El gobernador de Georgia, Brian Kemp, anunció el miércoles que todas las restricciones de la COVID-19 que quedan en el estado se levantarán el jueves, una medida que permitirá a los negocios volver a un nivel de normalidad.
«Estamos dando pasos cada día para volver a la normalidad. Hemos recorrido un largo camino, pero aún no hemos terminado la carrera. Muchos propietarios de pequeñas empresas de nuestro estado siguen luchando por el impacto que la COVID-19 ha tenido en nuestra economía. Y sabemos que los georgianos que trabajan duro no pueden soportar otro año como el anterior», dijo Kemp en un mensaje en video el martes.
«Por eso, a partir de mañana, aflojaremos las restricciones restantes a nuestra economía aquí en Georgia».
Kemp dijo que las restricciones estatales que se levantarán incluyen la eliminación de la prohibición de reunirse, los requisitos de confinamiento que se pusieron en práctica por primera vez hace aproximadamente un año, y los requisitos de distanciamiento social para bares, restaurantes y otros lugares de negocios.
El estado también eliminará la potestad que poseen las fuerzas de seguridad para cerrar un negocio u organización por no cumplir con las órdenes ejecutivas del estado.
En su lugar, el estado emitirá «directrices recomendadas» en una lista, dijo el gobernador.
«Los georgianos saben lo que hay que hacer. Conocen las mejores prácticas para protegerse a sí mismos y a sus familias», dijo.
El mensaje se produce varias semanas después de que Kemp firmara una orden ejecutiva que eliminaba del 8 al 30 de abril una serie de restricciones relacionadas con la COVID-19.
«A medida que nuestras cifras de COVID-19 siguen tendiendo en la dirección correcta, y dado que todos los georgianos de 16 años o más ahora pueden recibir la vacuna, el Dr. Toomey y yo animamos ahora a todos a remangarse y vacunarse para que podamos seguir haciendo un progreso constante para volver a nuestra forma de vida en el Estado del melocotón», dijo el gobernador.
Georgia es el último estado que ha dado marcha atrás en sus restricciones contra la pandemia, como la obligación de llevar mascarilla y los límites de aforo en interiores, a pesar de las advertencias de la Administración Biden sobre una nueva oleada del virus. Otros estados que ya han levantado o anunciado su intención de levantar las restricciones son Texas, Arizona, Misisipi y Wyoming.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha demandado a los funcionarios de la ciudad de Austin y del Condado de Travis por no cumplir una orden del gobernador que ponía fin a la obligación de usar mascarilla en todo el estado.
A finales de marzo, el presidente Joe Biden y la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), advirtieron a los estadounidenses sobre la posibilidad de declarar prematuramente una victoria contra el virus, al tiempo que añadían que aún existía la posibilidad de que se produjera otra oleada de casos.
El martes, Biden anunció que todos los adultos estadounidenses podrán recibir la vacuna contra la COVID-19 antes del 19 de abril. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 24.9 por ciento de la población adulta de Estados Unidos se ha vacunado completamente contra el virus, mientras que el 42.4 por ciento de los adultos ha recibido al menos una dosis a fecha del 7 de abril.
If you are fully vaccinated against #COVID19 (it’s been 2 weeks since the last shot in your series) and are exposed to someone with COVID-19, you are not required to quarantine if you haven’t had any symptoms.
Learn more: https://t.co/TRZRzx3cym. pic.twitter.com/TYxyZKLCJ0
— CDC Emergency (@CDCemergency) April 1, 2021
Walensky anunció el miércoles que la variante británica más contagiosa del virus, conocida como B.1.1.7, se ha convertido en la cepa más dominante en Estados Unidos.
«Basándonos en nuestras estimaciones más recientes a partir del seguimiento de los CDC, la variante B.1.1.7 es ahora el linaje más común que circula en Estados Unidos», dijo Walensky.
Las autoridades de Colorado también anunciaron el martes que la variante brasileña del virus, conocida como variante P.1, ha sido detectada en el estado. Se han registrado 356 casos de esta variante en 25 jurisdicciones de Estados Unidos, según los CDC.
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