¿La Generación Z se esta convirtiendo en la «Generación Cero»?

La generación Z gana menos dinero y tiene más deudas que los Millennials.  ¿Cómo podemos cambiar la situación?

Por James Gorrie
24 de mayo de 2024 8:30 PM Actualizado: 24 de mayo de 2024 8:30 PM

Opinión

Por primera vez desde que tenemos memoria, la Generación Z corre el riesgo de tener un nivel de vida más bajo que el de sus padres Millennials o de la Generación X, o incluso que el de sus abuelos Boomer. Es una posibilidad excepcional y triste. La buena noticia es que la «Generación Cero» no tiene por qué ser la realidad para la Generación Z. La mala noticia es que, si las cosas no cambian, la Generación Z podría enfrentarse a un nivel de vida permanentemente inferior al de las generaciones anteriores.

Cada generación es mejor que la anterior

Los padres estadounidenses solían suponer que a sus hijos les iría mejor que a ellos. Generación tras generación, no era solo una creencia, sino un hecho verificable.

Consideremos, por ejemplo, por qué nuestros bisabuelos, abuelos y padres confiaban en el modo de vida estadounidense. Esa confianza se basaba en la idea fundamental de que los estadounidenses podían mejorar sus vidas y a sí mismos mediante el trabajo duro, el ahorro, la inversión inteligente en la propiedad de la tierra y la vivienda, la tecnología, el mercado de valores y, por supuesto, invirtiendo en sí mismos iniciando  pequeñas empresas.

De hecho, esos factores, especialmente las pequeñas empresas que florecieron y/o se convirtieron en grandes corporaciones, fueron los que crearon la clase media estadounidense. La clase media no solo impulsó la expansión económica, sino que también participó en ella, al igual que los estratos económicos mas bajos. La vida económica estadounidense era dinámica. Una persona que partía de cero o, en el caso de los inmigrantes sin dinero y sin conocimientos de idiomas, de menos de cero, podía hacer algo por sí misma en Estados Unidos.

Por otro lado, los ricos pueden arruinarse, y muchos lo han hecho y lo seguirán haciendo. La escala económica sube y baja. De eso trata en gran medida, Estados Unidos.

La idea estadounidense todavía funciona, si se le permite

Es más, los inmigrantes procedentes de naciones menos libres o incluso tiránicas reconocían (y todavia lo reconocen o al menos los inmigrantes legales) que el éxito de Estados Unidos se debía a los derechos que la Constitución garantizaba a todos los estadounidenses. En otras palabras, en Estados Unidos, el progreso, ya fuera tecnológico, económico o social, era más o menos un hecho, con la interrupción ocasional de la Guerra Civil, una Gran Depresión, dos guerras mundiales o una crisis financiera.

Pero incluso esas perturbaciones fueron, para la mayor parte del país, relativamente efímeras. Estados Unidos siguió desarrollándose rápidamente en todos los aspectos, con una identidad nacional que incluía una actitud positiva. La gente creía en el país.

¿Y por qué no habrían pensado eso?

Durante dos siglos y medio fue cierto. Cada generación superaba a la anterior en calidad de vida, innovación tecnológica y oportunidades.

Esas ideas y acciones siguen siendo válidas hoy en día, pero se enfrentan a graves factores de tipo económico, político y social.

3 factores negativos a los que se enfrenta la Generación Z

¿Cómo se puede reorientar en la dirección correcta las condiciones y el futuro de los estadounidenses de la Generación Z —y para ser sinceros, el futuro del país?

El primer factor, y el más importante, es la fe. Demasiados miembros de la Generación Z carecen de fe en sí mismos o en la sociedad que les ha dado uno de los niveles de vida más altos del mundo. Por un lado, todo está a su alcance. Por otro lado, se les ha dicho a través de influencias socioculturales y educativas generalizadas que viven en un país podrido y que no pueden tener éxito sin que el gobierno garantice su éxito mediante donaciones y subsidios.

La Generación Z necesita adoptar la misma creencia en sí misma y en el país que tenían las generaciones anteriores. Sin creer en uno mismo o en su país, hay poca motivación para esforzarse y trabajar duro para mejorar uno mismo.

El segundo factor es la pérdida de racionalidad adulta. Demasiados de los pertenecientes a la Generación Z interiorizan ideas amplias pero irracionales que inhiben su desarrollo como adultos plenamente funcionales. En parte, esto se debe al impacto tecnológico y digital en la sociedad. En el frente tecnológico, las expectativas de los jóvenes trabajadores de la tecnología no están sincronizadas con su situación laboral. No todo el mundo puede ser un magnate, comprarse una casa a los 22 años, trabajar desde casa y tener uno o dos meses libres.

La realidad es que la mayoría de los empleados con horarios de nueve a cinco, y muchos de los propietarios de negocios más exitosos comenzaron allí. Por ejemplo, Jeff Bezos trabajó en McDonald’s. Elon Musk vivía en una oficina alquilada porque era más barato que un apartamento. Se bañaba en el YMCA. Son solo dos ejemplos de muchos.

En el otro extremo, algunas empresas tecnológicas ofrecen clases de «educación para adultos» en sus campus, donde sus empleados trabajan, viven y compran. Les paga muy bien, utilizan servicios de transporte compartido para ir a cualquier sitio, reciben sus comidas a domicilio y compran y socializan en linea. Asumir responsabilidades de adulto es casi completamente evitable. Esa realidad no se aplica a la mayoría de la Generación Z, pero muchos creen que se lo merecen de todos modos.

El tercer factor se basa en las políticas del gobierno federal. El gasto deficitario, por ejemplo, está impulsando la inflación, al igual que los elevados impuestos (tanto personales como corporativos) y las complejas normativas. Estos factores por sí solos dificultan la creación de empresas. Además, los cierres financieramente devastadores durante la pandemia destruyeron una de cada cinco pequeñas empresas, y el derroche de las donaciones federales redujeron el incentivo de muchos miembros de la Generación Z para trabajar duro.

Finalmente, los aumentos de las tasas de interés que siguieron a la inflación han hecho que la vivienda sea inasequible para la Generación Z. Otro efecto es que muchos Millennials y Generación X que poseen una casa con un tipo hipotecario en el rango del 2 y el 3 por ciento no pueden darse el lujo de venderla porque los actuales tipos hipotecarios del 7 por ciento hacen que comprar una casa nueva sea inasequible. Por lo tanto, los costos de la vivienda siguen siendo altos mientras que el inventario sigue siendo bajo.

Algunas sugerencias para que la Generación Z vuelva a la escalera

¿Cómo pueden la Generación Z y Estados Unidos volver a subir la escalera? Me vienen a la mente algunas sugerencias.

Una sería crear zonas empresariales en ciudades de todo el país con tasas impositivas federales cero o casi cero. En lugar de aumentar los impuestos corporativos, que eleva los precios o simplemente empujan a las empresas al extranjero, otorguen créditos fiscales a las empresas que concedan préstamos o subvenciones sin intereses a los empresarios.

Otra sería animar a las empresas a crear roles de tipo aprendiz para la Generación Z que no requieran títulos universitarios de alto endeudamiento.

Y por último, en lo que respecta a la vivienda, ¿por qué no permitir a los titulares de hipotecas transferir sus préstamos a  viviendas nuevas, sujetas a directrices de valor similar o superior, para aumentar la oferta de viviendas existentes?

En gran medida, el gobierno federal ha creado este lío. Es hora de que empiece a incentivar el trabajo, las empresas y el empleo en lugar de obstaculizarlos.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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