Yo nunca estuve muy a dieta, aunque hay momentos en mi vida en los que probablemente debería haberlo estado. Sin embargo, hubo ocasiones en las que intenté modificar mi dieta basándome en la recomendación de un amigo o en algún artículo que leí, pero me salió el tiro por la culata. O bien mi digestión se frenó, o mi energía se tomó unas vacaciones, dejándome perezosa y cansada.
Este fenómeno parece ocurrirle a mucha gente. Ellos leen sobre una comida milagrosa o una dieta infalible, solo para ganar peso o sentirse muy mal. Entonces, ¿qué está pasando?
La medicina china tiene la respuesta desde hace mucho tiempo, y parece que los investigadores occidentales también se están dando cuenta. La clave para comer bien es adaptar la dieta a las necesidades específicas de cada uno. Esto es cierto por un par de razones. Primero, cada uno de nosotros tiene necesidades nutricionales específicas que varían de persona a persona. Segundo, los alimentos tienen propiedades específicas que los hacen buenos para algunos tipos de condiciones de salud, pero no para otros. Por ejemplo:
-Cada alimento tiene una temperatura energética inherente, lo que se traduce en cómo afectará a su cuerpo. Por ejemplo, el jengibre se considera un alimento que calienta, mientras que la menta enfría. En la práctica, si estuviera luchando contra los sofocos, elegiría alimentos energéticamente refrescantes y evitaría los que le calientan.
-Los alimentos también tienen una acción, o impacto en su cuerpo. Por ejemplo, dependiendo de sus necesidades, puede elegir alimentos que humedezcan, nutren la sangre, acumulen su qi o drenan la humedad.
-La forma en que prepara un alimento puede cambiar sus propiedades. Las frutas crudas tienden a ser frescas y húmedas. Sin embargo, las frutas secas son más calientes y menos humectantes. Además, si usted está luchando con su digestión, cocinar sus verduras en una sopa o en una fritura hace que sean mucho más fáciles de digerir, permitiéndole extraer más energía de ellas.
Aunque los practicantes de la medicina china saben desde hace tiempo que la terapia alimenticia se basa en la creación de una dieta individualizada, los científicos de la alimentación están realizando ahora investigaciones que sugieren lo mismo. Los resultados de un estudio israelí de los niveles de azúcar en la sangre de 800 personas documentaron que diferentes personas responden de manera diferente al comer el mismo alimento. Los investigadores sugieren que, al igual que la terapia alimenticia china, el éxito de la dieta y la alimentación saludable depende de las comidas adaptadas al individuo y su biología única.
En lugar de preguntarse qué estaba haciendo mal cuando aumentó de peso con la dieta que su amigo le juró funcionaba, entienda que los alimentos que necesita son completamente diferentes de los demás.
Para obtener más información sobre la medicina china y evaluaciones de sus necesidades individuales, consulte «Simple Steps: The Chinese Way to Better Health«. (Pasos simples: El camino chino hacia una mejor salud).
Lynn Jaffee es acupunturista licenciada y autora de Simple Steps: The Chinese Way to Better Health . Este artículo fue publicado originalmente en AcupunctureInThePark.com
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