanto hacia el norte como hacia el oeste.
También pondría a Moscú un paso más cerca de poner toda la región de Donbás —que comprende Donetsk y Luhansk— bajo control ruso.
El control total de la región rusoparlante de Donbás sigue siendo uno de los objetivos clave de Moscú desde que lanzó su invasión del este de Ucrania a principios de 2022.
Siete meses después de la invasión inicial, Rusia anexionó efectivamente Donetsk y Luhansk, junto con otras dos regiones del sureste de Ucrania, y ahora las considera territorio de la Federación Rusa.
Con el apoyo de sus partidarios occidentales, Kiev ha prometido recuperar los cuatro territorios perdidos, junto con la región del Mar Negro de Crimea.
Según las estimaciones, las fuerzas rusas controlan ahora el 60% de la región de Donetsk y el 98.5% de Luhansk.
Rápido avance
Durante los últimos dos meses, las fuerzas rusas han seguido avanzando rápidamente en Donbass, capturando recientemente una serie de ciudades y pueblos.
Una sorpresiva ofensiva transfronteriza ucraniana en la región occidental rusa de Kursk, lanzada a principios de agosto, no logró en gran medida frenar el avance ruso.
A principios de esta semana, el Ministerio de Defensa ruso declaró que sus fuerzas habían capturado la ciudad de Makiivka, en Luhansk.
Días antes, las fuerzas rusas de Donetsk tomaron la ciudad de Ukrainsk, situada a unas 30 millas al norte de Vuhledar.
Ahora parecen dispuestas a tomar la ciudad de Pokrovsk, un importante centro logístico y de tránsito ucraniano situado a 50 millas al norte de Vuhledar.
El 9 de septiembre, el Ministerio de Defensa ruso declaró que sus fuerzas habían capturado el pueblo de Memryk, a 15 millas al sureste de Pokrovsk.
Al día siguiente, otros cuatro pueblos de los alrededores —Krasnohorivka, Hryhorivka, Vodiane y Halytsynivka— también fueron capturados por las fuerzas rusas, según el Ministerio de Defensa.
Con información de Reuters
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