El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, defendió una acción de su administración para impedir que los distritos escolares informen a los padres de que sus hijos muestran signos de una transición de género.
En junio, tres distritos escolares de Nueva Jersey —el distrito escolar de Middletown, el distrito escolar de Marlboro y el distrito escolar regional de Manalapan-Englishtown— aprobaron directrices para exigir que se informe a los padres si los hijos muestran signos de «transición» a otro género. Concretamente, estos signos incluyen que los alumnos empiecen a utilizar un nombre diferente, pronombres o baños distintos a los de su sexo.
Apenas un día después, la administración del Sr. Murphy anunció su intención de demandar a los distritos escolares, alegando que estas políticas implican «sacar del armario» a los alumnos y no proporcionan a los estudiantes un entorno de aprendizaje «seguro».
«Sin duda, las políticas discriminatorias aprobadas por estos consejos de educación, si se permite que entren en vigor, perjudicarán a nuestros hijos y supondrán un grave riesgo para su seguridad», dijo el fiscal general de Nueva Jersey, Matthew Platkin, tras presentar demandas de emergencia contra las políticas de los consejos escolares.
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Murphy respondió sobre su medida a las preguntas de la presentadora Margaret Brennan durante una aparición el 23 de julio en el programa Face the Nation de la CBS, eludiendo responder directamente a algunas preguntas sobre el papel adecuado de los padres en estos asuntos.
Anteriormente, el exgobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, sugirió que los procedimientos transgénero en menores de edad podrían ser permitidos, pero hizo hincapié en la importancia de la participación de los padres.
La Sra. Brennan vinculó su pregunta a la postura anterior del Sr. Christie.
«¿Por qué se equivocaría el Sr. Christie cuando dice que los padres son los que mejor saben aquí y deben participar?», preguntó la Sra. Brennan.
«Escuche, nosotros tomamos estas medidas, porque es lo que hay que hacer para proteger a estos preciosos jóvenes», respondió el Sr. Murphy acusando a los republicanos de utilizar el tema para librar «una completa guerra cultural», al igual que los republicanos acusan a los progresistas de hacer lo mismo.
Murphy afirmó que «los padres siempre participan, ciertamente, en nuestra administración, siempre están en la mesa, y siempre lo estarán».
Pero, agregó, que los «derechos de los niños» deben ser protegidos, y sugirió que la medida que bloquea a los distritos escolares informar a los padres de los niños acerca de los intentos de transición de género asegura este fin.
«Seamos inteligentes. Protejamos los derechos de estos preciosos niños. Hagamos las cosas bien, a la manera estadounidense», dijo Murphy. «Y yo creo que si lo hacemos con un espíritu de respeto a los derechos de todos, protegiendo a la comunidad LGBTQIA+, llegaremos a buen puerto».
En litigios anteriores se ha determinado que, si bien los niños tienen derechos cuando tratan con el gobierno, como en el caso de los asuntos de justicia penal juvenil, los derechos de los niños a una privacidad aparte de sus padres está en gran medida en manos de los propios padres para determinarlo. En general, se reconoce que los menores no tienen los mismos derechos constitucionales que los adultos.
A continuación, la Sra. Brennan preguntó al Sr. Murphy por el argumento de quienes sostienen que impedir que un consejero escolar o un miembro del personal informe a un padre sobre el intento de su hijo de cambiar de sexo constituye una violación del derecho constitucional de los padres a dirigir y controlar la educación de sus hijos.
«¿Por qué eso no es convincente?», preguntó la Sra. Brennan.
El Sr. Murphy admitió que los padres son «la realidad existencial en la crianza de cualquier niño sin lugar a dudas».
«Yo no lo niego ni por un segundo», dijo. «Pero no violemos los (…) derechos civiles y constitucionales de los jóvenes preciosos, en muchos casos, que se están enfrentando a la vida y, a medida que crecen y envejecen, seamos respetuosos con eso. Estemos todos juntos en esto en lugar de esta demonización de ‘nosotros contra ellos’.
«Cuando eso sucede invariablemente, es la comunidad LGBT la que se pone (…) particularmente la gente trans es la que se pone detrás de la bola ocho».
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