El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, permitió el 13 de octubre la entrada en vigor de una nueva ley que permitirá a los empleados optar por excluirse voluntariamente de las órdenes de vacunación demostrando que adquirieron la inmunidad al virus del PCCh o presentando una prueba de detección de COVID-19 negativa.
El proyecto de ley se promulgó sin la firma de Hutchinson, en virtud de una disposición de la legislatura de Arkansas que hace que los proyectos que esperan la firma del gobernante se conviertan en ley después de cinco días. Los gobernadores utilizaron anteriormente este mecanismo legal para expresar su desaprobación a cierta legislación, según The Associated Press.
«Yo me opongo a la actual orden de la administración Biden, pero la solución no es poner órdenes adicionales a los empleadores a nivel del gobierno estatal», dijo Hutchinson el miércoles, según The Associated Press.
«La solución no es poner a los empleadores en un juego de aprietos entre la ley estatal y la federal», dijo el gobernador de Arkansas, según The Hill. «Los empleadores necesitan la libertad de proteger a sus empleados y a sus clientes y el gobierno no debe interferir con esa libertad mediante órdenes».
El presidente Joe Biden ordenó al gobierno federal que aplique una norma que obligue a las empresas privadas con más de 100 empleados a tener su personal vacunado.
El texto del proyecto de ley de Arkansas (pdf) dice que fue creado para hacer frente a la orden de vacunación federal. La ley estatal exige a los empleadores que están imponiendo la orden de vacunación a que creen un proceso para las solicitudes de exención.
Hutchinson dijo que frente a la cantidad de tiempo disponible antes de que la ley de exención entre en vigor le da al estado más tiempo para sopesar su impacto en las empresas y para que se presente cualquier desafío judicial.
También calificó la propuesta de innecesaria y contraproducente.
«El debate sobre estos proyectos de ley ha sido perjudicial para nuestro objetivo de aumentar las tasas de vacunación en Arkansas», dijo el gobernador a los periodistas.
Todos salvo unas pocas órdenes de vacunación de Estados Unidos, tanto privadas como gubernamentales, permiten exenciones para las personas que tienen inmunidad natural a un virus, ya que los estudios demuestran que dicha inmunidad es duradera y robusta.
Los republicanos de otros estados también tomaron medidas para bloquear o socavar la orden de Biden. En el vecino estado de Texas, el gobernador Greg Abbott emitió una orden ejecutiva que prohíbe a las empresas privadas u otras entidades exigir la vacunación. En Wyoming, Kansas y Dakota del Sur también se hicieron llamados a sesiones legislativas especiales para contrarrestar la vacunación obligatoria.
La nueva ley estatal no incluye sanciones ni multas para las empresas que no la cumplan. Las empresas que no cumplan la orden federal podrían enfrentarse a multas de hasta 13,600 dólares por infracción.
Con información de The Associated Press
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