Tulsi Gabbard se encuentra esta semana en el Capitolio tratando de obtener el respaldo de la conferencia republicana del Senado para su nominación por el presidente electo Donald Trump para servir como directora de inteligencia nacional, mientras que el apoyo a ella sigue siendo incierto.
La veterana y ex congresista demócrata por Hawái se ha enfrentado a las preguntas de algunos republicanos del Senado por su visita en 2017 a Siria, donde se reunió con el entonces presidente sirio Bashar al Assad. A raíz de la aparente abdicación de Assad tras la caída de Damasco, la capital siria, se han intensificado las preguntas de los senadores sobre su visita, que Gabbard ha calificado repetidamente de «misión de investigación».
El senador James Lankford (R-Okla.), miembro del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que tenía «muchas preguntas» y que la candidata se enfrentaría a un interrogatorio exhaustivo durante sus audiencias de confirmación.
«Queremos saber cuál era el propósito y cuál era la dirección para ello. Como miembro del Congreso, queremos tener la oportunidad de hablar de los comentarios que ha hecho en el pasado y ponerlos en contexto», dijo Lankford.
A medida que han ido surgiendo estas preguntas, Gabbard ha realizado múltiples visitas al Capitolio esta semana para reunirse con senadores escépticos.
El 9 de diciembre, se reunió con los senadores Mike Rounds (R.-S.D.), Joni Ernst (R-Iowa) y Lankford.
Ernst describió a Gabbard como «una líder fuerte y probada», y posteó una foto de las dos en X después de su reunión.
Rounds, también miembro del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que estaba «deseando trabajar con ella mientras sigue avanzando en el proceso de confirmación», y describió su reunión como «excelente».
Lankford dijo que él y Gabbard tuvieron una gran reunión en un posteo en X, sin hacer ningún compromiso sobre la nominación.
Tras esa reunión, Gabbard abordó las preguntas sobre su visita en 2017.
«Apoyo totalmente y estoy de acuerdo de todo corazón con las declaraciones que el presidente Trump ha hecho en estos últimos días en relación con los acontecimientos en Siria», dijo a los periodistas.
En un posteo del 7 de diciembre en su plataforma de redes sociales Truth Social, Trump dijo que «Estados Unidos no debería tener nada que ver» con los conflictos en Siria.
«Esta no es nuestra lucha. Dejen que se desarrolle. No se involucren», escribió en mayúsculas el presidente electo.
La postura se alinea con las actitudes antiintervencionistas defendidas desde hace tiempo tanto por Trump como por Gabbard.
Gabbard dijo que Trump «está plenamente comprometido, como ha dicho una y otra vez, a poner fin a las guerras, a demostrar la paz a través de la fuerza y a anteponer los intereses de seguridad nacional y la seguridad, la seguridad y la libertad de Estados Unidos».
También quedan interrogantes sobre el apoyo de otros senadores a Gabbard.
Las senadoras Lisa Murkowski (R-Alaska) y Susan Collins (R-Maine) —a menudo consideradas las senadoras con más probabilidades de desertar de su partido en cuestiones y nombramientos clave— se han abstenido en gran medida de comentar los nombramientos más controvertidos de Trump, incluida Gabbard.
También lo ha hecho el líder republicano saliente del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), que a menudo ha roto con su partido en política exterior, ya que la base republicana ha adoptado cada vez más una actitud no intervencionista hacia los conflictos extranjeros.
Con la inminente salida de McConnell del liderazgo y sus prolongados desacuerdos con Trump y Gabbard, no está claro si apoyará a la candidata.
Con tantos votos aún inciertos, el destino de Gabbard sigue en el aire.
Cuando el nuevo Congreso se reúna el 3 de enero de 2025, los republicanos disfrutarán de una mayoría relativamente amplia de 53 escaños en el Senado.
Esto permitiría a los republicanos no tener más de tres deserciones en cualquier votación, en cuyo caso un empate podría ser deshecho por el vicepresidente entrante JD Vance.
Muchos republicanos han expresado abiertamente su apoyo a Gabbard y han expresado su confianza en que ella y otros candidatos que enfrentan controversias (incluida la nominación de Pete Hegseth para dirigir el Departamento de Defensa y la nominación de Robert F. Kennedy para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos) finalmente saldrán adelante.
«Espero que nuestro Senado republicano confirme todos los nombramientos del presidente Trump», dijo el senador Tom Cotton (R-Ark.) en un posteo en X.
Es probable que Gabbard siga visitando el Capitolio en las próximas semanas, junto con Kennedy, Hegseth y otros candidatos a puestos que requieren la confirmación del Senado.
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