China haría «una muy mala elección» si decidiera involucrarse en un conflicto por Taiwán, dijo el general Mark Milley, al reafirmar el compromiso de Washington de proporcionar a la isla una ayuda militar.
En su intervención en un evento del Club Económico de Nueva York, el 9 de noviembre, Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, dijo que el país apoyaría «militarmente» a Taiwán mediante el entrenamiento y el suministro de armas.
«Nosotros nos hemos comprometido, a través de la Ley de Relaciones con Taiwán, a que Estados Unidos siga apoyando a Taiwán y lo haremos», declaró el general, según South China Morning Post.
Milley señaló que no podía predecir si el Partido Comunista Chino (PCCh) tiene planes inmediatos para atacar a Taiwán, pero sería difícil para el PCCh lanzar un ataque anfibio a través del Estrecho de Taiwán.
«Eso es muy difícil. Yo creo que se están dando cuenta de ello y probablemente estén evaluando la situación y recalculando lo que podrían hacer», dijo a continuación.
Tras las declaraciones del líder chino Xi Jinping durante el Congreso Nacional del PCCh del mes pasado, en las que prometió mejorar sus fuerzas armadas hasta alcanzar «estándares de clase mundial», Milley acusó al PCCh de buscar la «superioridad militar global».
«Nos parece bien la competencia, no hay problema», dijo el general. «Pero si China quiere un conflicto, entonces sería una opción realmente mala para China».
El PCCh reclama a Taiwán como parte de su territorio, que debe reunirse con el continente. Sin embargo, Taiwán se autogobierna desde 1949, cuenta con una próspera democracia y una economía de mercado, y nunca ha sido controlada por el PCCh.
Estados Unidos está legalmente obligado por la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 a proporcionar a Taiwán los medios para defenderse, pero mantiene acuerdos con China para que ninguna de las dos potencias intente cambiar unilateralmente el statu quo.
El congresista, Mike Gallagher (R-Wis.) considera que el impulso de jugar a ser el salvador podría llevar a Xi a un conflicto directo con Estados Unidos, sobre todo si Washington no disuade activamente al PCCh de lanzar una invasión de Taiwán. Para ello, Gallagher pidió a Estados Unidos que posicione sus activos militares en el Indo-Pacífico.
«Nosotros necesitamos desesperadamente un sentido de urgencia en poner el poder duro en el camino de Xi antes de que sea demasiado tarde», dijo Gallagher en una declaración del 16 de octubre.
«Esto comienza con proporcionar a Taiwán asistencia en materia de seguridad y moverlos al frente de la línea de las FMS [ventas militares avanzadas], maximizando la producción de municiones y aumentando y dispersando el poder duro estadounidense al frente, en la región».
Con la contribución de Andrew Thornebrooke
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