Un nuevo estudio a gran escala de investigadores de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) descubrió que la Generación X y los Millennials de Estados Unidos tienen un mayor riesgo de desarrollar 17 tipos de cáncer en comparación con las generaciones anteriores.
El estudio se publicó hoy en The Lancet Public Health.
Conclusiones del estudio
Los investigadores descubrieron que las tasas de cáncer siguen aumentando en las generaciones más jóvenes en 17 de los 34 tipos de cáncer y que las tasas de mortalidad también aumentaron en relación con varios tipos de cáncer, incluidos los de hígado (sólo en mujeres), cuerpo uterino, colorrectal, vesícula biliar y testículos.
«Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de un mayor riesgo de cáncer en las generaciones posteriores al Baby Boomer, ampliando los hallazgos previos de cáncer colorrectal de aparición temprana y unos pocos cánceres asociados a la obesidad para abarcar una gama más amplia de tipos de cáncer.» Hyuna Sung, autora principal del estudio y científica principal de vigilancia y equidad sanitaria de la Sociedad Americana del Cáncer, declaró en un comunicado de prensa.
Sung habló con The Epoch Times sobre los resultados del estudio y analizó los posibles factores ambientales, genéticos y de estilo de vida que pueden contribuir a explicar el aumento de las tasas de cáncer en las generaciones más jóvenes.
«Pruebas recientes sugieren que el exceso de peso corporal durante los primeros años de la edad adulta (entre los 18 y los 40 años) aumenta el riesgo de padecer 18 tipos diferentes de cáncer. Otros factores de riesgo sospechosos son la dieta poco saludable, el sedentarismo, los patrones de sueño alterados y las sustancias químicas ambientales expuestas durante los primeros años de vida y la edad adulta temprana; sin embargo, los estudios que examinaron estas asociaciones entre los jóvenes son limitados. Los factores genéticos no explicarían el aumento de la incidencia del cáncer entre las generaciones más jóvenes», afirmó en un correo electrónico.
Los investigadores recopilaron datos de 23,654,000 pacientes diagnosticados con 34 tipos de cáncer y 7,348,137 fallecidos por 25 tipos de cáncer con edades comprendidas entre los 25 y los 84 años. Los datos se recopilaron durante 20 años, entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2019, por la Asociación Norteamericana de Registros Centrales de Cáncer y el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
Para comprender cómo cambiaron las tasas de cáncer a través de las distintas generaciones, los investigadores agruparon a las personas según sus años de nacimiento, separados en intervalos de cinco años —de 1920 a 1990. A continuación, los investigadores ajustaron los datos en función de la edad y las diferencias temporales para comparar las tasas de cáncer y las muertes entre las distintas generaciones.
Los investigadores descubrieron que el número de nuevos casos de ocho de los 34 tipos de cáncer aumentaba con cada generación nacida aproximadamente a partir de 1920. En el caso de las personas nacidas en 1990, las tasas de cáncer de páncreas, riñón e intestino delgado eran entre dos y tres veces superiores a las de los nacidos en 1955, tanto en hombres como en mujeres. Las tasas de cáncer de hígado mostraron un aumento similar en las mujeres durante el mismo período.
El número de nuevos casos de cáncer aumentó en las generaciones más jóvenes tras descender inicialmente en las eneraciones de más edad en nueve de los tipos de cáncer restantes, que incluyen el de mama (sólo receptores de estrógenos positivos), cuerpo uterino (cáncer de endometrio), colorrectal, gástrico no cardias (cáncer de la parte principal del estómago), vesícula biliar, ovario, testículos, así como anal y sarcoma de Kaposi (cáncer de piel o mucosas) en hombres.
En el grupo nacido en 1990, las tasas de cáncer oscilaron entre un 12% más de cáncer de ovario y un 169% más de cáncer de cuerpo uterino, en comparación con el grupo con las tasas más bajas.
Las tasas de mortalidad también aumentaron en estas generaciones más jóvenes para ciertos tipos de cáncer, como el de hígado en las mujeres, el de cuerpo uterino, vesícula biliar, testículos y colorrectal, además de las crecientes tasas de incidencia.
Sung señaló que seis tipos de cáncer mostraban tendencias especialmente preocupantes en los jóvenes:
– Cáncer de cuerpo uterino (cáncer de endometrio)
– Cáncer colorrectal
– Cáncer de mama (receptor de estrógenos positivo)
– Cáncer gástrico
– Cáncer de testículo
– Cáncer de hígado en mujeres jóvenes
Promoción de la salud en los jóvenes
Al hablar de las medidas preventivas que podrían reducir el riesgo de cáncer, Sung dijo que quiere hacer hincapié en los cambios sistemáticos que fomenten la promoción de la salud en las generaciones más jóvenes.
«A pesar de muchas incógnitas, las pruebas emergentes sugieren que las exposiciones a lo largo de la vida a factores de riesgo de cáncer bien establecidos, como la obesidad, el sedentarismo y una dieta poco saludable, aumentan el riesgo de cánceres de aparición temprana. Invertir en educación para la promoción de la salud y mejorar el entorno construido y los sistemas de alimentación escolar de niños y adolescentes es crucial para reducir el riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas». afirmó Sung.
Añadió que una buena educación dota a los jóvenes de los conocimientos y habilidades necesarios para adoptar estilos de vida más saludables, y un entorno construido cuidadosamente planificado puede promover la actividad física ofreciendo lugares seguros para hacer ejercicio y jugar.
Además, un programa de almuerzos escolares nutritivos proporciona a los niños acceso a comidas sanas, ayudándoles a establecer hábitos alimentarios saludables desde el principio. También es crucial enseñarles los peligros del tabaco y el consumo de alcohol.
El papel de la obesidad
A la pregunta de hasta qué punto la obesidad y otras afecciones metabólicas relacionadas desempeñan un papel importante en el aumento de la incidencia de estos cánceres, Sung declaró a The Epoch Times que, aunque las razones no están del todo claras, al menos en el caso del cáncer colorrectal, las nuevas pruebas establecieron una conexión entre determinadas exposiciones que se producen en la adolescencia o en la edad adulta temprana, como permanecer sentado durante mucho tiempo, la calidad de la dieta, el consumo de bebidas azucaradas, el consumo de alcohol, la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, con el desarrollo de cáncer colorrectal de aparición temprana o de su precursor.
«La obesidad medida durante la edad adulta joven (18-40 años) se relaciona hasta con 18 tipos de cánceres; sin embargo, para muchos otros factores de riesgo sospechosos, las pruebas son limitadas debido a la falta de información sobre las exposiciones tempranas a lo largo de la vida en la mayoría de los estudios epidemiológicos».
Investigaciones futuras
En cuanto a dónde debería centrarse la investigación futura para comprender las causas de las tendencias al alza de las tasas de cáncer en las generaciones más jóvenes, Sung afirmó que se necesitan más estudios para comprender plenamente cómo afecta la exposición a determinados factores de riesgo en etapas tempranas de la vida (desde la etapa prenatal, la infancia, la niñez y la adolescencia) a las probabilidades de desarrollar cáncer más adelante.
«Hay que hacer hincapié en los factores de riesgo potencialmente modificables, como los ambientales y los relacionados con el estilo de vida, para fundamentar las estrategias preventivas».
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