Las restricciones a los viajes internacionales sofocaron la investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los orígenes chinos del COVID-19 después de que los expertos en salud se hayan visto obligados a iniciar la investigación en forma virtual.
Esto ocurre cinco meses después de que el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, prometiera que en el «momento más temprano posible» iniciaría una investigación independiente sobre los orígenes del SARS-CoV-2.
Durante una entrevista que dio el 3 de noviembre la portavoz de la OMS, Dra. Margaret Harris, al programa Today Show de la cadena Nine, dijo que la investigación había comenzado pero que la OMS aún no había entrado en China.
«Bueno, eso ya comenzó, así que tuvieron su primera reunión el viernes», dijo. «Fue una reunión virtual, como se puede imaginar, mucha de la gente, los expertos internacionales, están en lugares desde donde ya no pueden viajar».
«Así que su trabajo en este momento se está llevando a cabo virtualmente», dijo Harris mientras enfatizaba que es importante que todas las naciones trabajen juntas en medio de la pandemia de COVID-19, a la que se le atribuye el haber causado un estimado de 1.2 millones de muertes a nivel mundial.
Muchos países de todo el mundo impusieron restricciones de viaje para impedir la transmisión de COVID-19, aunque con frecuencia se citan exenciones para viajes esenciales.
Las actuales directrices sobre viajes internacionales de la OMS, publicadas en julio, recomiendan que las personas solo deben realizar «viajes esenciales para emergencias, acciones humanitarias, incluidos los vuelos médicos de emergencia y la evacuación médica».
También permite los viajes del personal esencial, incluidos los encargados de responder a emergencias y los proveedores de apoyo técnico en materia de salud pública, el personal esencial del sector del transporte, como la gente de mar y los funcionarios diplomáticos, y la repatriación».
Durante las primeras etapas de la pandemia del virus del PCCh en marzo, China cerró sus fronteras al mundo, pero solo después de que permitió a millones de personas abordar vuelos desde Wuhan a múltiples lugares del mundo.
El 18 de mayo se aprobó una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud dirigida por Australia y respaldada por 100 naciones para investigar los orígenes del virus. Semanas antes, se informó que la OMS fue excluida de entrar en China para visitar el Instituto de Virología de Wuhan.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, y la ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, encabezaron el liderazgo de una investigación sobre los orígenes del virus en abril, después de plantear las preocupaciones sobre la transparencia de China.
Morrison dijo en abril que la investigación era esencial para la salud pública mundial.
«Este es un virus que ha cobrado más de 200,000 vidas en todo el mundo. Ha paralizado la economía mundial. Las implicaciones e impactos de esto son extraordinarios», dijo el primer ministro.
«Parecería totalmente razonable y sensato que el mundo quisiera tener una evaluación independiente de cómo ocurrió todo esto, para que podamos aprender las lecciones y evitar que vuelva a ocurrir», dijo.
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