La mayoría del territorio de Estados Unidos no necesita cerrar por la COVID-19, dijo el domingo un alto funcionario a cargo de los test.
«No creo que necesitemos cerrar, al menos en la mayoría de los lugares del país», dijo el almirante Brett Giroir.
Algunos modelos muestran que cerrar bares, disminuir la capacidad de los restaurantes y usar mascarillas cuando se está en lugares públicos puede reducir la tasa de transmisión del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la COVID-19.
«Si hacemos solo esas cosas simples, podemos bajar ese valor R, ese valor de transmisibilidad, por debajo de uno, lo que significa que desaparece. Así que creo que tenemos que ser muy selectivos», dijo Giroir, secretario adjunto de Salud y Servicios Humanos.
«Claro, si cerramos todo de nuevo, eso sería suficiente, pero no es necesario».
Giroir hizo dichos comentarios durante su intervención en el programa «Meet the Press» de la NBC.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano, amenazó con cerrar el estado otra vez si la gente no usa mascarillas, y otros líderes del estado también están considerando cierres parciales o completos en vista de los picos de casos de virus del PCCh y de las hospitalizaciones.
Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, es uno de los expertos en salud que abogan por la reimposición de los cierres.
«Lo único que tenemos que reconocer es que tenemos que volver [a cerrar]. Nadie quiere usar la palabra bloqueo (…) pero la conclusión es que vamos a tener que volver a tomar medidas drásticas», dijo Osterholm durante una aparición en la CNN.
Las medidas duras como los cierres tienen un costo, señaló Giroir, incluyendo el aumento del abuso de sustancias y los problemas de salud mental y emocional.
Al mismo tiempo, las visitas periódicas al médico se reducen.
«Recuerden, hay un tremendo costo de salud por el cierre», dijo. «El consumo de sustancias, lo emocional, lo mental, pero también la falta de exámenes de cáncer, de vacunas y de todas esas otras cosas. Así que hagamos lo que sabemos que realmente funciona».
La Dra. Deborah Birx, coordinadora de respuesta del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, dijo a los reporteros la semana pasada que las personas en áreas donde el número de casos está aumentando deben dejar de ir a los bares, abstenerse de comer dentro de los restaurantes, evitar las reuniones sociales en casas u otros lugares interiores y usar mascarillas en lugares públicos.
Los estadounidenses de Florida, California, Texas y Arizona deben ser especialmente precavidos, dijo Birx.
Las hospitalizaciones de personas con COVID-19 están aumentando en esos estados, y algunos también están registrando aumentos en los índices de positividad, es decir, el porcentaje de los que dan positivo en los tests.
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