El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, anunció que su estado dejará de seguir las normas de California que obligarían a que todos los coches nuevos que se vendan en el estado sean eléctricos para 2035.
En un comunicado de prensa emitido el miércoles, el gobernador republicano dijo que tomó la decisión debido a lo que describió como un «mandato equivocado sobre vehículos eléctricos impuesto por líderes no elegidos a casi 3000 millas de distancia del estado» de Virginia.
«La idea de que el gobierno deba decir a la gente qué tipo de coche puede o no puede comprar es fundamentalmente errónea. Los residentes de Virginia merecen la libertad de elegir los vehículos que mejor se adapten a las necesidades de sus familias y empresas», dijo. «La ley es clara, y me enorgullece anunciar que los virginianos ya no se verán obligados a vivir bajo esta política fuera de lugar».
Los legisladores de Virginia aprobaron una medida en 2021 que alineaba las normas sobre emisiones de los automóviles del estado con las de California. En 2022, la Junta de Recursos Atmosféricos de California inició una medida que prohibiría gradualmente la venta de nuevos vehículos de gas en el estado antes de prohibirlos por completo en 2035. La prohibición gradual comenzaría en enero de 2025.
En California, se exigirá que el 35% de los coches nuevos sean vehículos eléctricos para 2026. Los fabricantes que vendan un coche de gasolina que no cumpla las normas estatales podrían ser multados con hasta 20,000 dólares por coche.
Sin embargo, según la oficina del gobernador, solo el 9% de todos los vehículos vendidos en el estado el año pasado eran vehículos totalmente eléctricos, lo que significa que en un futuro próximo se podrían repartir «cientos de millones de dólares en multas».
«Los consumidores y los concesionarios de automóviles de Virginia podrían verse obligados a asumir estos costes. Esto no solo dejaría a los concesionarios de automóviles con menos dinero para pagar al personal, ofrecer aumentos y hacer crecer sus negocios, sino que podría obligar a muchos pequeños concesionarios de automóviles a cerrar permanentemente sus puertas», dice el comunicado de prensa.
Un dictamen del fiscal general Jason Miyares dice que la ley no obliga a Virginia a seguir la normativa de California. En su lugar, el estado seguirá las normas federales de regulación, a partir del 1 de enero de 2025, dijo.
«Afortunadamente, la ley no nos vincula a su normativa», escribió. «California no controla qué coches compran los residentes de Virginia y cualquier pensamiento de que los fabricantes de automóviles deberían enfrentarse a millones de dólares en sanciones civiles en lugar de permitir a nuestros ciudadanos elegir sus propios vehículos es completamente absurdo».
Reacciones
En un comunicado, el Southern Environmental Law Center (SELC) señaló que impugnaría la decisión del Sr. Youngkin ante los tribunales, calificándola de «ilegal».
«El intento del gobernador Youngkin de descartar instantáneamente la ley de Coches Limpios de Virginia es ilegal, corto de miras y una mala política pública», dijo Trip Pollard, de SELC, en un comunicado. «Las normas de Coches Limpios ayudarán a impulsar la transición a vehículos más limpios y aportarán importantes beneficios para la salud y el medio ambiente a todos los virginianos. Por eso las aprobó la Asamblea General. El gobernador intentó que la legislatura derogara la ley y fracasó; no puede simplemente dictar un resultado diferente».
La Asociación de Concesionarios de Automóviles de Virginia, que respalda la decisión del Sr. Youngkin, declaró que anteriormente apoyaba la adopción de las normas de emisiones de California, pero que ahora ha dado marcha atrás porque «la demanda de VE por parte de los consumidores» no existe.
El grupo afirmó el miércoles en un comunicado que su anterior apoyo «se hizo para impulsar la demanda de vehículos totalmente eléctricos en Virginia y apoyar los intereses de los concesionarios», pero que luego se impuso «la realidad».
«La realidad, sin embargo, es que la demanda de VE por parte de los consumidores en Virginia y a nivel nacional aún no se ha materializado, agravada por los costes, la ‘ansiedad de autonomía’ y la falta de infraestructura eléctrica y de recarga para apoyar a estos nuevos vehículos. Seguimos creyendo que los objetivos del VE son alcanzables, pero en un plazo más largo», añadió.
Los demócratas, por su parte, han dicho que el Sr. Youngkin se está extralimitando en su autoridad como gobernador. El miércoles, la líder de la mayoría en la Cámara de Representantes del estado, Charniele Herring, dijo que su esfuerzo por eliminar el mandato alineado con el de California trata de eludir la legislatura aprobada en la mancomunidad.
«Está demostrando su total desprecio por la legislación vigente al burlar a la Asamblea General y complacer a las empresas contaminantes», declaró al Washington Post.
«El gobernador parece creer que vivimos en una dictadura en la que solo él decide cuál es la ley», declaró al periódico el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Scott A. Surovell. Añadió que la medida del gobernador será «destructiva para la reputación proempresarial de Virginia».
La senadora estatal demócrata Barbara Favola declaró a WUSA9 que «éste no es un mandato de California. Es un mandato de Virginia que el gobernador está intentando anular».
«Así que lo que está haciendo es intentar que las normas que adoptaron los legisladores de Virginia parezcan extremas», añadió.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Partido Demócrata de Virginia para recabar sus comentarios.
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