General Motors ha perdido 800 millones de dólares en beneficios operativos desde que comenzó la huelga del sindicato United Auto Workers (UAW) hace unos 40 días, lo que ha llevado al fabricante de automóviles a retirar sus previsiones de beneficios para todo el año y a decir que se está viendo obligado a ralentizar su estrategia de vehículos eléctricos.
El director financiero de GM, Paul Jacobson, reveló el golpe financiero en una llamada con periodistas el 24 de octubre, añadiendo que la compañía estima que seguirá perdiendo unos 200 millones de dólares a la semana si la huelga continúa en su alcance actual.
Si el sindicato decide ampliar su huelga a otras instalaciones de GM, esas pérdidas podrían aumentar, advirtió.
Varias horas después de que Jacobson hablara de los resultados financieros de la empresa en medio de las huelgas, la UAW amplió su huelga para incluir otra planta de producción de GM.
La dirección del sindicato dijo en un comunicado que «está claro que GM puede permitirse un contrato récord».
Actualmente, la oferta de GM es de un 23 por ciento de aumento salarial en un contrato de cuatro años y medio, mientras que la UAW está presionando por algo más cercano al 35 por ciento.
En la misma llamada con periodistas, la consejera delegada de GM, Mary Barra, dijo que la oferta actual de GM es un récord y que la empresa se niega a sobrecargarse.
«No aceptaremos un contrato que no sea responsable con nuestros empleados y accionistas», dijo.
A pesar de los 800 millones de dólares en pérdidas relacionadas con la huelga, los resultados del tercer trimestre de GM, anunciados el martes, fueron relativamente buenos y superaron las estimaciones de Wall Street.
El impulso de los vehículos eléctricos se modera
Los resultados de GM mostraron que el beneficio neto de la empresa en el tercer trimestre cayó un 7.3 por ciento, hasta 3060 millones de dólares, mientras que los ingresos totales aumentaron un 5.4 por ciento, hasta 44,100 millones de dólares.
El beneficio operativo del fabricante de automóviles en el tercer trimestre fue de 3560 millones de dólares, un 16.9 por ciento menos que en el mismo trimestre del año anterior.
En la llamada, Jacobson dijo que, a pesar de los «sólidos fundamentos empresariales subyacentes» de GM, la incertidumbre causada por la huelga estaba llevando al fabricante a retirar sus previsiones para todo el año 2023.
Aunque subrayó que el compromiso de GM para aumentar la producción de vehículos eléctricos (EV) sigue siendo «tan fuerte como siempre», dijo que la compañía está ralentizando su estrategia de electrificación.
GM está «moderando la aceleración de la producción de vehículos eléctricos para proteger nuestros precios, ajustarse a un menor crecimiento a corto plazo de la demanda y aplicar cambios de ingeniería que reforzarán los beneficios», dijo.
Una vez que un acuerdo con el sindicato se haya alcanzado en un nuevo contrato, no habría una actualización de la orientación financiera para el año, así como un cálculo más completo de los costes de la huelga, dijo Jacobsen.
Barra dijo que GM reduciría el gasto en productos EV y está ralentizando el lanzamiento de varios modelos EV para reducir costes.
Poco después de que GM publicara sus resultados del tercer trimestre, la UAW anunció el despido de otros 5.000 trabajadores de la planta de Arlington (Texas), la mayor y más rentable de GM.
Allí se fabrican grandes todoterrenos como el Cadillac Escalade y el Chevrolet Suburban.
Con el paro en Arlington Assembly, el número total de miembros de la UAW en huelga en los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit asciende a 45,000.
La huelga se amplía
Un día antes de que GM publicara sus resultados del tercer trimestre y de que la UAW decidiera organizar un paro en la planta de Arlington, el sindicato amplió su huelga a una planta de camionetas Stellantis en Michigan.
Alrededor de 6,800 miembros del UAW de la planta de montaje de Sterling Heights se sumaron a la huelga, deteniendo la producción en la planta del fabricante de automóviles que fabrica las camionetas RAM 1500.
El sindicato dijo que Stellantis «va a la zaga tanto de Ford como de General Motors a la hora de atender las demandas de su mano de obra de la UAW».
«Actualmente, Stellantis tiene la peor propuesta sobre la mesa en lo que respecta a la progresión salarial, la remuneración de los trabajadores temporales y la conversión a tiempo completo, los ajustes por coste de la vida (COLA), y mucho más», dijo la dirección del sindicato en un comunicado.
En los últimos días, Fain ha confirmado que General Motors y Stellantis han presentado ofertas salariales que igualan el aumento del 23 por ciento de Ford en un contrato de cuatro años.
En opinión del Sr. Fain, eso no es suficiente y los fabricantes de automóviles deberían elevar sus ofertas.
«Nos quedan cartas por jugar y a ellos les queda dinero por gastar», declaró Fain.
Cuando la UAW inició su huelga en septiembre, el sindicato pedía un aumento salarial de más del 40 por ciento en cuatro años, la restauración del plan de pensiones de prestaciones definidas y una semana laboral de 32 horas con un salario de 40 horas.
Desde entonces, la dirección de la UAW ha recortado su demanda al 36 por ciento durante la vigencia del contrato, y los medios de comunicación especulan con la posibilidad de que el sindicato haya reducido desde entonces sus exigencias, aunque no está claro en qué punto se encuentran las conversaciones.
Los tres fabricantes de automóviles dijeron a The Epoch Times en declaraciones enviadas por correo electrónico que quieren llegar a acuerdos que equilibren las preocupaciones de los empleados y las respectivas visiones de la empresa para el futuro, que incluye un cambio en toda la industria a los modelos eléctricos que tienen menos piezas y requieren menos mano de obra.
Andrew Moran ha contribuido a este artículo.
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