Los funcionarios de salud iraníes han puesto en duda el informe de China sobre el número de víctimas del virus del PCCh, diciendo que las verdaderas cifras son probablemente más altas.
«Después de que el virus se propagó, se hizo evidente que no era lo que China había reportado», dijo Minoo Mohraz, un funcionario del ministerio de salud y miembro del grupo de trabajo de la COVID-19 de Irán, informó AFP.
«Actualmente se están retractando de muchos de sus artículos y sus cifras y estudios no han sido muy correctos», dijo, añadiendo que «con lo que sabemos de sus estudios científicos, sus cifras no son fiables».
Otro funcionario del grupo de trabajo, Hamid Souri, epidemiólogo, dijo que las cifras de China estaban «lejos de la verdad», basando sus observaciones en la evaluación de Irán sobre la propagación del virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, y el alto número de muertes que ha causado en todo el mundo.
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«Broma amarga»
Los comentarios fueron realizados después de que el portavoz del Ministerio de Salud de Irán, Kianoush Jahanpour, fuera atacado por poner en duda las cifras del virus de China.
Jahanpour, que también es médico, hizo los comentarios en una conferencia de prensa y por Twitter el domingo, informó The Guardian.
Dijo que China hizo parecer que el virus del PCCh era como la influenza pero menos mortal.
Calificando los datos sobre el virus presentados por China como una «broma amarga», dijo que llevó a los gobiernos a restarle importancia a su amenaza, informó The New Arab.
«Si en China dicen que una epidemia fue controlada en dos meses, realmente uno debería pensarlo», escribió Jahanpur.
«Basándose en la información epidemiológica y los informes proporcionados por los investigadores chinos, 11 centros académicos del mundo [inicialmente] consideraron que el nuevo coronavirus era menos peligroso que la influenza de tipo A. Los hallazgos de hoy demuestran que es erróneo. Y confiamos más en nuestros propios hallazgos», escribió según informó The New Arab.
Fue atacado en Twitter por el embajador chino en Teherán, Chang Hua, quien le pidió que «respetara las realidades y los grandes esfuerzos del pueblo de China».
«Le sugiero que lea sus noticias con mucho cuidado para sacar conclusiones», dijo Hua según publicó The Guardian.
Tras el reproche del funcionario chino, Jahanpour emitió una nota diplomática, diciendo que solo decía que Irán no está de acuerdo con la evaluación epidemiológica del virus por parte de China.
No obstante, los críticos dicen que los informes de Teherán sobre el virus también son engañosos.
Según Worldometer, que utiliza fuentes oficiales iraníes, el virus ha matado a más de 3800 personas e infectado a más de 62,500, de las cuales se han recuperado unas 27,000.
Según Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), los miembros del parlamento y los funcionarios locales de algunos de los focos del virus de Irán dijeron que las cifras de muertes e infecciones anunciadas por el régimen central están muy subestimadas.
El experto en salud pública Kamiar Alaei, cofundador y copresidente del Instituto para la Salud y la Educación Internacional, con sede en Nueva York, dijo a mediados de marzo que el número real de infecciones por COVID-19 en Irán podría ser cinco veces mayor que las cifras oficiales comunicadas en ese momento, según informa RFE/RL.
Otros expertos afirman que no solo es probable que las cifras reales sean más elevadas, sino que la falta de transparencia y la mala gestión del brote por parte del régimen iraní avivaron la pandemia.
Faisal Al-Rfouh, profesor de ciencias políticas y estudios internacionales de la Universidad de Jordania, lo calificó de acto de traición.
«Creo que el gobierno iraní traicionó a su pueblo al no anunciar la extensión del coronavirus y no tomar las medidas necesarias para limitar o minimizar la extensión del mismo en el Oriente Medio», dijo Al-Rfouh a The Epoch Times en una declaración.
Las cifras del Instituto de la Paz de Estados Unidos indican que Irán ha extendido el patógeno a 23 países, con casos tan lejanos como América del Norte, Europa y Nueva Zelanda.
Incluso China, el centro inicial de la pandemia, reportó 11 casos de la infección de Irán el 5 de marzo.
Venus Upadhayaya contribuyó a este informe.
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