El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, dijo que no promulgará un mandato de uso de mascarillas a nivel estatal, diciendo que no sería ejecutable, pero instó a usar voluntariamente las mascarillas para proteger del COVID-19 a la población más vulnerable de Estados Unidos.
En una reunión informativa el viernes, McMaster pidió a los habitantes de Carolina del Sur usar mascarillas y practicar el distanciamiento social tras un aumento de nuevos casos en personas más jóvenes.
«Esta es una enfermedad peligrosa y mortal», dijo McMaster. «Por el amor de Dios, use su mascarilla, mantenga esa distancia», agregó.
Al mismo tiempo, el gobernador republicano insistió en que no es factible aplicar una norma estatal sobre el uso de mascarillas.
«Es virtualmente imposible crear una regla estatal sobre las mascarillas», dijo a continuación. «Estos mandatos son, al final, inaplicables (…) No es la política correcta para el gobierno. No es lo que el gobierno necesita hacer».
A su vez aclaró que no tenía ninguna objeción a que las ciudades adoptaran sus propias reglas.
«Las ciudades tienen cierta autoridad. Esta debe estar estrictamente limitada y de acuerdo con la ley. Pero ellos sí tienen autoridad», dijo. «Cada ciudad es diferente y los negocios en esas ciudades son diferentes, las circunstancias, la clientela, la gente, y si ellos quieren hacer cumplir una limitación legal razonable, entonces no hay oposición a eso».
Junto con los comentarios de McMaster la agencia de salud del estado reportó 1273 nuevos casos de COVID-19 en Carolina del Sur. Según el gobernador las tasas de infección entre los menores de 40 años, en particular, estaban por las nubes.
«Sabemos que los jóvenes pueden tener esta enfermedad y no saberlo», añadió. «Además ellos se sienten completamente sanos, pero están completamente infectados».
La gente más joven puede contagiar fácilmente a la gente mayor, dijo a continuación añadiendo que «cualquiera adelante de los 40 , especialmente los de 35 y 30 años, los índices de infección entre los jóvenes que se hacen la prueba ahora están subiendo, subiendo, subiendo».
El gobernador insistió en que la reapertura del Estado es necesaria para garantizar los medios de vida, pero que algunas restricciones tendrían que seguir vigentes.
«Reabrir nuestro estado es muy importante, tenemos que hacerlo. La gente no puede vivir sin trabajo, sin ingresos», añadió advirtiendo que emitiría una nueva declaración de estado de emergencia que mantendría las restricciones en ciertas categorías de actividades.
«No tenemos planes de levantar las restricciones sobre estos grupos y actividades altamente activos hasta que veamos que la tasa de infección baje», dijo nombrando los clubes nocturnos, lugares de conciertos, auditorios, centros de artes escénicas y deportes para espectadores.
«Además eso significa el béisbol de las ligas menores, las carreras, todas esas cosas que involucran a las multitudes», dijo McMaster.
«Escuchamos historias de grupos que regresan de la playa, donde casi todos los que estaban en el grupo están infectados —la gente joven— y luego ellos pueden contagiarse, como sabemos, por supuesto al toser y estornudar, pero también al respirar en contacto cercano con otras personas y sobre todo las personas mayores pueden morir a causa de eso», dijo.
«Les decimos en los términos más fuertes y urgentes que sigan estas reglas y que usen esas mascarillas», dijo McMaster.
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