El exdirector del Centro Nacional de Seguridad y Contrainteligencia (NCSC), William Evanina, calificó a China como «una amenaza existencial» durante una audiencia hecha el jueves por el Subcomité de Seguridad Nacional contra el Terrorismo, Aplicación de la Ley e Inteligencia de la Cámara de Representantes: «Es la más compleja, perniciosa y agresiva amenaza estratégica que nuestra nación ha enfrentado alguna vez”.
Evanina señaló el robo de propiedad intelectual, el espionaje de alta tecnología y los esfuerzos para cooptar al gobierno de EE.UU. mediante la elección de funcionarios del PCCh, algo que denominó “captura de élites”, como algunas de las mayores amenazas procedentes de la potencia asiática.
“El Partido Comunista de China realiza estratégicamente campañas de influencia maligna a nivel estatal y local con precisión”, dijo. “Este esfuerzo debe ser expuesto y mitigado”.
El exdirector del NCSC también advirtió que “el Partido Comunista de China ha robado todos sus datos privados al 80 por ciento de los adultos estadounidenses”.
Sus preocupaciones fueron compartidas por el jefe del Estado Mayor Adjunto de Operaciones de la Fuerza Aérea de EE.UU., el teniente general Joseph T. Guastella, quien dijo que está “profundamente preocupado por las amenazas del Partido Comunista Chino… hacia la patria de EE.UU.”
Guastella sugirió que el rápido avance militar de China se puede atribuir al estudio de la tecnología y los métodos estadounidenses.
“China fue a la escuela con nosotros”, afirmó en la audiencia del Capitolio titulada “Confrontando las amenazas planteadas por el Partido Comunista Chino a la patria de EE.UU.”.
“Su ejército ahora disfruta de capacidades de vanguardia que incluyen armas hipersónicas de ataque de precisión de largo alcance, armas de defensa aérea integradas avanzadas, misiles tierra-aire de aviones sigilosos y guerra electrónica”.
Sobre el globo espía chino que atravesó el espacio aéreo estadounidense a principios de febrero, antes de ser derribado frente a la costa de Carolina del Sur, un profesor de la Universidad de Brown dijo que el incidente ilustra la voluntad del PCCh de asumir riesgos en la búsqueda de inteligencia. Una solución podría estar en la transparencia estratégica por parte del gobierno de Estados Unidos, dijo.
“El gobierno de EE.UU. necesita divulgar mejor su comprensión sobre las amenazas que China representa para la seguridad nacional”, dijo Tyler Jost, profesor asistente de Ciencias Políticas, Asuntos Internacionales y Públicos en la Universidad de Brown y profesor asistente de Estudios de China del Instituto Watson.
“Específicamente, necesita brindar a los ciudadanos más datos sobre los diferentes riesgos que asumen los ciudadanos estadounidenses cuando usan tecnologías extranjeras”.
La amenaza que plantea China no se limita al ejército o al gobierno. Empresas privadas chinas como Huawei y TikTok han sido objeto de escrutinio por sus prácticas de uso de datos y supuestos vínculos con el PCCh.
En los últimos años, ha aumentado la preocupación por el uso de componentes fabricados en China en infraestructura crítica de EE.UU., como redes eléctricas y sistemas de transporte.
Lidiando con la amenaza del PCCh
Evanina enfatizó la necesidad de una respuesta coordinada a estas amenazas y dijo que “se debe adoptar un enfoque de todo el gobierno y toda la sociedad para mitigar la amenaza que representa China”.
Entonces, ¿qué se puede hacer para proteger a los ciudadanos y la infraestructura estadounidenses de la amenaza tecnológica que representa China?
Un enfoque sugerido por los panelistas fue limitar el uso de tecnologías extranjeras en sistemas críticos. En el último año de su presidencia, Donald Trump prohibió que las empresas de servicios públicos relacionadas con la defensa utilizaran componentes fabricados en China en sus redes eléctricas.
Otro enfoque ofrecido fue aumentar la inversión en tecnologías e investigaciones nacionales. Al desarrollar tecnologías de vanguardia en el país, Estados Unidos puede reducir su dependencia a componentes extranjeros y proteger mejor su propiedad intelectual.
El presidente Joe Biden ha prometido USD 50,000 millones a los fabricantes de semiconductores de EE.UU. para lograr este objetivo. Sin embargo, algunos economistas creen que este esfuerzo será contraproducente.
“El gobierno debe mantenerse al margen”, dijo Peter Schiff, fundador y economista jefe de Euro Pacific Asset Management, en reacción al anuncio del rescate el otoño pasado.
“Este es un ejemplo de socialismo. Y esto va a fallar”.
En última instancia, la amenaza que plantea China es compleja y polimodal.
En palabras de Evanina, “debemos ser proactivos a la hora de identificar y mitigar esta amenaza antes de que se convierta en un acontecimiento catastrófico”.
Guastella estuvo de acuerdo y dijo que “debemos ser inteligentes sobre cómo abordamos esta amenaza. No podemos simplemente confiar en las viejas formas de hacer las cosas”.
“Necesitamos ser ágiles e innovadores en nuestro enfoque, y debemos trabajar juntos para proteger nuestra patria de las amenazas que plantea China”.
Los críticos argumentan que, si bien el gobierno chino está cometiendo terribles atrocidades a nivel nacional, no representa una amenaza grave para los Estados Unidos continentales.
Dave DeCamp, editor de noticias de Antiwar.com, cree que estas crecientes tensiones son insostenibles y le preocupa a dónde conducirá una mentalidad monolítica de hostilidad en la era de las armas nucleares.
“La audiencia del Subcomité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes hoy demuestra el nuevo consenso histérico en Washington que dice que China no solo es un enemigo, sino posiblemente la mayor amenaza que Estados Unidos haya enfrentado jamás”, le dijo DeCamp a The Epoch Times.
“Este pensamiento y la falta de oposición a él es más peligroso de lo que podría ser el Partido Comunista Chino (PCCh) y hará que la guerra entre dos potencias nucleares sea inevitable”.
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